𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

25. I'll Go To London

Perrie's Pov

Inexplicablemente, logro calmar mis nervios. El doctor suplente me lo ha dicho todo, me ha explicado qué le ocurrió a Jade. Me he mantenido calmada todo lo que he podido para evitar a Louise. Mientras Patt está preparando café, yo me distraigo leyendo mi libro favorito Canción de Navidad. A pesar de que mis manos aún tiemblan, se que estoy mucho más controlada que nunca, comparada con la noche de la carta.

El chico regresa y le presto atención a sus palabras.

- Jade salió de su cirugía.

- ¿Significa que estará bien? - pregunto esperanzada.

- Aún no puedo asegurártelo, pero sé que Jade peleará hasta el final.

Algunas lágrimas se escapan de mis ojos inevitablemente. Él me abraza y lo dejo hacerlo. Ya me ha agradado y es un buen sujeto.

- Le tienes afecto, ¿no es así? - asiento levemente.

- Es la única persona que no me ha tratado como un objeto por observar... Eso lo aprecio demasiado, sin embargo, todo va más allá de eso.

- ¿De qué hablas? - pregunta.

- Puede que de cierta manera... Le tenga confianza.

- Me alegra escucharlo, a ella le alegraría. Te diré un secreto, pero debes prometerme que lo mantendrás entre nosotros, ¿de acuerdo?

- Lo prometo - respondo esperando una buena noticia.

- Verás, Jade está por sacarte de aquí.

- ¿Qué? ¿Cómo va a hacer eso? Llevo muy poco en el hospital.

- Eso mismo fue lo que dijeron los directivos, pero Jade lleva mucho tiempo trabajando en su propio proyecto y tú te volviste parte de él. Pondrá su propio consultorio en Londres y te llevará con ella. No sé cómo pretende fundamentar tu traslado, pero ahora que ya no está Louise de fuera, tendrá más posibilidades.

- ¿Me iré a Londres?

- Si todo sale bien, lo harás. Tú y Jade se marcharán, tú podrás liberarte de este lugar y recuperarte más rápido.

- ¡Me iré a Londres! - exclamo abrazándolo fuertemente, me responde riendo conmigo.

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- Dime, Perrie, ¿por qué creaste a esa otra persona? - pregunta Patt.

- ¿Debería hablarlo contigo?

- Solo si tú quieres. Piénsalo, Perrie, no sabemos cuánto tiempo estará Jade en el hospital y los directivos necesitan ver avances verdaderos para dejarte ir con ella a Londres. Claro que la decisión es toda tuya.

- Muy inteligente, doctor. - le respondo sonriendo - Sin embargo, sigues siendo un desconocido para mí.

- Lo sé, lo sé... pero analiza, ¿por qué Jade te pondría en mis manos?

- Porque no planeó el accidente. Vamos, intenta otra cosa, si de algo estoy segura es de que Jade jamás tuvo en mente irse y dejarme bajo el cuidado de alguien más.

- Chica lista, ya veo lo que Jadey. Está bien, te daré tiempo, todo el que necesites. Supongo que querrás descansar un rato, así que yo saldré a revisar a mis otros pacientes mientras te despejas - dice poniéndose de pie - Si hay noticias nuevas de Jade, te avisaré.

- Gracias - respondo cuando ya está cerca de la puerta.

- Por nada.

Sale del cuarto y en automático tomo el libro para seguir devorándolo. Las narrativas de Dickens me mantienen atrapada, indiferente de lo que ocurre a mi alrededor, del hecho de que la bella morena está en una fuerte batalla, pero no me preocupo, Jade es de la clase de personas que al ser tan necias, perfeccionistas y exigentes buscan soluciones y salidas, un accidente no la detiene, eso es seguro.

"Honraré la navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año"

¿Cuántas veces soñé con escucharle esas palabras a mí padre? Incontables y dolorosas, es obvio. La única navidad feliz que puedo recordar es muy antigua, tal vez la recuerdo con tanta lucidez por lo que representa para mi memoria, tomando en cuenta que es la única navidad que celebré en mi vida y que fue maravillosa.

Estoy segura de haber tenido 4 años. Recuerdo lo emocionada que estaba por viajar a Londres por primera vez en toda mi vida, me hacia ilusión ver la nieve, pararme frente a una fogata y cenar pavo en un enorme comedor, rodeada de mi familia materna, con conocimiento de que esa sería una navidad con sonrisas, abrazos, regalos (obviamente era lo que más me emocionaba a esa edad), todo sería perfecto.

La cena se celebraba sin papá, no habrían gritos, no habrían golpes, ni pastillas, ni alcohol. Tenía demasiadas esperanzas e ilusiones a punto de explotar y volverse reales. Para fortuna de todos, no hubo contratiempos, la noche corrió con calma y estuvimos bajo un techo con personas amorosas y cálidas ¿qué más podía pedir?

Y si, para nuestra mala suerte, volvimos a lo mismo desde el 27 de diciembre. El año nuevo lo pasamos en el baño. Mi hermano había recibido un buen golpe en la cabeza y yo me dedique a curarlo. El abrazo culposo de mamá y el agradecido y amoroso de Jonnie fueron los que recibí esa noche. Desde ese día me prometí conservar siempre vívido ese 24 de diciembre de 1997.

Lo dejé oculto en mi cabeza por alguna razón durante estos últimos años, pero Dickens me ha hecho traerlo de vuelta. Conservaré los nuevo recuerdos que estoy formando en esta habitación con Jade, los repetiré mil veces e imaginaré los nuevos en espera de la morena, con la esperanza de pasar junto a ella mi primera navidad fuera de Newcastle, fuera de mi cárcel, fuera de mi dolor. Solo Jade y yo juntas, avanzando y creciendo.

<Jade, debes volver pronto, te necesito, te extraño, te estoy esperando, ven y sácame de aquí, vuelve por mí. Jade, te quiero... te amo>