Capitulo 37

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-Él no me agrada mami. Me recuerda al tipo malo del cuento.  Bella estaría asustada si lo viera a aquí. 

-Emma, no seas mal educada. Él es un amigo de cuando iba en la secundaria. De seguro que bella lo entendería y le diría a la bestia que no le hiciera daño. ¿O no mi niña? - Le respondo a la pequeña niña.

-¡No! Papi me contó una historia fea de ustedes y él mami. ¡No quiero verlo mami! ¡No quiero! -Gritaba  a llanto. 

-¡Emma compórtate! 

-¡No quiero verlo! ¡No quiero! Él es malo, es un villano. ¡No quiero! 

La niña lloraba  agarrando a su peluche favorito de gato. Jamás llora de esa forma, la única vez que estuvo así fue cuando murió misty, su pez dorado, pero eso fue hace más de cinco meses. Estos casos son los que no sabes lo que hacer para que tu hijo deje de llorar y te desesperas. 

-¡Emma! no te hara daño, mi niña. Deja de llorar o llamare a tu padre. - Mal echo Brid, mal echo.

-¡Si! Llámalo, llámalo ahora. Dile que no quiero ver a este hombre en mi casa. ¡Llama a papi!

-No, no. Es esta ocupado en la oficina y... - Una mano cae en mi hombro y da un ligero apretón.

-Creo que debería irme, Brid. Emma debe tranquilizarse. 

-¡Tu no me dices que hacer! - Grita Emma tirando un jarrón que estaba a su lado por la cabeza. Alcanzo a agachar la cabeza y no me cae y por suerte a Claude tampoco. Hace un ruido seco en la pared.

¡La misma Actitud de su padre! ¡Y yo la tuve nueve meses y se parece a él! 

- Emma Ignacia Agreste Bonafonte. ¡A tu habitación Ahora mismo! Estas castigada y me llevare esto. - Digo quitando le el peluche que tanto adora. Forcejea conmigo pero logro quitárselo de sus brazos pequeños, pero da saltos para alcanzarlos. 

Su labio tiembla y se acuesta en el piso dando golpes con sus pies y puños a la baldosa. No tengo ni la menos idea de que hacer, jamás de los jamases a sus siete años Emma a echo rabieta de este grado. 

Pero paro...

Paro y se seco las lagrimas que caen por sus mejillas con las palmas y  me mira. Pero descubro que no me mira a mi, pues su mirada es de odio y desesperación. Mira a Claude. Y luego... Corre.

Corre a no se donde pero me limito a seguirla, debo dejarla tranquila. Me giro a darle una disculpa a la persona tras mio por el accidente del jarrón y el teatro que hizo mi hija, pero antes de abrir la boca, Emma se me adelanta. 

-Papi, ven por favor. Él hombre malo de tu historia vino a casa... Esta aquí con mamá.

Me giro rápidamente a ver con quien habla mi hija y efectivamente esta hablando por teléfono y sollozando. 

Lo astuta lo saco de mi... Claro. Si.

-Mami me quito mi peluche de Chat noir por que le tire un jarrón a este tipo feo papá, no me agrada.  Vuelve...

-¡Emma, cuelga el teléfono ahora!

-Te necesito...

Camino con pasos largo a ella pero antes de agarrarla tira el teléfono y corre hacía su habitación, levanto el teléfono pero la llamada ya esta cortada. Mis manos tiemblan. 

De echo, creo que tiemblan por que este hombre misterioso, recuerdo que siempre nos dice que si lo necesitamos, el correrá por nosotras. Pero... ¿Por que me asusto tanto? Emma dijo que lo necesitaba, me tiene a mi también. 

Decide Tu mismo: Un deseo Puede cambiar el destino. -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora