"Amor Verdadero." -Agustín Casanova

Capítulo Cuatro

Desperté, no sabía donde estaba. Comencé a inspeccionar mi cuerpo, todo estaba bien, no estaba herida ni tenia marcas que indicarán que habían abusado de mi. Estaba por levantarme de donde me encontraba recostada, cuando escuché que alguien se acercaba, así que me quedé donde estaba y escuché dos voces.

-¿Estas seguro?

-Te digo que es ella, jamás olvidaría su rostro.

-Y ¿Ya despertó? ¿Sabe que eres tú? Es decir, ¿Te reconoció?.

-No, aún no, pero eso es lo que menos me importa, lo importante es que ella esta bien y no lograron hacerle daño.

Después de su pequeña conversación, dos chicos entraron a la habitación, ambos atractivos, altos, delgados, de buen cuerpo, cabello rizado, solo que uno poseía unos ojos color verdes, mientras el otro era dueño de esos hermosos ojos achinados color café.

Esos ojos... Esa mirada... Ese rostro... Él es...

-Veo que ya despertó señorita, ¿Como se encuentra?

-Estoy bien, gracias, pero ¿Donde estoy?

-En mi casa, lo siento pero no encontré ninguna identificación en su bolso que dijera a donde llevarla.

-No, no te preocupes, pero tú... Tú eres el chico del otro día, el del café ¿No?

-Ese mismo, creí que no me recordaría, Agustín Casanova, para servirle -Dijo amablemente extendiéndome su mano-

-Mucho gusto -Respondí-

-Él es mi amigo -Dijo mirando al otro joven-

-Soy Pablo, señorita -Se presentó-

-Un placer Pablo

-Perdone por haberla traído aquí -Se disculpo Agustín- Pero tenia que llevarla a un lugar seguro, se que no es un gran lugar, pero...-Lo interrumpí-

-Eso no importa, sé que creen que soy la típica chica mimada, pero no es así. Por cierto, no te he agradecido lo que hiciste por mi, muchas gracias por haberme ayudado, me aseguraré de que tengas tu recompensa.

-No, créame que no lo hice por obtener algo a cambio, lo que hice por usted lo hubiera hecho por cualquier otra persona que necesitará ayuda, en especial por una dama.

-Gracias de nuevo, pero por favor no me hables de usted, permiteme presentarme, mi nombre es Milagros, Milagros Beoriegui.

-Un placer conocerte Milagros -Me sonrió, me perdí completamente en su sonrisa, ambos nos miramos fijamente por un momento, hasta que su compañero nos interrumpió-

-Perdón, no quisiera interrumpir, pero ¿No creen que deben de estar buscándola? -Dijo mirándome-

-¡Mi madre! -Dije exaltada- Debe de estar furiosa

-Yo más bien diría preocupada.

-No, no conocen a mi madre, a ella le importa mas su dinero que su propia hija, en este momento debe de estar estallando por haber huido de mi prometido -Me levanté de la cama-

Narra Agustín:

¿Prometido? ¿Es... Está comprometida? Oh, vamos Casanova, ¿de que te sorprendes? Es obvio que se casará con un hombre de su nivel, y mejor para ti, así te resignas de una vez por todas, ella nunca se fijaría en alguien como tú.

Después de meterme en mis pensamientos por un momento, Pablo me hizo regresar de nuevo al mundo real.

-Agustín, Agustín... ¿Estas bien?

-Si, si, estoy bien.

-Lo siento, pero tengo que irme, de nuevo gracias por todo a ambos

-Te llevamos -Dije inmediatamente- Digo, no dejaré que te vayas sola de nuevo después de lo que paso ayer.

-No te preocupes, estaré bien -Me respondió- Además es una mala idea, no quiero ni pensar lo que te podría mandar a hacer mi madre si me llega a ver contigo -Intentó irse, pero la tomé del brazo impidiéndoselo-

-Por favor -La miré a los ojos-

-Esta bien, pero no te acercarás demasiado a casa, de verdad no sabes de lo que mis padres son capaces si ven a personas como tu cer...ca -Calló por un momento- Lo siento, no quise...

-No te preocupes -Le dije- No me ofende tu comentario, tus padres lo hacen por tu bien, solo quieren lo mejor para ti.

-Si, claro -Dijo sarcásticamente en un susurro-

-Bien, entonces, adelante -Dije señalando hacia la puerta para que pasará-

-Gracias -Dijo antes de salir de la habitación, yo solo la miraba-

-¡Wow amigo! Si que te tiene loco -Bromeó Pablo-

-¡Calla Pablo, no es verdad!

-Si, claro. Anda, vamos que tu chica espera -Bromeó de nuevo, le respondí dándole un pequeño golpe en el brazo- ¡Auch! -Se quejó antes de salir detrás de ambos-