Sesenta y cuatro; ¿A dónde vamos?

7.2K 447 903
                                    

—Entonces, ¿viene a buscarte él? —Me preguntó mi representante tras recoger todo nuestro equipaje.

—Mhmm... —Asentí yo algo distraída mientras le escribía un mensaje a Justin diciéndole que ya habíamos llegado.

Mientras nos encontrábamos en el avión me había enviado uno para decirme que había prensa por allí y sería mejor que me esperase en el coche.

—¿Y a dónde vais?

—No tengo ni idea —Me encogí de hombros—, supongo que a su casa.

—¿Irá Cole contigo? —Miró a mi guardaespaldas que iba por detrás nuestro con nuestro equipaje sobre un carrito.

—No, Mikey y Evert ya estarán con nosotros. Quiero darle un descanso a Cole —Le dediqué una sonrisa que él correspondió—. Hace mucho que no ve a su novia. —Reí.

Sin embargo, mi risa cesó en cuanto atravesamos unas puertas corredizas y los flashes empezaron a saltar. Enseguida Cole se puso a mi lado, cediéndole el carro con el equipaje a Rick y empezó a abrirnos paso hasta que llegamos al exterior.

—Allí. —Señalé con la cabeza hacia el gran furgón negro que había aparcado justo donde Justin me había indicado.

Justin me debió ver llegar porque cuando aún estábamos a unos metros la puerta trasera más cercana se abrió, aunque no lo suficiente como para que se pudiese ver el interior.

Cole se apresuró a ayudarme a entrar y después cerró de un portazo. Cuando me volví hacia mi derecha vi a Justin, que cubría su cabeza con la capucha de su sudadera.

—Hey...

Apenas le dejé terminar y me abalancé sobre él para unir nuestros labios, pero nuestro beso se vio interrumpido por el ruido de la puerta del maletero abriéndose. Rápidamente me aparté de él y de reojo pude ver por detrás de Cole y Rick —que estaban guardando mi equipaje— como sacaban fotos y grababan. Mordí mi labio y me volví hacia Justin de nuevo que estaba mirando en la misma dirección que yo, pero enseguida se giró hacia mí esbozando una pequeña sonrisa. Por suerte, al agacharnos un poco los reposacabezas de los asientos nos tapaban y no podían vernos, además con aquella sudadera era bastante complicado que lograsen reconocerle.

—Nos vemos. —Se despidió mi representante antes de cerrar el maletero.

En cuanto eso sucedió Mikey arrancó el coche, para salir de allí.

—Ahora sí.

Volví a acercarme a él con una sonrisa y le besé de nuevo, esta vez en condiciones. Tiré de la tela de su capucha hacia atrás para poder quitársela y llevé mi mano a su nuca, acariciándola a la vez que profundizaba el beso. Al separarnos Justin apoyó su frente contra la mía, aún con los ojos cerrados.

—He echado esto de menos —susurró contra mi boca.

Yo sonreí y escondí mi rostro en su cuello, abrazándome a él. Sus brazos rodearon mi cintura acercándome a él y apretándome con algo de fuerza, gesto que me hizo mirarle algo extrañada.

—Hey, Justin —Acaricié su mejilla—. ¿Todo bien? —Fruncí el ceño.

Él asintió varias veces, con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro.

—Perfecto.

—¿Seguro? —Le miré no muy convencida.

—Sí. —Asintió una vez más antes de besarme, esta vez por menos tiempo.

—¿Intentas hacerme callar con besos? —Le miré alzando una ceja, pero sonriente.

—Puede ser —Sonrió contra mi boca— o quizás es solo que me gusta besarte. —De nuevo unió nuestros labios.

Teenage Dream • jb [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora