𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

28. My Best Friend

Perrie's Pov

- En ese caso, vamos a la cafetería. Te compraré una buena porción de café, estás helada, Perrie.

- Lo sé, el autobús compensó el dolor que sentía en las piernas – le respondo caminando con mi brazo derecho entrelazado al suyo.

- ¿Autobús? – pregunta confundida - ¿De dónde conseguiste dinero?

- No lo hice, el conductor me ofreció el transporte, así fue como llegué aquí.

- Tuviste mucha suerte, Perrie, parece que las cosas van a tu favor.

- No lo creo...

- ¿Por qué lo dices?

- Bueno, – tomo una larga bocanada de aire – Jade está aquí.

- Pero tú volviste, la chica que le interesa a Jade está aquí.

- "Interesa"... Oye, Jesy, ¿qué sabes tú sobre su proyecto para Londres?

- Todo, ¿te habló sobre ello? – me pregunta.

- Nope, fue Patt, intentaba distraerme después de decirme lo de Jade. Jesy, me encantaría ir a Londres con ella pero, ya no como su paciente.

- ¿Cómo te gustaría hacerlo? – pregunta dulcemente.

- Cómo su amiga, todo menos su paciente.

- Sabes que eso está en tus manos, ¿no? – me recuerda.

- Por supuesto. Pero has de saber que no estoy dispuesta a hablar nada con Pattrick, no le confío completamente.

- Lo entiendo pero, debes tener en cuenta el tiempo que Jade estará en tratamiento, ¿Quién crees que podría darte esa confianza?

- Solo se me viene una persona a la mente.

Frena el paso en la entrada de la cafetería y me mira con curiosidad.

- ¿Quién? – pregunta finalmente.

- Tú.

- ¿Yo? Perrie, yo jamás ejercí como psiquiatra, no me lo permitirían.

- Pero tienes un título, ¿no?

- Si, lo tengo... Ay, cariño, me acabas de meter en una gran encrucijada.

- Lo sé pero, pensé en ti por una razón: Si Jade confía en ti, ¿Por qué yo no? – sonríe ante mis palabras y me abraza de nuevo.

- A Jade le encantaría saber que estás pensando así. Prometo que buscaré la forma de ayudarte pero, debes mantenerte tranquila mientras estás aquí, cuando comiencen a buscarte abogaré por ti y solucionaré todo, ¿prometes estar relajada? – asiento insistentemente con la cabeza.

- Lo prometo, Jesy.

- Bien, bien, ahora vamos por ese café.

ಌ

- Iré a pagar la cena – me informa Jesy levantándose de la silla. Asiento y se va.

Mientras ella paga, me mantengo relajada, mirando a las personas que caminan por la cafetería y por fuera de ella. Sentir libertad me hace bien, a pesar de las circunstancias.

Me levanto y tomo la basura que acumulamos Jesy y yo, me dirijo al bote y deposito todo ahí. A mis espaldas escucho un carraspeo, el cual me hace girar algo agitada y angustiada.

< ¿Ya me encontraron?>

Me topo con una chica delgada, alta y morena, la misma me mira con curiosidad y le devuelvo el gesto. De repente, recuerdos me invaden de golpe y ella sonríe.