Teenage Dream • jb [1]

Veinticinco; ¿Voy bien?

Solté un fuerte suspiro cuando puse un pie en tierra. Acababa de salir de un vuelo de más de cinco horas y, por muy cómodos que fuesen los asientos en primera clase, me dolía todo el cuerpo.

—Me encanta Miami —comentó Liv a mi lado, mientras nos dirigíamos a la zona en que tendríamos que recoger nuestras maletas.

—Ni siquiera hemos salido del aeropuerto —dije divertida.

—Pero yo hablo por cuando vine aquí con Dan.

—Perdona, pero estoy bastante segura de que tus únicos movimientos fueron de la playa que teníais delante a la cama —bromeé.

—Pues no —Frunció el ceño—. También pasamos por el comedor, la cocina, la duch-

—Vale, vale —La detuve—. Lo he captado, no necesito crear depende que imágenes en mi mente.

—Quizás así puedes coger ideas para Justin. —Codeó mi lado divertida, pero yo la hice callar enseguida.

—Cuidado con lo que dices. —Miré de reojo a mi representante, pero él estaba muy ocupado hablando por teléfono.

—Oh, por Dios —Rodó los ojos—. Podría chillar a los cuatro vientos que te lo estás tirando y él estaría demasiado absorto en su conversación como para enterarse. —Agitó con la mano con desdén.

—Bueno, pero el resto del mundo si lo haría así que mejor calladita.

—Tampoco se enterarían —Se burló—. Lleváis casi un mes con esto que os traéis y las únicas fotos que os han sacado juntos han sido las de ese día que fuisteis a correr y aquel día que nos lo encontramos de casualidad en el restaurante.

—Sabemos escondernos bien. —Sonreí satisfecha por ello.

En estas dos semanas Justin y yo habíamos seguido viéndonos y en esta ocasión con más frecuencia ya que yo no tenía tanto trabajo y el poco que tenía era en Los Ángeles

—Iré a por las maletas —Nos avisó Cole—, vosotros esperadme aquí por si hay prensa.

—Iré a echarte una mano —dijo Rick, aún sin despegar su oreja del teléfono.

Mientras les esperábamos me dirigí hacia una de las amplias paredes de cristal que te permiten ver la pista de aterrizaje y los aviones despegar. Liv no tardó demasiado en ponerse a mi lado.

—¿Has hablado con Justin?

Yo la miré extrañada.

—No desde ayer, ¿por qué?

—No me refiero a eso —Agitó la cabeza—. Me refiero a si habéis hablado de vosotros.

—Oh... —Volví la vista hacia el frente— No, no hemos hablado de eso.

—Así que no tienes ni idea de qué sois...

—Somos amigos con beneficios. —Me encogí de hombros.

—Ya, pero ¿dónde están los límites? ¿Es algo exclusivo o podéis tener más "amigos"? —Dibujó las comillas en el aire— ¿Realmente sois solo eso? No sé Blair, hay un montón de preguntas. —Dejó caer sus brazos.

Fruncí el ceño ante lo que mi amiga acababa de decir.

—No había pensado en todo eso... —confesé.

—Pues quizás deberíais empezar a hacerlo.

—Así estamos bien —La miré—. No creo que haya necesidad de complicar las cosas.

Por la mirada que me dedicó mi mejor amiga supe que no estaba para nada de acuerdo con lo que acababa de decir.

—Haced lo que queráis, pero yo te recuerdo que en nada Justin empieza su gira y tu más de lo mismo.