Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRO

Capítulo 36

"Ella"  

Hace 2 años

Cuando era pequeña, mi madre solía decirme que debía estudiar para poder ser una mujer libre e independiente. En ese entonces yo tenía 7 años y no entendía el significado de sus palabras. Yo aún soñaba con mi príncipe azul y con ser una princesa que no necesite nada más que ayudar a sobrevivir a los habitantes de su pueblo.

Ahora me doy cuenta de la importancia de sus palabras. Estar encerrada en un lugar haciendo lo mismo de siempre día tras día de una forma muy monótona, te llega a cansar y estresar.

Verle la cara Jhon todos los días es algo sumamente estresante. No es que él sea feo, porque la verdad él parece modelo salido de las revistas Playboy. La razón de mi incomodidad es que verlo me hace acordar de todas los problemas que ocasionó a la gente que quería. Al verlo me acuerdo de Bruce, Tatiana, Ian y Eduardo. Y como si eso no fuera suficiente, me acuerdo de Arya. y de su niño.

Nunca tuve la oportunidad de conocerla, pero eso no hace que me sienta menos culpable. Yo debía ser la que muriera. Ella estuvo en el lugar menos indicado en el tiempo incorrecto.

Ese tema es algo muy delicado para mí. Cada vez que Jhon quiere avanzar en nuestra imaginaria "relación", me acuerdo de todo lo que me hizo sufrir y quisiera matarlo.

Siento que él se merece cosas peores, pero a mí no me importa que sufra, solo quiero que desaparezca de mi vida. Todo sería mucho menos complicado con él fuera de la ecuación.

—¿Amor? —llaman desde la planta baja de la mansión. —¿Dónde estás? ¡Tengo una sorpresa!

—En el segundo piso, Jhon.

Se escucha el ruido de pasos apresurados subiendo las escaleras. Segundos después Jhon llega a la habitación de Paula, me encuentra y me da un fuerte abrazo. Disimuladamente lo empujo y él hace como si no lo notara.

—Toma. -Me entrega una caja gigante.

—¿Qué es? —pregunto. En todo el tiempo que he estado aquí, nunca me había comprado algo así. Solo algunas prendas para usar diariamente.

—Ábrelo. -Me sonrió. —Te encantará.

Sin hacerlo esperar más para que no se enoje, abrí el empaque. Este contenía un vestido negro manga tres cuartos, algo pequeño.

—Tú...¿quieres que me ponga esto?

—Claro. Sino por qué lo compraría.

—Pero es demasiado corto.

—No. Eso se ajustará a tu cuerpo. Además te pondrás un abrigo encima, no pasa nada.

Me quedé en silencio, observando el vestido. Este no es mi estilo.

—Bueno, tengo que hacer. Ponte ese vestido y espérame lista a las 6 pm en la puerta. Vendré a recogerte.

****

Horas más tarde, Jhon apareció en la puerta vestido en un terno negro con una corbata color azul marino. Había algo extraño en su sonrisa, como si estuviera guardando algún secreto.

Miré detrás de él, donde estaba estacionado una limusina color negra.

—¿De quién es ese carro?

—Por esta noche es nuestra, princesa.

—No me llames así, Jhon —dije e intentando de alejarme, me dirigí en paso rápido a la limusina.

—¿Entonces debería seguir llamándote amor?

Lo ignoré y al querer abrir la puerta, un señor apareció en mi delante y la abrió por mí.