CAPÍTULO 1
"Ella"
Hace 1 año
Querido Bruce,
Te escribo esta carta para pedirte perdón. Perdón por irme. Perdón por dejarte.
Mi hermana Tatiana me contó todo. Me dijo todo lo que tuviste que pasar por mi culpa. Enserio, perdón.
No estoy segura de nada estos días. Ni siquiera sé si te mandaré esta carta, porque no quiero decirte excusas. Lo que hice estuvo mal, ya que, a pesar de que no quise irme en primer lugar, no hice nada por quedarme a tu lado. Tuvieron que pasar años para volver a casa cuando sé que podría haberlo hecho mucho antes, pero lo hecho está hecho.
Lo único que sé es que te amé de verdad. Nada fue un engaño. Desde que te conocí hace 11 años sabía que si salíamos seríamos una de las parejas más compatibles. Apenas vi tus ojos, llamaste mi atención y estoy segura que, si te viera de nuevo, seguirías cautivándome con tu personalidad.
Quisiera que recuerdes los buenos momentos. Nunca olvidaré nuestros momentos juntos, ya que han sido los que me han mantenido con vida hasta el día de hoy.
Tú sabes que desde que era muy pequeña tuve la capacidad de darme cuenta como es una persona por su forma de hablar y de actuar. Reconocía muy bien cuando alguien me mentía, cuando alguien era hipócrita o cruel. Y yo era consciente que tú no eras nada de eso, sino todo lo contrario. Tú eras la definición de chico bueno estereotipado. No sé como serás ahora, pero estoy segura que has hecho lo que era mejor para sobrevivir.
No tengo idea de donde saqué fuerzas aquella primera vez que decidí hablarte cuando estudiábamos juntos. Fue raro sentir esas extrañas ganas de conocerte. Nunca creí en el amor, pero tú me hiciste cambiar mi forma de ver las cosas. Por ello, lo siento tanto por haberte decepcionado. Mas porque soy consciente de que yo fui la que buscó enamorarte.
Sé que fue difícil para ti abrirte conmigo cuando no confiabas en nadie. Lo sé porque yo era igual. Quiero pedirte perdón y de paso decirte que en ningún momento quise jugar contigo. Tuve que irme, porque de lo contrario estarías en peligro.
Antes me describías como única. ¿Te acuerdas? Ojalá algún día me perdones y vuelvas a verme así.
Por lo que me cuenta Tatiana, has mejorado bastante después del trauma que te causé al irme. Por ello, no quisiera volver a tu vida porque me da miedo que tu depresión vuelva, pero tengo que hacerlo.
Lo siento tanto, Bruce. Sé que las cosas serán distintas ahora que me ocupé de lo que me mantenía lejos de ti. La verdad tengo miedo de que no logremos llevarnos bien después de todo esto. Prometo darte el tiempo que necesites.
Con amor...
—No. Mejor no le envío nada.
—A ver, déjame leerlo —dijo Tatiana levantándose de la cama y acercándose al escritorio para tomar lo que estaba escribiendo.
—No —Le di una palmada en su mano—. No lo leas. Será mejor que lo bote.
—¿Por qué no le das una oportunidad a Bruce? Puede que cuando sepa todo te perdone y pueda aceptar tu propuesta —dijo mi hermana con una voz melancólica.
—Es que no sé si quiero que me perdone. Tal vez estamos mejor así. Paula es muy pequeña todavía y no sé si esté lista para saber la verdad.
—¿Te estás escuchando? ¡Estás diciendo que Paula no está lista cuando tú eres la que no lo está!
—¿Mamá? —dijo Paula entrando a la habitación. Tenía los ojos desorientados por recién haberse levantado.
—Dime, mi niña —respondí. Ella extendió sus brazos hacia mí haciendo el ademán de que quería que la cargue.
Una vez que tuve a Paula en los brazos, miré a Tatiana. —No le vayas a decir a nadie que estoy aquí —le dije a mi hermana con tono amenazador.
—No es necesario. Supuestamente ni existes. Nadie te está buscando y si les digo que estás aquí me mirarían con cara de loca.
—¿Eduardo sabe...?
—¿Mi pareja? No. No lo sabe.
—Gracias —dije con tono aliviado.
—No me lo agradezcas, pero tarde o temprano se tiene que enterar. Es mi pareja y no quiero que seas causante de discrepancias entre nosotros. Sabes que la honestidad es clave en una relación. Está bien que seas mi hermana, pero...
—Lo sé. Solo un tiempo más hasta que decida qué hacer con Bruce.
—Él necesita la verdad, hermana. Él no es un mal chico y creo que no es justo que piense que lo dejaste por cuenta propia. No quiero que piense que eres una mala persona.
Asentí. Tampoco quería que piense mal de mí, pero decir la verdad era demasiado complicado para alguien como yo que solo quería olvidar todo lo malo.
—No solo se trata de ti ahora. Paula necesita vivir una buena vida rodeada de gente que la ama. El entorno en el que se ha criado hasta ahora no ha sido el mejor que digamos y tú más que nadie lo sabe.
Asentí nuevamente. Tatiana tenía razón. Miré a Paula durmiendo en mis brazos. Ella se merecía todo lo mejor del mundo y hasta ahora solo le había dado lo peor.
—Dame unos días más. Prometo ordenar mi cabeza.
—Sé que no es fácil para ti y que no es lo mismo que me cuentes las cosas en comparación con vivirlas.
—No sientas pena por mí —dije riéndome.
—No es pena. Estoy... molesta. No contigo, pero con...
—Lo sé —dije interrumpiéndole.
—Si no fuera por él... estarías viviendo una vida normal con Bruce y Paula —siguió.
Me reí. No quería llorar o sentirme miserable así que me reí.
—Ojalá te hubiera protegido mejor como hermana mayor que soy...
—Detente —la interrumpí—. Nunca vuelvas a decir eso. Tú no tuviste la culpa de nada —mi tono de voz emanaba seriedad.
Ahora ella fue la que asintió. —Lo siento, no puedo evitar pensarlo a veces. Pero como ya te dije, Bruce necesita saber todo lo que yo sé. Si no le dices nada, lo haré yo.
—Está bien. Prometo dar lo mejor de mí en esto —Miré a Paula y suspiré—. Por el bien de nuestra hija, lo prometo.
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Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRO
Ficção AdolescenteBruce fue un iluso al creer que ambos iban a estar juntos para siempre. Cuando él creía que todo estaba perdido, la vida sintió piedad y le dio la oportunidad de conocer a la persona que por primera vez lo haría feliz. Este mundo es real y aqu...