27. What Are You Doing Here?

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Perrie's Pov


El autobús se detiene frente a mí y abre sus puertas, me acerco lentamente y realmente nerviosa, el hombre me mira con curiosidad.

- ¿Todo está bien, señorita? - pregunta en tono amable.

- Me temo que... no tengo como pagar el transporte - respondo con la voz algo temblorosa.

- ¿A dónde pretendes ir?

- Al centro médico - respondo haciendo una mueca.

- Sube, no te preocupes por el dinero, ¿qué es una libra? - dice sonriendo. Acepto su invitación y subo al autobús.

Me siento detrás de él y me dejo abrigar por la calefacción que hay dentro. Por fin siento el dolor en la piel cesar.

- ¿Y por qué quieres ir al hospital?

- Estoy buscando a una persona - respondo frotándome las manos.

- Debe ser alguien importante para tenerte fuera con este frío.

- Lo es, señor, es muy importante.

- ¿Te molesta si te pregunto algo? - niego mirándolo por el espejo retrovisor - ¿Por qué estas así vestida y sin dinero?

- Yo... no tengo nada estable, no tengo familia, trabajo o un hogar - respondo.

- Asumo que esa persona que estás buscando es la única que tienes...

- Podría decirse. Verá, ella tuvo un accidente esta madrugada y, bueno, debo estar ahí para ella, al igual que lo ha estado conmigo.

- Lo lamento mucho, espero que se recupere pronto.

- Gracias, espero que sea así. Vaya... - digo al observar las luces que adornan el centro de la ciudad.

- Hermoso, ¿no es así?

- Muchísimo, tiene mucho tiempo que no vengo por aquí.

- Entonces deberías quedarte, a veces un bello entorno ayuda a mejorar el ánimo.

- Eso creo. - le respondo sonriendo - ¿Es ese el hospital? - pregunto al ver una gran edificación blanca al costado del camino.

- Así es, señorita, ya hemos llegado.

Con esas palabras mi corazón comienza a acelerarse, mis manos a sudar y mis rodillas a temblar. El hombre orilla el autobús y frena con calma.

- Le agradezco mucho su ayuda - le digo al conductor.

- Ha sido un placer - sonríe abriendo las puertas - Ah, espera - dice girándose al lado contrario, se vuelve y me tiende un billete de 50 libras - Lo encontré esta mañana en el suelo del autobús, así que creo que debes tomarlo.

- No, no, no, no hace falta - respondo sacudiendo la cabeza.

- Señorita, sabes que lo necesitas, más si pretendes pasar la noche por aquí, tómalo - insiste de nuevo.

- Gracias, - le digo tomando el papel, sé que tiene razón y me da pena dejarlo con el brazo tendido - es usted muy amable.

Sonríe ampliamente y bajo del transporte. Me hace un último gesto de despedida y cierra las puertas. Con una sonrisa veo el vehículo marcharse. Para cuando lo pierdo de vista, reacciono.

Giro sobre mis pies y entro al edificio evitando las miradas que se posan sobre mí. El lugar esta helado pero, sin embargo, camino a la recepción a pedir informes.

- Buenas noches - saludo a la mujer, la cual me mira con cara de pocos amigos.

- Solo se acepta gente con seguro. - sus palabras me hacen perder la paciencia al momento.

- Estoy buscando a Jade Thirlwall, la ingresaron hoy por un accidente automovilístico - respondo apretando los dientes - ¿sería demasiado para tan amable persona decirme en que piso está?

Parece que mis palabras la dejan molesta y refunfuñando busca en su computadora.

- Piso 5, Atención Especial, hay familiares de la paciente ahí.

- Se lo agradezco.

Satisfecha con el resultado camino al ascensor. Si, conozco el hospital, me trajeron aquí cuando me encontraron en el pozo, claro que venía demasiado débil para apreciar la fachada.

Subo al elevador y presiono el botón del quinto piso. Impaciente, sacudo mi rodilla derecha, para los nervios que cargo en este momento el elevador avanza demasiado lento. 1... 2... 3...4...5.

No doy tiempo a que las puertas se terminen de abrir, salgo de ahí con un salto y miro el letrero que dice que Atención Especial está al lado derecho.

Camino por el pasillo a una velocidad considerable y veo a Jesy.

Mis pasos la hacen girar a verme. Sus ojos se abren con sorpresa y camina hacia mí. Me detengo y ella me abraza.

- Santo Dios, Perrie, ¿qué haces aquí? ¿Cómo demonios saliste? - interroga sin dejar de abrazarme. Curiosamente también la abrazo.

- Pattrick me dijo sobre lo que le ocurría, tenía que venir...

- Ay, cariño, te meterás en muchos problemas.

- Por ella los que sean necesarios. - me sonríe y abraza de nuevo.

- ¿Cuándo volviste?

- ¿Qué? - pregunto atónita.

- Jade me habló sobre lo que te ocurrió, de hecho por ello peleamos.

- ¿Hice que pelearan? - le pregunto asustada.

- No, no, fuimos nosotras. Eso mejor lo hablamos después, por ahora ¿qué te parece si nos hacemos compañía hasta que noten tu ausencia?

- Me parece bien.

𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora