Capitulo 41

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"Buenas noches Aladdín."

Félix

Me removí inquieto en la cama sobando mis ojos con los puños por que me arden. El timbre suena y suena y al parecer nadie tiene la intención de abrir. Estoy agotado y muy cansado. Pero creo que es lo mismo. El caso es que no tengo intenciones de nada. 

Suena y suena una y otra, otra, otra vez. ¿Nadie tiene compasión de abrir la puerta? ¿Nadie tiene pena por el pobre Félix que no a dormido nada en todas las noches y que con suerte pudo descasar sus ojos casi tres horas? Al parecer no. Pero así es, no dormí nada esta noche pensando y lamentándome por lo de hace unos días, como podría ayudar o como descomponer ese maldito hechizo que me hizo perder a Bridgette

-¡Abran esa puerta! - Grite a quien me oiga. 

Escondí la cabeza entre las almohadas y para variar tape la almohada con mis sabanas, pero el sonido del timbre no dejaba de sonar. 

-Chico, creo que deberías levantarte - Me habla Plagg.

-No quiero y no lo hare, no lograras moverme de aquí.

-Si ella estuviera aquí te sacaría de las sabanas a almohadazos, luego harían una guerra y la llevarías por un helado. Amargado.

Justo cuando iba a preguntar de quien rayos habla, el timbre sonó de nuevo. Luego caí en la realidad, ayer cuando llegue, llegue tan enojado que envié a todo el que trabajara aquí a unas "Vacaciones" solo para no verle la cara a nadie y que nadie viera la mira. Mi padre con su secretaría están de viaje de negocios en Asia y estoy solo. Pero en eso el timbre deja de sonar. 

Resoplo con gusto. Estaré tranquilo y ahogándome solo. Me dispuse a cerrar los ojos y con suerte poder dormir un poco más. Pero sentí peso en mi espalda dando saltos. 

¡Que rayos!

-¡Despierta, despierta! ¡Debes despertar! ¡Lo lamento! ¡Vive de nuevo! - Gritaban encima mio. Estaba solo en casa. Quien rayos...

Me moví a todos lados de la cama con intención de ver a la persona que entro a mi casa pero me atasque con las sabanas. Cuando salí a respirar me interrumpieron con un beso y otro, y otro, y otro.

-Lo lamento de verdad Félix - Un beso - Lo siento - Otro beso - Espero que algún día me perdones - Otro más.

-¿Que haces aquí? - Pregunte sorprendido 

-No me habrías la puerta. Y cuando me iba gritaste que abrieran entonces supuse que estabas en tu habitación y subí por el árbol de tu ventana. Una vez me dijiste que lo usabas para escaparte de aquí. Me di la vuelta a a mansión, pero al parecer no hay nadie más así que no me preocupe por las cámaras.

Aun sorprendido, analizando las cosas, tengo a la persona quien la consideraba perdida el día de ayer, hoy, en mi cuarto besándome y pidiendo perdón ¿por que?

La afirme de la nuca y la acerque a mi, sus manos se entrelazó en mi cuello y cabello mientras la besaba con todo y pasión. Interrumpí su cavidad bocal al igual que ella la mía, puse una mano en su cintura acercándola más a mi si eso fuera posible, unas simples sabanas nos separaban uno del otro. Gemía en mi boca al igual que yo, mordía mis labios con dulzura. Estaba muy seguro que este día jamas llegaría, o tal vez estoy soñando y es producto de mi imaginación que esta dañaba por su perdida.

-Lo lamento Félix. - Susurro contra mis labios, que supongo que están un poco hinchados.

-¿Por que lo lamentas? - Susurre en los suyos.

-Por que estaba ciega, me manejaban como a un títere y  jugaron con mis emociones, pero aun así no te elije a ti, quien siempre has estado para mi no importa que. Y es por eso que me considero una torpe que se dio cuenta que estaba equivocada y muy enamorada.

Decide Tu mismo: Un deseo Puede cambiar el destino. -Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora