𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

8. The Best Of My Life

Perrie's Pov

Me pongo a dar vueltas por la habitación sin saber qué hacer. Honestamente, no quiero pensar en mi padre, no quiero pensar en nada. Estoy demasiado agotada mentalmente, pero no puedo pegar el ojo.

Realmente necesito que Jade este aquí. Conmigo.

¿Cómo es posible tomar tanto apego a alguien en solo 2 días? Ni yo comprendo la razón. Tal vez porque me hace sentir a salvo. O porque simplemente es la primera persona que me trata como lo que soy: un ser humano. Me sentía todo menos eso mientras vivía con mi padre. Sus palabras me hacían sentir mal.

"Deja de perder el tiempo en ese lugar. Ambos sabemos que nunca saldrás de este lugar de mierda. Deja de engañarte. Deja de escuchar lo que te dice esa mujer. Puedes estudiar tanto como quieras, pero mientras estés bajo mi techo pagaras las consecuencias. Mira como terminaron tus hermanos, Jonnie muere por sobredosis, Caitlin se suicida... Solo faltas tú, pequeña."

Me recuesto en la cama con lágrimas en los ojos. Simplemente no puedo olvidar esas palabras. No puedo dejar de pensar que mi padre tiene la razón. Tarde o temprano me destruiré a mí misma. Ese es mi destino.

Me envuelvo en las cobijas y sigo llorando. Pero un recuerdo en específico me hace parar. No me arrepiento de haberlo hecho. Ella estaba realmente nerviosa ante mi cercanía, no podía creer lo que mi cuerpo me pedía en ese momento. No era correcto, ¿o sí?

Mire sus labios entreabiertos. Exhalaba con dificultad. Su respiración se agitaba cada vez más. ¿Me dejaría hacerlo? Obviamente no. Jamás me dejaría pero, ¿por qué no intentarlo?

Hazlo, Perrie. No pierdes nada.

Por fin en algo estaba de acuerdo con mi cabeza. Con lentitud, giré mi rostro y me acerque a sus labios. No se oponía a que yo cortara la distancia. Con cierta timidez la miré a los ojos buscando alguna pizca de rechazo. Vi todo lo contrario. Cerré mis ojos y seguí a mi cuerpo. Rocé mi nariz con la suya, lo que liberó un temblor en su cuerpo. Finalmente, con todos mis sentidos a flor de piel, lo terminé. Coloqué mis labios sobre los suyos y los moví lentamente. Fue como ser yo de nuevo. Para mi sorpresa, me siguió el beso y me rodeó con sus brazos, más fuerte que antes.

El mejor beso de mi vida.

Caigo en el mejor sueño de todos: Jade.

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Jade's Pov

Ese beso. Simplemente estoy en un sueño...

- ¡Amelia! – salgo de mis pensamientos en ese momento – ¿Qué te ocurre?

- Lo siento, pensaba en el trabajo. – me disculpo con una sonrisa.

- Te hizo daño esa guardia... – dice sonriendo de lado.

- ¡Claro que no! Jamás me haría daño mi trabajo. Menos ahora... – suspiro profundamente.

- ¡Dios, Jade! ¿Te quieres tirar a una interna? – pregunta con gracia en su voz.

- No seas tonta, Jesy. Ese no es mi estilo.

Rueda los ojos.

- Entonces, ¡cuenta!

- Tal vez más adelante. Esto es algo que apenas comenzó, si es que se puede decir así. - suspiro pesadamente.

- ¿Es linda?

- Más que ninguna otra chica que haya visto.

- ¡Jade! – exclama emocionada – Esto es una locura, ¡estás enamorada!

- ¿QUÉ? ¡NO! – salto de inmediato – No, no lo creo.

- Pues yo digo que sí. Solo mírate ¿Sonriéndole a una taza vacía? ¿Cuándo haces eso? Jadey, al menos dime cómo es.

La miro con una enorme sonrisa. No puedo evitar pensar en Perrie besándome.

- Es una chica realmente hermosa. Es de mi estatura, tez blanca, cabello rubio muy hermoso, tiene unos ojos azules muy grandes y, supongo que cuando está contenta, estos brillan más que cualquier diamante. Tiene una sonrisa perfecta, se vería mucho más bella si siempre sonriera. Es sencilla, eso he notado. Le gusta el chocolate y es de muy buen comer. Supongo que a pesar de conocerla de poco tiempo me tiene loca.

Me quedo mirando la mesa. Imagino a Perrie en otras circunstancias ¿la habría encontrado en otro lugar que no fuera el psiquiátrico?

- Awww... – Jesy me mira enternecida – Realmente me encantaría conocerla.

- Me temo que no podrá ser así. Al menos no por ahora.

Me mira con el ceño fruncido.

- ¿Y eso a qué se debe?

- No quiero presionarla. Su situación no es estable por ahora, pero ten por seguro que en cuanto las cosas tomen un mejor curso, la conocerás. Esa chica significa mucho para mí, Jesy. Esta vez es distinto. Jamás había sentido algo así. Y te juro por Dios que será mía. Cueste lo que cueste la haré feliz.