Doce; Cuatro de julio

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Retiré las gafas de sol de mis ojos y las coloqué sobre mi pelo aún algo húmedo. Quité los auriculares de mis oídos y miré a Kendall que aún tomaba el sol a mi izquierda.

—Mmm... Kendall. —Me incorporé en mi tumbona y me senté encarándola.

—¿Mhm? —murmuró ella girando un poco la cabeza para mirarme.

Mordí mi labio, no muy segura de cómo hacer la pregunta.

—Te... ¿Te dolió?

Ella frunció el ceño al no entender a qué me refería y levantó un poco sus gafas, para poder verme por debajo de éstas.

—¿El qué? ¿Perder la virginidad? —Rió bromeando.

—No —Agité la cabeza riendo también—. Hablo de tu piercing.

—Oh... —Hizo una mueca— Bueno, desde luego no es agradable... Pero no es tan terrible como lo pueden pintar, aunque claro, eso también depende de la persona. ¿Por qué preguntas? ¿Tienes pensado hacerte uno? —Se sentó también, ahora más interesada.

—Llevo tiempo pensando en ello, pero lo del dolor me echa bastante para atrás. —Hice una mueca.

—Siempre puedes pedir que te pongan anestesia tópica —sugirió—, pero el dolor es un momento en realidad.

—¿Y los siguientes días?

—Los primeros días si que es algo molesto porque está algo inflamado, pero un poco de hielo siempre ayuda —Me quedé pensativa unos segundos—. Si quieres puedo llevarte a donde me lo hice yo.

—¿En serio?

—Claro —Asintió sonriente—. El sitio es de un amigo mío.

—Pues eso estaría genial. —Sonreí también.

—Estupendo, pues ya quedaremos.

—¿Quedar para qué?

Kylie y Liv llegaron a nuestro lado. Ambas estaban completamente empapadas e intentaban escurrir su pelo al máximo.

—Para que Blair vaya a hacerse un piercing como el mío —contestó Kendall contenta antes de que me diese tiempo a decir nada.

—¿En el pezón? —Su hermana me miró curiosa y yo asentí algo tímida.

—Hace tiempo que lo quiere, ¿al final te has decidido? —Liv se sentó a mi lado.

—Supongo que sí. —Me encogí de hombros.

—Hmm... ¿Alguien te ha hecho cambiar de opinión? —preguntó Kylie juguetona.

Liv me miró divertida, pero por suerte no mencionó a quién estaba segura de que rondaba por su cabeza.

Como me había prometido en aquella comida, el sábado fue día de chicas, lo que implicó someterme a todo un interrogatorio tras el cual no me quedó otro remedio que desembucharlo todo cuando llegamos a casa después de pasar todo el día junto con Faith.

—No, no. —Me apresuré a decir.

—Ya... Seguro. —Rió y las chicas se unieron a ella.

—Sois de lo que no hay. —Negué con la cabeza.

—Sabes que es broma —aseguró Kendall.

—Ya, ya... —Rodé los ojos.

—Entonces... ¿Te parece bien quedar pasado mañana? —propuso.

—¿Tan pronto? —Probablemente palidecí un poco.

—Cuanto antes mejor, así no le das muchas vueltas al asunto.

Teenage Dream • jb [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora