Narra Agustín:
-¡Aquí es! -Dijo ella al acercarnos a su casa-
Bajé del auto y me dirigí hacia su lugar para abrir su puerta y ayudarla a bajar.
-Gracias -Dijo ella tomando mi mano- Por todo -Concluyó-
-No tiene nada que agradecer -Sonreí-
-Quedamos en que no me hablarías de usted.
-Lo siento Milagros, ¿De verdad no quieres que te acompañé a la puerta?
-No, si mi madre te ve... No quiero ni imaginarme lo que haría -Dijo cambiando la expresión de su rostro-
¿Por qué le importaba tanto eso? ¿Acaso se preocupaba por mi? ¿¡Qué rayos estas diciendo Casanova!? Deja de pensar en eso, entiende que no le importas y jamas lo harás, simplemente es amable contigo por lo que hiciste por ella.
-Debo entrar -Dijo interrumpiendo mis pensamientos y dando media vuelta para irse-
¿Que pasa Casanova? ¿Dejarás que se vaya así nada más? ¡Detenla, haz algo!
-¡Espera! -Grité, ella dio media vuelta y me miró- ¿Nos volveremos a ver?
-Me encantaría -Respondió con esa hermosa sonrisa-
Narra Milagros:
¿Qué acabo de decir? Oh, por Dios Milagros, arregla esto ahora. Si él nota que te interesa vendrá a buscarte y se meterá en problemas con tus padres.
-Perdón, quise decir que tal vez. -Intenté corregir-
-Espero que así sea -Me respondió él sin dejar de mirarme-
-Hasta pronto -Dije alejándome-
-Hasta pronto -Respondió acompañado de esa hermosa sonrisa suya-
Una vez que estuve frente a casa, dudé en entrar, regresaría a mi aburrida vida. Mi madre estaría furiosa por lo que le hice a Joseph, mi padre como siempre la apoyaría, y Joseph, bueno, no tengo idea de como reaccionaria él.
-¡Señorita! -Gritó uno de los hombres de seguridad al verme fuera- Que bueno que apareció, todos han estado muy preocupados, la han buscado por todas partes.
-Estoy bien -Respondí-
-¿La acompaño?
-No es necesario, gracias.
Y así, entré de nuevo a casa, no quería encontrarme con mi madre, pero tendría que hacerlo, seguramente sería a la primer persona que vería apenas cruzará esa puerta. Ahora solo esperaba que Joseph no se encontrara ahí con ella.
-¡Milagros! -Exclamó apenas me vió llegar- ¡Por fin apareces! No tienes idea de lo preocupado que estaba por ti -Me abrazó-
Si, claro, ¿Por mi o por el dinero que no tendrías al no casarte conmigo?
-Estoy bien, ya estoy aquí -Respondí-
-¿¡Y lo dices así de tranquila!? -Exclamó mi madre molesta- Te desapareces por toda una noche y después de llegar de quien sabe donde, "ya estoy aquí" ¿Es todo lo que dices?
-¡No me desaparecí por gusto, madre! Estuvieron apunto de aprovecharse de mi y a ti no te importa.
-Eso te ganas por salir huyendo de tu prometido, ademas tu has de haber provocado eso, quién sabe con qué tipo te hayas ido a revolcar.
¿Escuché bien? No podía creer lo que mi madre acababa de decirme.
-¿Como puedes decir eso? Se nota que no conoces a tu hija, pero claro, como la vas a conocer si ni te acuerdas de ella. No te importo y nunca lo haré, lo único que te interesa es el dinero y para lo único que me quieres es para eso, para casarme y tener los bienes de otra familia -Grité molesta y dolida a la vez-
-¡No vuelvas a hablarme así! -Me respondió antes de darme una bofetada-
-¿Por qué? ¿Te molesta que diga la verdad delante de Joseph? -Dije con mis ojos cristalizados- ¿Tienes miedo que el hombre con el que pretendes que me case se entere que solo lo haces para quedarte con su dinero? -Joseph me miró sorprendido por lo que acababa de decir-
-¡Cállate! -Gritó mi madre alzándome la mano nuevamente-
-¿Me vas a golpear de nuevo? ¡Hazlo! Hazlo de una vez para que él vea a que clase de mujer estuvo apunto de tener como suegra.
Mi madre permaneció callada. Joseph solo nos miraba sorprendido, su rostro reflejaba decepción, asombro y coraje a la vez. Yo aproveché ese momento para salir corriendo hacia mi habitación.
-Joseph, no puedes creer todo lo ella dijo -Le pedía mi madre-
-No solo es lo que escuché -Respondió él- Sino lo que vi -La miró-
-Perdóname Joseph, yo no soy así, no se que fue lo que me ocurrió, de verdad.
-No es a mi al que debe pedirle disculpas.
-Lo se, y me disculparé con mi hija, te lo prometo, pero no le cuentes nada de esto a tus padres -Suplicaba-
-No creo que sea necesario, de igual manera el compromiso termina aquí, no quiero tener como familia a alguien que no le importa su propia hija.
Y ahí, sin decir nada mas, Joseph salió de la mansión de los Beoriegui con direccion a casa, o al menos eso creyó mi madre.
Me encontraba encerrada en mi habitación, llorando, aun no podía creer todo lo que mi madre me había dicho. Escuché un ligero golpe en el cristal de la puerta que daba a mi balcón, así que me levante de mi cama y limpiando un poco mis lagrimas, me acerqué para ver de qué se trataba.
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"Amor Verdadero." -Agustín Casanova
FanfictionMilagros, una chica de 17 años de edad. Era la unica hija del señor y la señora Beoriegui, una importante familia y de las mas ricas del lugar. Los padres de Milagros tenian millones, por lo que la chica era la envidia de muchas otras chicas de su e...