"Amor Verdadero." -Agustín Casanova

Capítulo Cuarenta y Dos

El tiempo pasaba rápido. Habían pasado ya algunos meses, mi vientre se comenzaba a ver un poco abultado, todo iba perfecto.
Hoy era un día especial, Agustín y yo cumplíamos un mes más de novios y lo celebraríamos al igual que todos nuestros aniversarios. Agustín no dejaba pasar desapercibida esta fecha, siempre tenia una linda sorpresa para mí, pero esta vez yo también tenia algo planeado para él.
Esa mañana, apenas desperté, mi teléfono sonó. Era él.

Llamada:

-Buenos días dormilona -Me saludó- ¿Como durmieron mis 2 amores?

-Buenos días amor, muy bien, gracias ¿Tú que tal?

-No pude dormir, pensando en ti y en el día que es hoy

-Awww Agustín, eres tan lindo

-No tanto como tú. Espero no tengas planes para hoy, porque no te dejaré sola ni un minuto

-Claro que tengo planes, pero todos son junto a ti

-Me alegra escuchar eso. Pasó por ti en una hora

-Te estaré esperando

-Te amo

-Yo te amo más

Fin de Llamada.

Bien, hora de levantarse y alistarse.
Me puse algo cómodo pero lindo para la ocasión. Agustín llego a la hora indicada.
Pasamos todo el día juntos. Fuimos a desayunar a un pequeño café, dimos una vuelta al parque mientras disfrutábamos de un helado. Más tarde, nos relajamos junto al lago mientras él tocaba para mi algunas de sus canciones y nos tomaba fotos. Así pasó el día y parte de la tarde.
Comenzaba a oscurecer, nos encontrábamos ya en la puerta de mi casa.

-Entonces señorita, tiene 2 horas para alistarse. Tenemos una cena pendiente esta noche -Me dijo-

-Estaré lista -Le sonreí-

-Te veo en unas horas -Me besó y se marchó-

Comencé a arreglarme, quería lucir hermosa para él esta noche tan especial. Me decidí por un lindo vestido que mi padre me había regalado en mi cumpleaños pasado, lo combiné con unas zapatillas no muy altas, ya que en mi estado no puedo usar tacón, me maquille, peiné y perfumé. Estaba lista. A los pocos minutos, Agustín ya me esperaba.

-Luces hermosa -Dijo al verme-

-Gracias -Le sonreí- Tú te vez muy guapo -Rió un poco-

-Ambos sabemos que no es verdad, pero gracias por decirlo. ¿Nos vamos? -Me ofreció su mano-

-Vamos

Llegamos al restaurante. Era uno de los mas elegantes del lugar, y por supuesto, de los mas costosos.
Sabia que eso no estaba muy acoplado al bolsillo de Agustín, así que había sido mucho de su parte.

-Agustín, ¿Que hacemos aquí? Sabes que no es necesario un lugar así -Le dije-

-Quiero que esta cena sea especial y este es el lugar indicado para eso -Me sonrió-

Nos dirigimos a la mesa que nos correspondía, uno de los meseros se acercó a tomarnos la orden y mientras traían la cena disfrutábamos de nuestra compañía.

-Agus, sabes que no me gusta que gastes tu dinero en mi, esto es demasiado

-Déjame consentirte, te lo mereces, en especial el día de hoy -Me dio un beso corto-

A los pocos minutos llegó la cena. Ambos comenzamos a comer. Durante esta, él no dejaba de decirme palabras lindas y darme pequeños besos. Al terminar de cenar, uno de los camareros se acerco a nuestra mesa dejando frente a nosotros una charola plateada cubierta por una tapa del mismo color, al parecer era más comida.

-¿Qué es esto, amor? -Pregunté-

-El postre -Respondió él-

-Pero, estoy satisfecha

-No te preocupes, sé que esto te encantará.