"Ella"
Hace 6 años
Una semana después de que Bruce despertó, todo cobró sentido. Logré construir el rompecabezas y saber que había sucedido en realidad.
No teníamos pruebas contundentes como para armar un escándalo o averiguar quienes más aparte de la policía estaban unidos a Jhon; el celular de Bruce había desaparecido después del accidente y las fotos que él decía haber tomado de mi acosador desaparecieron en este.
En estos días, todo estaba completamente tranquilo. Aprovechando eso, pasé la mayor parte de mis días al lado de mi prometido. Sabía muy bien que la causa de que él estuviera en ese estado era yo, por lo tanto le debía toda la atención posible.
En esa semana lo escuché, lo cuidé y lo amé como nunca antes. Probablemente de ahora en adelante me quedaba poco tiempo a su lado. Sabía muy bien que lo mejor seria desaparecer ahora; pero... ¿cómo podría desaparecer así sin más? No sería nada amable de mi parte si no lo ayudaba con su rehabilitación. Además ahora que tenía a su hijo dentro de mí, irme sonaba realmente egoísta por más que él no tuviera conocimiento sobre el tema.
Hasta el momento, Bruce no se había enterado que yo al igual que él, me encontraba internada en el hospital. Había intentado salirme, pero la enfermera me dijo que no era recomendable. Me encontraba en los primeros meses de embarazo y mi bebé ya estaba sufriendo demasiado al tratar de sobrevivir. Si de verdad quería lo mejor para él, debía quedarme; pero al mismo tiempo debía poner mis reglas si iba a decidir aquello.
Amaba a Bruce y sabía que él me necesitaba más que nadie, pero mis amigos me han ayudado todo el tiempo arriesgando sus propias vidas por mí. No podía elegir solo a uno de ellos. Hasta ahora ninguno de ellos había aparecido físicamente delante de mí, pero los conocía bien como para saber que si ellos no venían era porque algo los estaba deteniendo. Algo de lo que yo no era consciente.
Día tras día, intentaba comunicarme con Ian. Durante las noches, lo buscaba en todos los lugares que me imaginaba podía estar; como su casa, el departamento secreto, la casa de Eduardo y de Tatiana, etc. Yo pensaba que si no los encontraba a ellos, mínimo hallaría algún mensaje para descifrar o un número de celular; pero todo fue en vano.
No estaba segura si era yo la que no había buscado bien. ¿Qué pasaba si algo realmente malo les había ocurrido? No quería pensar en que ellos eran capaces de dejarme sola en el momento más crítico. Ellos no lo harían, los conozco. ¿Verdad?
—¿Amor? -Levanto mi mirada al escuchar la voz de Bruce. —¿Estás pensando en ellos, verdad?
—Sí —respondo en voz baja.
—Ellos estarán bien. No te preocupes demasiado, no es bueno para tu salud.
Suspiré. —¿Cómo estás tan seguro? ¡¿Cómo podemos confiar en que Jhon no les ha herido?! ¡Tú NO ENTIENDES! —grité. Malditas hormonas.
Él no respondió y mucho menos se acercó a abrazarme como siempre solía hacerlo cuando me ponía histérica. Traté de calmarme sola rogando de que estos cambios de humor sean cosas pasajeras.
—¿Te calmaste? —preguntó.
—En eso estoy —dije irritada. Odio esto. ¡Odio no saber que ha pasado con los chicos y odio que estés postrado en cama y no puedas darme ni un simple abrazo! ¡No debería ser tan difícil-!
—¡¡Señorita!! —me interrumpió un pequeño grito por parte de la enfermera. Al principio no entendía por qué ella estaba alzándome la voz, hasta que vi la cara de Bruce y todo cobró sentido. Oh, joder. ¿Qué acabo de decir en voz alta?
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Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRO
Novela JuvenilBruce fue un iluso al creer que ambos iban a estar juntos para siempre. Cuando él creía que todo estaba perdido, la vida sintió piedad y le dio la oportunidad de conocer a la persona que por primera vez lo haría feliz. Este mundo es real y aqu...