Teenage Dream • jb [1]

Cuarenta y cuatro; Dormilona

Blair's POV:

Me encontraba en el backstage, viendo a Justin cantar su última canción a través de los monitores que había allí. Al principio —tras haberme duchado y cambiado— había visto el concierto junto al público, pero cuando empezó a formarse algo de revuelo Cole me sugirió que sería mejor hacerlo desde detrás del escenario, tal y como había hecho Justin conmigo.

Sonreí al recordar mi actuación. Había estado muy nerviosa durante todo el día, tanto que incluso me había roto frente a Justin, revelándole el principal motivo de mis nervios. Sin embargo, él me había tranquilizado y al saltar al escenario no había ido tan mal como yo lo pintaba en mi mente; de hecho, había podido sentir el calor del público y me había hecho muchísima ilusión escucharles cantar mis canciones. Tras las primeras estrofas de The Heart Wants What It Wants había empezado a dejar de lado mis nervios y me había centrado en disfrutar al máximo de aquello.

Vi a Justin despedirse del público y segundos después entró al backstage. Intercambió algunas palabras con algunos de sus bailarines antes de fijar su vista sobre mí.

—Hey, te he perdido de vista a mitad del concierto.

—Hmmm... ¿Me tenías puesto el ojo encima? —Sonreí de medio lado levantándome de la silla en la que me había sentado.

—Igual que tú a mi ropa. —Señaló la sudadera que ahora llevaba puesta.

—Te la has dejado en mi camerino, tenía derecho a cogerla. —Me encogí de hombros.

—Vaya, ¿desde cuándo la cosa funciona así? —Sonrió.

—Desde que lo digo yo. —Me encogí de hombros haciéndole reír.

—Anda, vamos que aún tengo que ducharme y cambiarme. —Pasó su brazo por encima de mis hombros y me guió hacia donde se encontraban los camerinos.

—Durante el concierto he vuelto al backstage porque ha empezado a formarse algo de barullo y Cole ha pensado que era mejor que me quedase detrás del escenario.

—¿Ha habido algún problema? —Frunció el ceño mirándome.

—No, no —Negué rápidamente—. Todo bien. —Le sonreí.

—He visto que te lo pasabas bien. —Me miró alzando una ceja.

—Es que me lo he pasado bien —Me encogí de hombros—. ¿Se supone que no debería hacerlo?

—Por supuesto que debes pasártelo bien, pero parecías más emocionada que algunas de la primera fila.

—Te aseguro que muchas de esas que están en primera fila no deben saberse más de tres canciones. —Esbocé una mueca.

—Ah, ¿sí? —Frunció el ceño—. ¿Cómo lo sabes?

—Porque me fijo en esas cosas. Justamente había una detrás de mí que estaba más preocupada de hacerse fotos que de otra cosa. ¿No te has dado cuenta?

—Es que era más divertido verte a ti bailar. —Se burló ganándose un manotazo por mi parte.

—A partir de ahora no veré más tus conciertos.

—Anda, no te enfades. —Besó mi mejilla haciéndome sonreír.

Abrió la puerta de su camerino y me hizo entrar con él, cerrando la puerta tras de mí y apoyándome contra ésta.

—Hoy me has tenido bastante abandonado —Apoyó sus manos a los laterales de mi cabeza—. No era esto lo que tenía en mente cuando me enteré de que te unirías a la gira.