Tatiana
Hace 4 años
Bruce estaba muy mal.
Al enterarse de la muerte de su prometida, él no quería creerlo. Dime, ¿quién sí? Es horrible enterarte de la muerte de un ser querido con el que has pasado tantos momentos preciosos. Y es mucho más horrible aún, perderla de un momento a otro.
Al inicio, yo no podía lidiar con eso. Enterarme de aquello fue como si una bomba explotara en mi interior. La persona a la que más amaba, aparte de mi hermano, se había ido y para siempre.
Se me paso por la cabeza que todo podría haber sido un engaño de Jhon para que dejemos de buscarlo. Quería creer eso y entonces puse en marcha mi plan.
Nadie tenía conocimiento de que ella estaba embarazada; solo nosotras dos. Así que sabía que Jhon no podría saberlo, por lo tanto si ese era un cadáver cualquiera, lo descubriría.
Días después del suceso, cuando los resultados de sangre salieron, fui a preguntar al médico forense todos los detalles que se había guardado. Le dije que ella era como mi familia, así que merecía saber toda la verdad.
Cuando el doctor me dijo de que ella estaba embarazada y que tenía pocos meses, perdí toda esperanza de que ella estuviera viva. La noticia me desequilibró bastante, tanto que mi hermano me empezó a dar pastillas para dormir todo el tiempo.
Dormía todo el tiempo. Solo me levantaba cuando el efecto de la pastilla pasaba. Comía un poco y me tomaba otra pastilla al instante.
Mi organismo no estaba preparado para escuchar aquellas palabras tan viles y agrias. Ella se había suicidado. Todo había sido su decisión. Pero... No la culpo. Yo he sufrido bastante físicamente gracias al estúpido bastardo de Jhon; por otro lado, en su caso no fue así. Fue diferente. Todo lo que yo sufrí por fuera, ella lo sufrió por dentro.
Su vida no ha debido sentirse como tal. Ella era prisionera de su pasado.
Por otra parte, mi hermano estuvo triste al principio. Ella fue su primer y único amor. Ian nunca quiso estar con alguien más que no fuera ella. Se complementaban tan bien, que a veces sentía que ellos estaban saliendo a escondidas mías. Sufrió mucho el primer mes pero luego cayó en cuenta de que donde quiera que estuviera, sería mucho mejor que en este lugar.
Eduardo, su mejor amigo, estuvo muy deprimido por meses. Ellos se conocieron cuando Ian y yo no pudimos estar a su lado. Estoy muy agradecida de que se hayan conocido.
Si no fuera porque ella se hizo su amigo, yo no hubiera conocido a Eduardo de la manera que he logrado hacerlo. Si no fuera por ella, no sé si hubiera podido encontrarlo. Para mí, él es mi mundo. Por fin, logré enamorarme.
Sé que para algunos eso podría ser un tormento, pero no para mí. Yo no trato de evitar lo inevitable. Todos se enamoran algún día, solo que encontrar a una persona que merezca tu amor es complicado. Felizmente yo lo encontré a él.
Cuando se me acabaron las pastillas de dormir, Eduardo fue el que me trajo de vuelta a la realidad. Juntos salimos adelante y decidimos que lo mejor era dejarla ir. Eso es lo que ella hubiera querido; nunca le gustó herir a la gente.
Meses pasaron, Eduardo e Ian por alguna razón no querían ir a ver a Bruce. Decían que no tenían la valentía necesaria para poder mirarlo a los ojos. En parte, tenían razón pero en mi opinión, ellos debían haberlo apoyado más.
Yo no me había dado cuenta de la gravedad de lo que estaba pasando en el interior de su cabeza. Pensé que Bruce se encerraba solo porque era su manera de superarlo.
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Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRO
Novela JuvenilBruce fue un iluso al creer que ambos iban a estar juntos para siempre. Cuando él creía que todo estaba perdido, la vida sintió piedad y le dio la oportunidad de conocer a la persona que por primera vez lo haría feliz. Este mundo es real y aqu...