Cuando ella decidió irse [COMPLETA-EN EDICIÓN] - 1ER LIBRO

Capítulo 30

Bruce

Hace 5 años

Aquel día, cuando recibí aquella noticia, en ese preciso momento, creí que yo había hecho algo mal; que tal vez no había luchado lo suficiente contra Jhon; que podría haber hecho mucho más para evitar esto.

Según Tatiana, la policía no era confiable; pero los de criminalística confirmaban su versión de las cosas. ¿Qué debía hacer? ¿Creerles o no hacerlo?

Ella, mi amada, mi prometida, se había suicidado. Creí que la conocía bien; pensaba que si le decía que yo luchaba cada día de mi vida por ella, ella haría lo mismo por mí. Que equivocado estuve.

Tenía prohibido salir del hospital debido a mi tratamiento; pero cuando esto sucedió Tatiana se ofreció a llevarme. Ambos llevamos identificaciones falsas y nos cubrimos el rostro lo más que pudimos. Al llegar a la escena del crimen, nos encontramos con Ian y Eduardo.

Me saludaron y me dieron el pésame. Yo no lo podía creer, tenía que ser mentira todo lo que esos corruptos policías me estaban diciendo. Esas ideas se hicieron polvo una vez que vi aquel collar alrededor del cuello de lo que solía ser una persona pero ahora no era más que un esqueleto cubierto de cenizas.

Ese collar yo se lo había regalado cuando cumplimos un año y desde ese entonces ella siempre lo llevaba puesto.

—¿Qué es lo que le ha pasado? —pregunté a uno de los investigadores de la escena. Había escuchado varias veces lo que había sucedido, pero quería asegurarme de que todo lo que me decían concordara.

—Es un suicidio. La persona al parecer iba manejando; los testigos dicen que se estacionó en el lugar y de pronto escucharon un estallido.

—¿Cómo se produjo el fuego?

—Al parecer ella roció gasolina dentro del auto y sobre ella, antes de prender un fósforo y dejarlo caer.

—¡ESO ES MENTIRA! ¡ELLA NO ME DEJARÍA ASÍ! —grité desesperado. Este no podía ser el final.

—Lo siento, joven. Me temo que así es.

—¡ELLA ME DIJO QUE ESTARÍA BIEN! ¡ELLA ME DIJO QUE ME AMABA!

—Hey, cálmate —dijo Tatiana—. Debes mantener la guardia baja. Sabes que no podemos dar a conocer tu identidad —susurró ella en mi oído.

—Ella no lo haría, Tatiana. Tú lo sabes muy bien. -Empezaba a sentir un dolor fuerte en el pecho. ¿Así se siente ser decepcionado?

—Nosotros no sabemos lo que ella estaba pensando. Solo las pruebas nos dirán la verdad.

—Tatiana, tiene su collar. ¡Ese es su collar favorito! Por favor, no dejes que se lo lleven. -Me sentía morir.

—Yo me ocuparé de eso, ¿sí? Sigue llorando, llora todo lo que puedas. Retenerlo no te hace bien en tu estado. -Colocó su mano sobre mi cabello y empezó a acariciarlo en gesto de consuelo.

—Ella me dejó, Tatiana. ¿Por qué lo haría?

—No lo sé. Pero prometo que lo averiguaré por ti. Por ahora lo mejor es llevarte de vuelta. Necesitas descansar.

****

Días después, recibimos noticias del médico forense. Los resultados de ADN indicaban que todo era cierto, era ella. Tatiana me dijo que tenía una forma de asegurarse si el médico mentía o no, no me dijo sobre qué se trataba, pero cuando vino a verme me dijo que lo sentía.

Todo este tiempo creyendo tanto en una sola persona, amándola, teniéndola a mi lado; me había vuelto muy dependiente, que sentía como si nunca podría recuperarme de esta.