Teenage Dream • jb [1]

Once; Reencuentro

Moví la cabeza al ritmo de la melodía que los músicos estaban tocando. Me gustaba.

Cuando terminaron aplaudí contenta.

—Está genial chicos, habéis hecho un trabajo estupendo con los arreglos. —Sonreí felicitándoles.

—Gracias —Sonrió Logan, el guitarrista—, pero la verdad es que Justin nos ayudó bastante.

Mi sonrisa se borró al instante en cuanto escuché su nombre.

—¿Justin? —Fruncí el ceño.

—Sí, estuvo aquí con nosotros y nos ayudó a ultimar algunos detalles.

Me giré hacia mi manager, esperando una explicación a lo que me acababan de decir. Él solo se encogió de hombros.

—Scooter me dijo el otro día que ya había vuelto de Europa, creía que ya lo sabrías y por eso no te dije nada.

—No —Suspiré mirando mi móvil—, no sabía nada.

—Oh bueno... pues mañana tenemos una reunión con él y Scooter.

—¿También supusiste que yo lo sabía? —Le miré alzando una ceja.

—No, he acordado la reunión hace un rato con Scooter, pero como estabas pendiente de otras cosas no te lo he dicho.

—Oh... —Aparté la vista.

—Blair, deberías irte ya. Son casi las dos de la mañana y la reunión de mañana es a las once, llevas ya varias horas en el estudio.

—Está bien —Asentí—. Muchas gracias chicos. —Me giré hacia los músicos, dedicándoles una pequeña sonrisa.

Tras una breve despedida salí del estudio junto con Cole y Rick.

—Acuérdate, a las once en la sala tres. —Me recordó mi representante una vez en el aparcamiento.

—Tranquilo, esta vez no me equivocaré —aseguré.

—Y si no ya me encargaré yo de que no se pierda. —Se burló Cole.

—Que gracioso —dije sarcásticamente.

—Anda, descansa. —Me deseó Rick tras darme un abrazo.

—Tú también —dije antes de entrar al gran coche en que Cole me llevaba a todas partes.

Una vez me acomodé en uno de los asientos traseros saqué mi móvil del bolso y tras dudar unos segundos lo desbloqueé y entré a la aplicación de mensajes. Bajé un poco hasta dar con mi conversación con Justin y sin pensarlo mucho más empecé a escribir.

Vaya, anda que avisas de
que estás de vuelta...

Volví a dejar el teléfono dentro de mi bolso y apoyé mi cabeza contra la ventanilla, observando como las luces de las farolas pasaban a nuestro lado.

"Blair... Blair...", escuché una voz lejana llamarme.

Poco a poco fui abriendo los ojos y cuando conseguí enfocar la vista me encontré con Cole a unos centímetros de mí.

—¿Qué pasa? —Froté mis ojos.

—Ya hemos llegado a casa, te habías quedado dormida. —Sonrió.

—Oh... —Asentí y me desabroché el cinturón antes de coger mi bolso y bajar del coche— Gracias por traerme.

—Siempre me dices lo mismo y yo te contesto igual: es mi trabajo. —Rió.

—Pues descansa un poco, ¿vale?

Él asintió.

—Estaré aquí a las diez y media para llevarte a la discográfica.