𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

45. Kiss me, please

Jade's Pov

La enfermera me ayuda a bajar del auto y en cuanto mis pies caen en el suelo la espalda me mata. Si, puedo caminar, pero es un martirio. Es extraño volver a casa después de semanas, solo fueron dos, pero me hizo falta mi privacidad y comodidad.

La enfermera camina detrás mío con la pequeña maleta en su mano. Para subir las escaleras me recargo con miedo a la pared. Me da miedo siquiera doblar un poco mi postura. Por primera vez adoro estar completamente recta.

Por fin llego a la puerta de mi departamento y saco las llaves de mi saco. Empujo levemente y subo el pequeño escalón. La enfermera me sigue de cerca y, a pesar de que sé que es su trabajo, me da escalofríos sentirla tan pegada a mí.

- Bajaré por mi equipo, doctora. - me informa la chica.

- Claro, claro, ve con calma. - asiente y sale cerrando la puerta.

Segundos de silencio tengo, puesto que Jesy entra vuelta un demonio.

- ¡Joder, Amelia, ¿qué no pudiste avisarme antes para ir por ti?!

- ¡Oh, Jesy, también me alegra volver a casa! - exclamo rodando los ojos. Se acerca a mi y me abraza. Gimo un poco por la molestia y me suelta preocupada.

- Cielos, ¿te lastimé? 

- No, tranquila, estoy demasiado sensible de la columna. - asiente dudosa.

- No te preocupes, sé que te puede ayudar... - me guiña un ojo y gira hacia la puerta, que dejó abierta por cierto.

Siento el momento pasar en cámara lenta. Su hermosa figura aparece en el umbral, la luz se coloca a su alrededor haciéndola parecer el ángel más hermoso, su bello cabello rubio rodea su ya sano rostro, sus mejillas se sonrojan bajo el peso de mi mirada. Sonríe apenada y entra a paso lento, sus tacones resuenan en el lugar hasta que termina arrodillada frente a mi.

Nos miramos por lo que parece una eternidad. No hacen falta palabras, ya sabemos lo mucho que nos hemos echado de menos.

- Y bueno... - Jesy nos hace salir de nuestro trance - Supongo que se saludarán, yo iré a deshacer esta maleta.

Se marcha en plan de diversión.

- ¿Cómo has sobrevivido con ella estas dos semanas? - le pregunto a la princesa que tengo delante.

- No lo sé, tal vez no es tan mala... - me sonríe, siento que me desvanezco a sus pies - Te he extrañado mucho, Jade.

- Y yo a ti, fue un martirio no verte por tanto tiempo. - acaricio su rostro deleitándome con su hermosa y brillante mirada - ¿Qué tal ha ido todo?

- Muy bien, Jesy ha sido de mucha ayuda, pero no es tu. No es lo mismo hacerlo sin ti.

- Me lo imagino, pero ya no debes preocuparte, aquí estoy. Más cerca para molestarte todos los días.

- Jamás podrías ser una molestia, Jeed. - se acerca a mi y la abrazo. Coloca sus brazos alrededor de mi cuello y me aferro a ella rodeando su cintura. Noto lo mucho que ha mejorado su peso.

- Veo que Jesy te ha alimentado muy bien. - se ríe entre mis brazos. Me mira de frente sin soltarme, poniéndome en medio de una encrucijada.

- Ahora su alacena está abarrotada de comida. - me río observándola. 

Su cambio de actitud es notorio, sonríe más, se ve radiante, se ve hermosa. Nos quedamos calladas de nuevo. Nuestras respiraciones chocando en un tentador compás. Sus labios se entreabren haciéndome sudar frío. Simplemente dos semanas sin ella son la muerte en vida.

- Jade... - susurra.

- ¿Qué? - le respondo de igual forma mirando directo al cielo que posee en sus ojos.

- Bésame, por favor...

- Era justo lo que te quería escuchar decir. - se sonroja y tomo sus mejillas entre mis manos. Sus labios son suaves al tacto, eso me lo dicen mis dedos. - Ven aquí, mi amor.

Sello esas palabras uniéndonos en lo que es el cielo. Suspira sonoramente en el momento en que entramos en contacto. Me dejo llevar por su cuerpo y la mantengo unida a mi, no me importa qué enfermera entre y nos vea. Ya soporté demasiado como para terminar con mi sueño, finalmente realizado, por ella.