Seven Sensations |Bts vs Got7| •2da temporada 7Demonios•

Capítulo 27 pt 3.

*Antes de dar su opinión sobre la versión de la creación de Satanás y mi infierno, favor de leer la nota del final. Gracias.*

Día seis...

Malditos Demonios, JaeBum no podía perdonarlos, de un solo movimiento habían terminado con dos de sus arcángeles. Se encontraba parcialmente desamparado. Confirmar la muerte de Uriel y la caída de Miguel había sido lo más doloroso que sin querer, había sucedido. 

Muerte a Satanás. Pensaba, lleno de un rencor súbito y delirante. Sin piedad. 

Su plan estaba por fracasar, poco a poco tenía que someterse y observar como todo lo que había construido se caía en pedazos. 

Suspiró, si su padre se llegaba a enterar que había perdido dos arcángeles, su mandato terminaría. Decidió que lo mejor sería llegar hasta el final. Tenía que acabar con Satanás y sus pecados. 

Se prometió así mismo que disfrutaría esa caída, por que de todas, la nota musical que emergía de su trompeta, era la más duradera y sublime. 

(****)

NamJoon despertó sobresaltado. Una pesadilla había usurpado sus sueños, sobresaltándose a medida que está transcurría. 

En ella podía ver a cada uno de sus hijos perecer por la espada de los Arcángeles. Gabriel había obtenido la victoria recuperando a Hye. Miró a su alrededor, los cadáveres inertes de los pecados capitales yacían alrededor suyo, desangrándose. 

Intentó regular su respiración y limpio el sudor de su frente con la sábana. Se puso de pie y abrió la ventana. Había amanecido ¿Qué hora era?

NamJoon giró el rostro para mirar el reloj colgado en la pared y bufó al darse cuenta de lo temprano que era. 

Decidió pues, ordenar su habitación y alistarse para bajar a desayunar. 

Durante todo aquel trayecto, no consiguió expulsar de su cabeza la horrible idea de perder a sus hijos y compañeros. Pensó que tal vez con ayuda de HwaSa y Jin podía lograrlo, negó. No podía sacrificarlos. Mucho menos ahora que había conseguido recuperar a HwaSa. 

Bajó a desayunar en silencio y cuando estaba por entrar en el comedor, sonrió al mirar a cada uno de sus hijos disfrutando de la eternidad. Negó, tenía que arreglárselas solo. 

  — Buenos días, NamJoon. — Hye fue la primera en notar su presencia. 

Escucho a Yoongi bufar  y sonrió. 

 — ¿Qué desayunaremos hoy? — Preguntó observando a Jin, sin responderle a la chica.  

  — Arroz y Kimchi. Amanecí de malas. — Dijo el joven preparando el plato de su líder. — Espero que te guste la comida picante. 

Jimin se giró para mirar a Satanás. 

— Esta delicioso hyung, ven y prueba. Yo ya llevo tres platos. 

NamJoon sonrió. 

— Bien, supongo que comeré. 

El joven se sentó aun lado de Hye y tomó su mano, miró a HwaSa quien se había girado al notar el contacto. Negó con la cabeza, ni siquiera se molesto en mirar a Yoongi. 

Y así, conforme el desayuno iba transcurriendo, NamJoon temía cada vez más. Cada uno de sus demonios representaban un aspecto suyo, uno que amaba y que no estaba dispuesto a abandonar. Cada pecado dependía de la ira y la ira dependía de cada pecado. 

— Superbia, invidia, avaritia, acidia, luxus y Gula. — NamJoon llamó a cada uno de sus hijos. 

Y cada uno levantó la vista expectante. Intercambiaron un par de miradas que inquisitivas. Yoongi frunció el ceño.