-Mamá debes reaccionar. Recuerdame mami, por favor. Debes reaccionar... No me olvide...
Reacciona...
Recuerdame....
Vuelve...
-¿A que te refieres...?
-¡Despierta!
Me levante sobresaltada, pero al instante que intente sentarme sobre la cama una presión en mi pecho volvió a colocarme en la misma posición. Respiraba desenfrenadamente y mi cabello se pegaba en mi frente gracias al sudor.
No es la primera vez que despierto de esa manera y no es nada agradable Soñar cosas que no entiendes y te despiertan de golpe.
-Tranquila, estoy aquí contigo, protegiéndote -Hablo esa voz ronca y tan encantadora que me gusta.
En él instante en él que hablo caí en cuenta donde estaba durmiendo y con quien. Respirar aliviada al sentirme de esa forma; protegida.
-He tenido otra pesadilla.
-Lo se, no has estado quieta en toda la noche.
-¿Que hora es...?
-Hum... No lo se. Como las tres.
Suspire. Félix seguía acariciando mi pelo y se sentía relajante. Pero los sueños raros que no dejan de atacarme.
-Félix. Abrazame. - Le pedí en una voz aguda.
Él paso una mano entre las sabanas y yo atrapandome, apegando mi cara a su pecho. Su mano bajo mío acariciaba mi espalda mientras la otra mi muslo cual descansaba descaradamente sobre su cadera. Como aferrándome como un oso a él, quien no protestaba.
-¿No te molesta? -Le pregunté tiernamente.
-Para nada -Respondió con una voz profunda. Jamás lo había escuchado de esa manera.
-¿Que tienes, pasa algo?
-No. Que podría pasar. - Contestó de la misma forma. Abrazando con más fuerza sin llegar a lastimar.
Paso de acariciar mi muslo a trazar un camino hasta mi espalda baja, acercándome más a él, y me gustaba.
Me dio un beso tierno, pase mis brazos por su cuello escondiendo mi cara en el hueco de su cuello, su dedo trazo un camino sobre mi columna vertebral causando un escalofrío por mi parte soltando una risita.
Beso mi mandíbula varias veces para luego pasar a mi cuello y dar pequeñas mordida. Gemí casi inaudible por esa sensación tan... Nueva. Rica. Agradable.
En ese entonces me aferre más a él rodeándole con mis piernas su cadera. Ahora si parecía un verdadero oso.
- Soy un oso koala.
-Mi oso koala. -Me susurro al oído remarcando la primera palabra. - Estas muy arriba, debes estar un poco más abajo -Volvió a susurrar.
-No entiendo...
En ese entonces me separó unos centímetros de él y con ayuda de sus talones subió un poco a la cama, en donde me dejo en mi antigua posición aferrada a su cadera y... Wooh.
Es... Tan... Wooh.
-Félix - Le nombre en un gemido - Es tu...
-Es como me tienes -Contesto.
Es una sensación tan nueva y exquisita. De un segundo se da la vuelta dejando mi cuerpo atrapado en él suyo, aún con mis piernas en su cadera rodeándole. Y su cosa haciendo roce.
Le beso de nuevo pero me responde de otra forma. Más desesperada. Más deseosa y sensual. Sus manos pasaron de mis muslos a más allá y después a mi abdomen y de ahí a las cotillas, levantándo lentamente la camisa mientras sus dedos queman mi piel.
Seguíamos besándonos y de un tirón saque su camisa de dormir acariciando toda su espalda, pasando mis manos su columna y sus omóplatos, por sus hombros y abdomen bien formado hasta llegar al elástico de su pantalón de pijama. Pero me detuve.
-No lo pienses - Hablo mientras lamía mi oreja, él óvulo y desabrocho él botón de mi shorts.
-Eres mía.
-Eres mío.
-No, no en todos los sentidos. Y eso me frustra mucho.
En un dos por tres mi sostén desapareció al igual que sus pantalones.
-Hagamoslo en todo los sentidos.
-¿Estas apretando él trasero?
-Puede ser.
7w7
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Decide Tu mismo: Un deseo Puede cambiar el destino. -Editando-
FantasyEsta historia la pueden leer tanto personas fanáticas por la serie como las que no, ya que, no esta del todo basada en ella y la trama se basa más en lo principal de esta lo cual es la magia, ciencia ficción y fantasía. Por desgracia el destino no s...