Capítulo Veintiocho

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Narra Agustín:

Ella comenzó a hablar...

-Sé que mi hija te ama, jamás la había visto tan feliz

-Y yo la amo igual, daría mi vida por ella

-Lo sé y me alegra que haya encontrado a un gran joven como tú

-Gracias -Le sonreí-

-Es por eso que quisiera pedirte que la cuidarás, sé que me queda muy poco para estar con ella y no quiero que se sienta sola, necesitó que alguien este apoyándola, dándole el amor y cariño que en todo este tiempo no pude demostrarle, y que mejor persona para eso que tú

-Se lo prometo, pero no hable así, usted es una mujer fuerte, ya verá se recuperará

-Gracias por los ánimos hijo, pero ambos sabemos que no es así, trató de no hacerme notar tan débil frente a ella, pero ya no puedo más, cada minuto tengo menos fuerzas. Es por eso que te pido que no la dejes sola

-Jamás la dejaré, me tiene a mí, a su padre, a Tom, a Martha y ahora también a Nicole y a Pablo, ella nunca estará sola

-Eso es lo que quería escuchar, gracias -Una lágrima rodó por su mejilla-

Narra Milagros:

Regresé a la habitación de mi madre y me encontré con la linda escena de ella y Agustín hablando mientras ella tomaba su mano.

-Lo siento, me entretuve un poco...-Me quedé en silencio al ver aquella escena- Perdón, no quería interrumpir

-No interrumpes mi niña -Dijo mi madre secando una lágrima que corría por su mejilla- Solo le decía que me alegra que estén juntos, hacen una linda pareja -Me sonrió-

-Y tú pones la parte linda -Me dijo Agustín abrazándome por detrás y besando mi mejilla-

-Me alegra que se lleven bien -Fue lo único que pude decir-

-¿Y como no hacerlo? Tienes una mamá maravillosa y además hermosa -Agregó Agustín-

-Hey! Sigue diciendo cosas así y me pondré celosa de mi propia madre -Los tres nos miramos y reímos- Amor ¿Me acompañas a comer? Martha preparo mi platillo favorito

-Claro, sabes que contigo voy a donde sea -Besó mi frente-

-Mamá vuelvo mas tarde, te dejamos descansar

-No se preocupen, diviértanse

-Hasta pronto señora -Se despidió Agustín-

Ambos salimos de la habitación y nos dirigimos al comedor. Al llegar, tomamos asiento y Martha se encargo de dejarnos solos después de entregarnos nuestro plato. Tomé un bocado de mi comida de lo más feliz, pero mi sonrisa se borró al ver el rostro de mi novio, se veía triste.

-Agus, ¿Qué tienes? -Le pregunté acariciando su mejilla-

-No es nada linda, no te preocupes -Dijo colocando su mano sobre la mía, aún en su mejilla-

-¿Como no quieres que me preocupe? Eres mi novio, claro que me preocupo, cuéntame ¿Qué ocurre? -Él suspiró-

-Dirás que soy un niño, pero es que pasar este poco tiempo con tu madre me hizo recordar que yo no tuve tiempo de hacer lo mismo con la mía -Agachó la cabeza-

Me levanté de mi lugar y me coloqué detrás de su silla colocando mis brazos alrededor de su cuello.

-Ow Agustín. Primero, si, eres un niño, pero eres MI niño. Segundo, no tienes que avergonzarte por recordar a tu madre

-No, por supuesto que no me avergüenzo, es solo que me hubiera gustado poder pasar más tiempo con ella, compartir mi felicidad de estar contigo con la mujer que me dio la vida

-Y a mi me hubiera encantado poder conocerla, pero no te sientas así, no me gusta verte triste y te aseguró que a ella tampoco le gustaría

-Lo siento, te arruiné el día con mi sentimentalismo

-Para nada, me encanta ver que si tienes sentimientos -Reí, él me miró haciendo un pequeño puchero-

-Hey! Claro que tengo sentimientos -Dijo haciéndose el ofendido- Sino ¿Como explicas todo esto que siento por ti? -Tomó mis brazos que aún rodeaban su cuello y me acercó más a él, ambos reímos--

-¿Lo ves? Te hice reír, así es justamente como me gusta verte

-Pero ahora heriste mi pequeño corazoncito por decir que no tengo sentimientos -Dijo con una carita de niño regañado, yo solo reí aún más-

-¿Ah si? Pues yo sé como remediar eso

-¿Y como lo harás?

-Así -Me acerqué más a él y besé sus labios- ¿Funcionó?

-Mmm... No, creo que aún no lo remedias del todo, ¿Que tal si vuelves a intentar? -Me sentó en su regazo, me tomó de las mejillas y ahora él me besó-

-¿Y ahora? -Pregunté-

-Mucho mejor -Respondió mirándome a los ojos y sonriendo-

-Muy bien, ahora a comer -Tomé un poco con el tenedor y lo introduje en su boca-

-¡Wow! Veo que mi novia tiene muy buen gusto en comida -Ahora él me dio un bocado, yo aun permanecía sentada en sus piernas-

-¿Algo de postre? -Dije colocando una fresa en mi boca-

-Por supuesto -Se acercó a mi boca comiendo un poco de la fresa y uniendo nuestros labios al hacerlo-

-Creo que quiero seguir con el postre -Le dije antes de juntar mis labios con los suyos nuevamente-

Ambos reímos y nos separamos.

-¿Y? ¿Que quiere hacer esta señorita el día de hoy?

-¿Qué? Pero, ¿No tienes que regresar al estudio hoy?

-No, tengo el resto del día libre y disponible solo para ti -Me dio un beso corto, le sonreí-

-Te amo -Respondí antes de besarlo ahora yo-

-Y yo a ti -Dijo besándome después-

-¿Te parece si vamos al lago y después por un café? -Pregunté-

-Me parece perfecto -Respondió- Regresaremos al lugar en el que nos conocimos -Me sonrió-

-Y tal vez ahora si puedas mostrarme esa linda canción

-Lo que sea para mi hermosa novia -Me besó y ambos salimos de casa-

"Amor Verdadero." -Agustín Casanova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora