Capítulo Cuarenta y Seis

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Narra Agustín:

Estaba todo listo para su sorpresa, yo solo esperaba que le gustara. Descubrí sus ojos para que pudiera observar y apenas lo hizo, todos los presentes gritaron:

-¡Sorpresa!

Ella se quedo inmóvil, sonrió y me miró tiernamente.

-Agus...-La interrumpí-

-¡Feliz Cumpleaños, hermosa! -Le sonreí-

Milagros seguía mirándome, una lagrima rodó por su mejilla.

-¡Gracias! -Me abrazó-

-Te amo -Respondí y le di un beso corto-

Narra Milagros:

No podía creer lo que habían hecho por mi, si que me habían sorprendido, hasta Joseph estaba ahí.
Pasaron algunos minutos, todos me felicitaron con un abrazo e incluso con obsequios. Era casi la hora de cenar, me acerqué a Agustín para hablar con él.

-Amor, ¿Pablo no vendrá? -Pregunté, pues tenia tiempo sin verlo-

-No estoy seguro, pero yo se a quién le podemos preguntar -Sonrió-

Me tomó de los hombros y me giró para que pudiera ver detrás de mí.

Narra Pablo:

Por fin llegue a casa de Milagros. Entré y la vi con Agustín, quién me hizo señas para que esperara un poco, solo lograba verla de espaldas desde donde me encontraba. A los pocos segundos, con ayuda de él, ella giro para poder verme, al observarla me quede paralizado, se veía tan hermosa con su pancita así de grande.

-¡Pablo! -Escuché que me gritaba-

Me acerqué hasta ella con los brazos extendidos y la abracé.

-¡Felicidades! -Le dije-

-Gracias -Me sonrió- Creí que no vendrías

-No me perdería tu cumpleaños y menos sabiendo que es un día especial para mis 2 mejores amigos -Le sonreí-

-Gracias por venir -Dijo Agustín dándome una palmada en la espalda-

-¿Pasamos al comedor? La cena esta lista y muero de hambre -Dijo ella-

Los 3 reímos ante su comentario y nos dirigimos a la mesa. Nos encontrábamos ya en nuestros lugares, cuando Milagros se puso de pie para hablar.

-Gracias por estar aquí -Comenzó- De verdad es un día especial para mi, pero antes de comenzar la cena me gustaría hacer una pregunta.

Todos la mirábamos atentos, y al parecer, ni siquiera Agustín sabia de que se trataba.

-Pablo...-Continuó-

Al escuchar mi nombre la miré y no pude evitar ponerme algo nervioso. También me puse de pie.

-Pablo -Volvió a repetir -Me gustaría saber si tú... ¿Aceptarías ser el padrino de nuestro hijo? -Preguntó al momento que tomaba la mano de mi amigo.-

Al escuchar su pregunta abrí los ojos como platos, ¿De verdad me estaba pidiendo eso? Todos me miraban ahora a mi esperando una respuesta de mi parte.

-Mili, me halaga que hayas pensado en mi para eso, pero...

"Amor Verdadero." -Agustín Casanova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora