5. Always

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Jade's Pov


3:47 am. Siento que esta noche nunca terminará. La anécdota de Perrie me tiene pensando muchas cosas. ¿Cómo seguir conversando con ella de manera trivial? Me ha hablado de cosas que yo habría esperado escuchar en un mes, no en 1undía.

Debo admitir que por unos minutos olvide que estaba escuchando a un paciente. Creí estar escuchando la historia de un audio libro, la TV. Ella ha amado. Ha experimentado el amor hacia otra persona y ha sabido actuar por el bien de otros. Ha visto a su corazón alejarse con otra persona. Es una chica fuerte, valiente y muy astuta... Y aun no lo sabe.

Como su psiquiatra, es mi deber hacerle apreciar esas cualidades, reforzarlas y volverlas parte fundamental de su personalidad y estilo de vida. Debo enseñarle que todas esas cosas la hacen especial y única.

Estoy merodeando por los pasillos del tercer piso. Honestamente, aquí están los residentes más tranquilos. No hacen ruido y duermen bien. Los del segundo piso son lo que viven entre paredes acolchadas las 24 horas y los nuevos internos los de la cuarta planta. Perrie está ahí.

La primera planta es archivo, ingresos y documentación. La farmacia está ahí también. No me gusta la organización del lugar, pero fue la mejor plaza que pude conseguir.

Cerca de South Shields y de mamá. No muy cerca de las grandes ciudades. Un pueblo tranquilo y que realmente necesitara apoyo. Es un pequeño lugar a las afueras de mi ciudad y que aún tiene un aspecto pintoresco. La gente es amable, cordial y confiable. Todos se conocen. Pero eso no me consta. Muy dentro de mí sé que, como en muchos otros lugares, aquí hay cosas oscuras.

Voy de nuevo a la cuarta planta y me meto en mi consultorio. Decido que puedo tomarme unos 30 minutos de descanso como mucho. Saco mi manta de algodón de mi cajón y me recuesto en el sofá que se supone es para los pacientes con cita y me cubro hasta el cuello.

Cierro los ojos y me rindo ante los brazos de Morfeo.


Perrie's Pov


No de nuevo. No creo soportarlo más. Este cuarto. Este estúpido lugar. ¿Por qué sigo aquí? No ha sido suficiente para él. No quiere dejarme tranquila. ¿Cómo alguien pudo darle hijos a este maldito? ¿Cómo pudieron darme un padre como él?

Escucho de nuevo el eco de sus pasos. Esas botas de nuevo. Seguro son sus preferidas. Son pesadas, duras... No sé cuántas costillas ya tendré rotas por esas cosas.

Me encojo en una de las esquinas del cuarto. Cubro mi cuerpo lo más que puedo y me preparo.

- Perrie... Es hora, cariño. Si no te niegas Dios te perdonará más rápidamente. Los resultados serán excelentes.

Se acerca a mi cuerpo. Me toma por los brazos y me ayuda a ponerme en pie. No me atrevo a mirarlo a los ojos. Es obvio que está ebrio. Su aliento me lo dice.

- Anda, ya sabes que hacer.

Me da un leve empujón hacia el horrible colchón que está en el centro del cuarto. Escucho el cinturón salir de sus pantalones y mis rodillas comienzan a temblar. Esta vez será más rápido... Eso espero.

Sus pantalones caen al suelo y yo me deshago del pequeño suéter rojo que cubre mi cuerpo. Me miro en el espejo que tengo a un lado. Estoy hasta los huesos. Tengo muchas marcas moradas y negras en todo mi cuerpo. Me duele hasta respirar. Tomo una enorme bocanada de aire en cuanto siento sus manos en mi hombro. Baja lentamente hasta el borde de mí ya maltratado sujetador y cierro los ojos. No quiero mirar.

- Vamos, esto le encantaba a tu madre.


Jade's Pov


Despierto repentinamente al escuchar un grito desgarrador.

Perrie.

Me levanto rápidamente del sofá y salgo disparada al cuarto de Perrie. En cuanto estoy frente a su puerta mi pulso se desborda. Abro y la observo en su cama removiéndose con prisa. Está llorando y gritando. Me acerco a ella con cuidado y la abrazo.

- Perrie... – comienzo a susurrarle – Tranquila, estás a salvo. Despierta.

Con cada palabra que pronuncio siento su cuerpo relajarse. Los gritos cesan pero aun llora. Su cuerpo tiembla bajo el mío.

- Él me quería lastimar... – dice con tono asustado.

- ¿Quién?

- Mi padre... Estaba ahí de nuevo... Estaba ahí... Yo lo vi.

- Solo fue un sueño, Perrie. Solo eso. Estarás bien.

- Quiero que se aleje... Tengo miedo, mucho miedo.

La miro unos segundos. Ha ocultado su rostro en mi pecho lo más que ha podido. Sus lágrimas cubren su rostro y sus manos tiemblan aferrándose a mis brazos. Acaricio su cabello con calma. La arrullo e intento calmarla. Beso su frente con suavidad y ella se estremece ante el tacto.

- Perdona. - me disculpo.

Alza su rostro y me observa.

- Promete que me ayudarás. Promete que te quedarás conmigo.

Cariño, claro que lo haré. Estaré aquí para tisiempre. 

𝑆𝑡𝑜𝑟𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora