Capítulo 27

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"Ella"  

Hace 6 años

Tatiana se hallaba echada en el piso con la cabeza apoyada en las piernas de Eduardo. Su rodilla estaba envuelta en vendas las cuales se veía un poco ensangrentadas. Su cara por otro lado, tenía algunos rasguños por las zonas del mentón y lucía muy cansada.

—Hola —habló sin ganas. Me acerqué a ella y toqué su frente como gesto de preocupación.

—¡Está hirviendo en fiebre! —dije en voz alta, sacando mi mano de golpe—. ¿Has tomado algún medicamento? -Ella asintió. Alcé la cabeza para observar a Eduardo y el entendió mi gesto. Quería que me lo diga todo.

—Hace unas dos semanas aproximadamente, intentamos contactarnos contigo. No habíamos escuchado sobre ti desde que llegaste de tu luna de miel y empezábamos a preocuparnos. Al principio no respondías, hasta que días después recibimos respuestas de parte tuya diciendo que no querías vernos, que era peligroso y que lo mejor era alejarnos por un tiempo. Yo quería ir a buscarte y convencerte de que separarnos era justo lo que Jhon deseaba; quería decirte que estabas cayendo en su trampa, que estabas siendo necia. Pero...

—Yo lo detuve —dijo Ian—. Sentía que era mejor no decir nada porque tal vez lo que decías eran pensamientos pasajeros. Creíamos que todo estaba normal hasta que recibí un mensaje de Bruce. Había estado tratando de comunicarme con él también pero su celular siempre se mostraba apagado.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Me informó sobre un acosador. Le dije que teníamos que reunirnos con urgencia. Según él me llamaría después de hablar contigo, pero él nunca llamó. Días después recibí una llamada de Jhon diciendo: Ustedes son los siguientes.

Ya veo ellos no sabían nada sobre Bruce.

—Sí y ahí fue cuando toda la cacería empezó —dijo Tatiana—. Ashhhhh. ¡Pero ese mal nacido! Me las pagará por hab-Ajjj. ¡Mi rodilla! Joder. Lo odio.

—Calma, amor. Todo estará bien. -¿Amor? Wou. He estado desactualizada sobre todo el romance Eduardo~Tatiana aquí. —Yo me encargaré de él. No volverá a hacerte daño y mucho menos a ponerte un dedo encima.

—Es un cobarde. ¡Como se le ocurre atacar a una mujer y más si esta es mi hermana!

—Me explicarían qué ha pasado aquí. ¿Cómo es que terminó ella así? La sangre...¿era de ella?

—Sí, era mía. Te prometo que la próxima vez que vea a ese idiota voy a practicar mi primera circuncisión en ese-

—Shhh. Ya, amor. Calma, que no queremos que te aumente la fiebre.

—Como sea. ¡Ese desgraciado nos ha hecho vivir en un infierno! Día tras día estuvimos escapando de él. Nos encontró el muy basura.

—¿Cómo sucedió? —pregunté—. ¿Acaso no llevábamos la delantera?

—Eso creía —dijo Ian—. Pero al parecer el dueño del último hospedaje en el que nos quedamos era algún conocido de él y terminó entregándonos. Nos encontró a Eduardo y a mí dentro del lugar, feliZmente logramos escapar antes de que nos haga algo. Tatiana, por otro lado, había salido a comprar y justo llegó cuando él estaba dentro. No pudimos hacer nada para evitar que salga herida, debido a que todas las formas de entrar a la casa estaban trancadas.

—¿Entonces, Jhon te dejó vivir?

—Así parece —respondió Eduardo en tono impotente.

—¡No hables de esa forma! —gritó Tatiana.

Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora