"Amor Verdadero." -Agustín Casanova

Capítulo Treinta

Agustín y yo continuamos hasta terminar con la cena, después, ambos nos recostamos en el sofá de la sala mientras veíamos algunas películas. Al poco tiempo me quede dormida entre sus brazos.

-Linda ¿Que te parece si...? -Guardó silencio al verme dormir- Awww te quedaste dormida y aun así te vez hermosa -Acarició mi cabello-

Narra Agustín:

Me levanté cuidadosamente del sofá al verla dormir, la tomé en brazos y me dirigí a mi habitación para recostarla en la cama y que estuviera mas cómoda. Después de hacerlo, me dirigí al teléfono, tenia que llamar a su casa para avisar que estaba todo bien y que por esta noche dormiría aquí.
Terminé la llamada y decidí irme a descansar yo también, así que me dirigí a la habitación de Pablo, ahí pase la noche.

A la mañana siguiente, desperté y me dirigí a mi habitación a encontrarme con ella, pero me sorprendí al no encontrarla ahí. Comencé a llamarla mientras me dirigía a la sala "¿Se habrá ido?" me preguntaba, pero todas mis dudas se calmaron al llegar a la mesa y verla ahí, parada, mirándome y con un delicioso desayuno listo.

-Buenos días dormilón -Dijo acercándose a mi y besándome-

-Buenos días hermosa, ¿Qué es esto?

-Tu desayuno -Respondió con una sonrisa-

-Mili no tenias que...-Me interrumpió-

-Shhh... Déjame consentirte, además, no eres el único que sabe cocinar

-¿Ah si? Y ¿Qué tal lo haces tú?

-Tú dímelo -Me tomó de la mano y me acercó a la mesa-

Tomé asiento. Ella se sentó a mi lado, tomó un poco del plato y lo acercó a mi boca haciendo que lo comiera.

-¿Y? ¿Que tal? -Me preguntó-

-Esta delicioso -Ambos sonreímos-Pero creo que prefiero el postre -Le dije con un tono algo seductor-

-¿Postre? Lo siento Agustín, pero no hay -Dijo sin haber entendido mi mensaje-

-¿Ah si? Pues yo estoy viendo algo muy dulce frente a mi -Me acerqué y la besé-

Narra Milagros:

Me besó, era un beso hermoso, lleno de amor, cariño, dulzura, pero esta vez este beso tenia algo mas que los otros no: Pasión.
Agustín me tomó en brazos hasta llegar al sofá, donde continuamos con los besos, nuestras lenguas tenían una batalla entre ellas dentro de nuestras bocas y mientras él me tenía sentada en su regazo deteniéndome de la cintura, yo jugueteaba con su cabello enredándolo entre mis manos. Poco a poco ambos nos fuimos recostando en el sofá hasta que él quedó sobre mí aún sin separar nuestros labios. Unos segundos después nos separamos por falta de aire, él me miró a los ojos, pero antes de que pudiera decir algo, lo tome de las mejillas y lo atraje de nuevo hacia mí atrapando rápidamente sus labios con los míos. Él aún permanecía sobre mí, así que comencé a pasear mis manos por su espalda hasta llegar a la parte baja de su playera, donde comencé a subirla sin parar de besarlo. Apenas lo sintió lo que hacia, me detuvo.

-¿Qué ocurre? -Pregunté mirándolo fijamente a los ojos-

-No lo hagas -Me miró suplicante-

-¿Por qué? ¿No te gusta?

-No es eso, pero... Milagros, nos estamos dejando llevar por la situación, no es lo que tú quieres

-Claro que es lo que quiero, quiero ser tuya de todas las maneras posibles, por favor -Volví a besarlo y él volvió a alejarse-

-Lo siento, no puedo -Se levantó de sobre mí, sentándose en el sofá, yo hice lo mismo- Le prometí a tus padres y a mi mismo que te respetaría y eso haré

-Pero, esto es lo que yo quiero, tú no me estas obligando a nada

-¿Como estás segura de que no te arrepentirás después?

-No lo haré, lo sé, simplemente porque estoy segura de lo que siento por ti, porque te amo y quiero que mi primera vez sea contigo, el hombre de mi vida -Acaricié su mejilla-

-Quieres decir que...-Calló-

-Si Agustín, soy virgen. Siempre soñé con que mi primera vez fuera especial, con el hombre que de verdad amará y ese eres tú

-Te amo ¿Lo sabias? -Rodeó mi cintura con sus brazos y me acercó a él-

-Si, lo sabía, pero creo que no me lo habías dicho hoy

-¿Ah si? Pues entonces, te amo, te amo, te amo

-Y yo a ti -Lo besé-

-Pero aún así, no lo haré -Se levantó del sofá-

-Agus...-Me interrumpió-

-Dijiste que siempre soñaste con que fuera especial y así será -Me levanté y paré frente a él-

-Agus, no tienes que...-Me interrumpió de nuevo-

-Por favor, déjame complacerte y hacer las cosas bien ¿Si? -Me dedicó una mirada tierna-

-Esta bien, amor -Me acerqué y él me abrazó y beso mi frente-

-Linda, me encantaría quedarme todo el día contigo, pero debo ir al estudio

-No te preocupes, yo tengo que ir a casa y explicar porque no fui a dormir

-Ya me encargué de eso anoche

-¡Wow! Pues gracias, pero igual debo ir a ver a mi madre

-Claro, vamos, te llevo antes de irme -Me sonrió-

Ambos salimos del departamento, tomados de las manos mientras yo recostaba un poco mi cabeza en su hombro. Así nos dirigimos a mi casa.