3. Amazing

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Jade's Pov


Después de cortos minutos, Perrie normaliza su respiración.

Le he dado pañuelos de papel y los ha terminado de ocupar. Ha hablado más de lo que me esperaba y me alegra que así haya sido. Siento mucha más simpatía por ella. La veo como una persona que superándose a sí misma logrará cosas enormes.

- ¿Ya te sientes mejor?

- Sí, eso creo. Supongo que necesitaba contárselo a alguien. – se suena la nariz.

- Gracias por haberme escogido para ello. – le digo sonriéndole abiertamente.

- Ni siquiera sé por qué lo he hecho.

- Comprendo. – suspiro – ¿Quieres un té o un café? – me mira con ceño fruncido – Tranquila, yo no soy quien te suministra los medicamentos.

- Gracias a Dios...

- Si tú quieres, puedo reducir tu medicación a lo que es esencial. Por cómo te observo, creo que todos esos calmantes no son en extremo necesarios. Solo te dejaré los analgésicos y las vitaminas, ¿qué opinas?

- Eso sería muy bueno. Realmente, me gustaría dejar de consumir ese tipo de cosas.

- Me alegra oírlo. Iré a preparar las tazas. – le aviso poniéndome de pie. Me acerco a la puerta y pregunto: – ¿Café o té?

- Si pudiera ser café... No sé si puedo beberlo.

- Por hoy. Guardaré el secreto. – le guiño un ojo y salgo con dirección a mi consultorio.


Mientras preparo el café pienso: vio morir a su hermano y se siente culpable por haber enseñado a su hermana a cortarse a sí misma. Es demasiado peso para alguien que creció en condiciones de por sí complicadas.

Hoy podría decir que la confianza que Perrie me tiene se ha ampliado. Y me complace saberlo y sentirlo. Las cosas van a cambiar para ella si se lo permite.

"Realmente me gustaría dejar de consumir ese tipo de cosas".

Esa frase no deja de rondar por mi cabeza. Ella está dispuesta a superarse y esa es una decisión muy difícil de tomar. Lo es para personas en su situación. Comienzo a admirar su coraje.

Es una mujer maravillosa.


Toco la puerta con la punta del pie mientras sujeto las tazas de café. Una en cada mano. Junto las dos en una sola y saco la llave. No he puesto seguro, pero eso no lo sabe Perrie.

Una vez que he logrado abrir le hablo a la rubia.

- ¿Me ayudarías, cariño? Solo cierra la puerta con cuidado. – ella se acerca a la misma y la cierra con lentitud mientras yo coloco las tazas en la mesa – No sé cómo te gusta el café, así que... - saco unos sobres de mi bata - ...he traído lo que podrías usar.

- Es muy amable, gracias.

Se sienta y toma un sobre de crema y dos de azúcar.

- Cuéntame del colegio, sé que trabajaste en una obra de teatro en South Shields.

Me mira curiosa.

- Tranquila. Estuve leyendo viejos artículos del periódico en línea. Encontré el del concurso de teatro. Yo estuve en ese específicamente.

- No recuerdo haberla visto ese día.

- Pero yo a ti sí. – frunce el ceño – No me mal entiendas. Ese mismo año fui al concurso. Un miembro de mi familia estaba participando. Recuerdo que te vi actuando. Tenías tu cabello de un color muy peculiar.

Le sonrío y ella me mira con cuidado. No sé cómo interpretar su mirada.

- ¿Color?

- Lila. – respondo antes de beber un sorbo de mi taza.

- ¿Cómo sabe que era yo?

- Ganaste el premio de mejor actriz. Al inicio no me di cuenta, pero al intentar buscar información tuya te encontré en ese artículo. Había una foto tuya. Te reconocí al instante.

Se queda pensando unos segundos.

- ¿Por qué? Yo no podría recordar un rostro que solo vi una vez.

Creí que eras una chica perfecta, me golpeo mentalmente, Basta Jade, no seas tonta. No quieras abrumarla más.

- No lo sé realmente, – le respondo – no tengo tan buena suerte con los rostros.

- Comprendo. Me pasa lo mismo.

Por un momento creo que la veo sonreír. Me desilusiona el pensar que solo es el reflejo de la luz de la luna en su rostro.

- Creo que no estuvo tan mal mi café. – le digo al verla vaciar la taza y dejarla frente a ella.

- Es un buen café. Se lo agradezco mucho. Me hacía falta.

- Ha sido un placer pero, por favor, llámame Jade.

Me mira dudosa.

- Vamos, solo soy unos meses mayor que tú. Podríamos ser amigas.

- Está bien, gracias... Jade.

𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora