Teenage Dream • jb [1]

Veintiuno; Trabajo

Justin's POV:

Me dejé caer al suelo cuando la coreografía terminó, hecho polvo. Los aplausos de mis bailarines resonaron en la sala y Nick me tendió su mano para que me levantase. Yo la acepté sonriente y cogí algo de impulso para ponerme de pie de nuevo.

—Está quedando genial chicos. —Les felicité a todos aún con una sonrisa plasmada en mi rostro, aplaudiendo también.

Los ensayos de la gira seguían y, aunque hasta el momento gran parte de las coreografías las había aprendido junto con Nick solo, hoy había empezado a ensayarlas con los bailarines también.

—Muy bien chicos —habló ahora mi coreógrafo—. Es hora de tomarnos un descanso, nos vemos aquí a las tres, ¿de acuerdo?

Miré la hora que marcaba el reloj, era casi la una y mis bailarines llevaban allí desde las ocho y media de la mañana, yo había llegado una hora más tarde. Ventajas de ser el jefe.

Algunos suspiraron aliviados por las palabras de Nick y otros se limitaron a contestar con un murmuro o un asentimiento de cabeza.

Me dirigí hacia el espejo que tenía delante y cogí mi botella de agua, para darle un largo trago. También limpié el sudor de mi frente con una toalla.

Sentí unos golpes en la espalda y al girarme topé con un sonriente Johnny.

—¿Qué tal jefe? —bromeó cogiendo él también una botella.

—Cansado —admití.

—Oh, vamos... —Esta vez fue Jon quien habló, acercándose a nosotros— Tampoco ha sido para tanto, en los conciertos morirás asfixiado si no te pones en forma.

—Estoy en forma, pero tres horas sin parar agotan a cualquiera. —Me justifiqué, dándole un nuevo trago a mi botella.

—Ya, pero tú has acabado por los suelos —Me picó Johnny—. Pero oye, que es normal, los años no pasan en vano.

—Cabrones... si vosotros sois mayores que yo.

—Pero nos mantenemos en forma —apuntó Jon y ambos rieron.

Yo sonreí negando con la cabeza, prefiriendo dejar correr el tema.

—Vaya, ¿os estáis metiendo con Justin sin mí?

—El que faltaba... —Me giré hacia mi coreógrafo— ¿Qué me vas a decir tú? —Abrí los brazos, como si estuviese esperando un golpe.

—Ahora mismo nada... pero déjame cinco minutos para pensarlo. —Rió junto a los chicos.

—Creo que a veces se os olvida que soy vuestro jefe. —Colgué la toalla sobre mi hombro.

Los cuatro nos dirigimos hacia la puerta de la sala de ensayos.

—Nah... Lo que pasa es que no te tenemos ningún respeto —bromeó Jon.

De nuevo agité la cabeza.

—Voy a dejar correr todo esto porque me habéis pillado de buen humor... —Les advertí.

—Si que es verdad que se te ve contento, sí. —Coincidió Nick conmigo.

Como para no estarlo después de lo que había pasado el domingo.

—¿Qué te tiene tan alegre? —Quiso saber Jon.

—Nada que os interese. —Me limité a contestar.

—Entonces creo que ya sé qué es —Intervino Johnny— y créeme, tampoco queremos detalles. —Hizo aspavientos con sus manos y los otros dos rieron.