Capítulo 29

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"Ella"  

Hace 5 años

—Jhon. ¡¿PODRÍAS DECIRME QUÉ ES LO QUE PLANEAS HACER?!

Era la décimo séptima vez que le preguntaba hacia dónde nos dirigíamos. Durante todo el camino Jhon había escrito un par de mensajes en su celular para quienes él llamaba como agentes y la única palabra que me había dirigido era: Cállate.

Como siempre él tan romántico con la persona que suele llamar el "amor de su vida". Que idiota.

—Dime, preciosa. ¿Cómo conoces a esta mujer? ¿Sabes si tiene familia o amigos cercanos?

—¿Qué? ¿Por qué lo quieres saber?

—Simple curiosidad. -Oh no. Él está planeando algo. Jhon nunca tiene solo "curiosidad" por algo.

Opté por quedarme callada. Y él no insistió supongo por no querer perder su valioso tiempo.

Mientras pasábamos, la gente se nos quedaba mirando extraño. Créanme que si uno quiere pasar desapercibido, no debería estar cargando un cuerpo inconsciente.

—Jhon. La gente nos está mirando. ¿Podríamos ir por calles más vacías?

—No te preocupes, mi princesa. Ya llegamos. ¡Bienvenida al lugar de deceso! —dijo él emocionado.

—¿Lugar de deceso? ¿De quién-? -Unas manos se encerraron sobre mis brazos y me pusieron las manos a la altura de mi espalda. —¡Hey! ¡¿Qué es todo esto?! -Trataba de soltarme pero era imposible. —Espera. ¿Estas son esposas? —pregunté con incredulidad.

—No te preocupes, solo es en caso de seguridad —respondió alguien detrás mío.

—¡JHON! ¡¿Qué es todo esto?!

—Esto querida, es una medida de precaución. -Él dejó el cuerpo de Arya en el suelo y puso su mirada en la persona que estaba atrás de mí. —Puedes irte. Diles a los otros que ya llegué y que traigan el carro.

Segundos más tarde, un carro se estacionó adelante de nosotros. Un joven que no conocía venía conduciéndolo y ante la indicación de Jhon de que se fuera, se retiró en seguida.

—Bueno, princesa. Es hora. Necesito que hagas lo que te pido, ¿está bien?

Asentí. No podía hacer otra cosa, la vida de Arya estaba en peligro. Por favor Dios, ya no más.

—Quítate esa cadena que llevas puesta. Dame tu bolso y tus zapatillas por siacaso.

—¿Qué es lo que planeas hacer?

—Hazlo y te lo diré.

—¡¿Cómo quieres que lo haga si me tienes esposada?!

—Ah. Cierto. Bueno con más razón lo haré yo. Pero no te alucines cosas, ¿sí? Lo último que me falta es que me termines distrayendo por tu obsesión hacia mí.

Bufé. —¿Estás bien de la cabeza?

—No sé, princesa. Tu falta me está haciendo efecto —respondió mientras agarraba mis pertenencias—. Mmmm. Veamos que tenemos aquí. -Abrió mi bolso. —Barras energéticas, suero, vitaminas, tú celular, tu billetera... Wou wou wou. ¿Qué tenemos aquí? ¿Un... anillo de bodas?

En ese momento agradecí interiormente el haber decidido colocar en los anillos solo la inicial del nombre de Bruce y el mío. Nunca permitiría que Jhon tenga algo que le permita encontrarlo.

—¿B? ¿Quién es "B"? ¿Mi reemplazo? JA. Esto también desaparecerá con todo lo demás. ¡OIGAN USTEDES! —llamó él refiriéndose a dos policías que andaban por la calle realizando su turno.

Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora