Capítulo Cincuenta

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Narra Pablo:

Llegamos a su consultorio y ambos entramos.

-Tome asiento -Me ofreció

-Gracias -Respondí-

Ambos nos sentamos. Me miró.

-Se preguntará ¿Sobre que quiero hablar con usted? -Dijo- Así que seré directo

Comenzaba a ponerme nervioso, aunque no sabia porqué, yo solo lo miraba. Él continuo hablando.

-Tengo algo para usted -Abrió uno de los cajones de su escritorio y sacó un pequeño sobre blanco. Me lo entregó-

-¿Que es esto? -Pregunté confundido-

-Una carta, el señor Casanova me pidió que se la entregará -Dijo serio-

-¿Agustín? -Pregunté aun confundido tomando el sobre-

¿Por qué Agustín me dejaba una carta? ¿Por qué no me la entregaba él personalmente? Y lo más importante, ¿Donde esta él ahora?

Todas esas y mas preguntas invadían mi cabeza. Miré el sobre y antes de abrirlo el doctor me interrumpió.

-Antes de que la lea...-Me entregó otro sobre- Esta es para la señorita, el señor Casanova pidió que usted se la entregara.

¿Otra carta? ¿Para Milagros? Ok, ahora si comenzaba a preocuparme.

-Claro, yo se la entrego, pero... ¿Donde esta él en este momento? -Pregunté-

-Una vez que lea la carta comprenderá -Dijo poniéndose de pie- Lo dejaré solo -Salió de la oficina-

Miré ambos sobres en mis manos y deje el que tenia el nombre de Milagros sobre el escritorio, tomé el mio con ambas manos y lo abrí sacando el papel que contenía y desdoblandolo para poder leerlo.

"Pablo:
Amigo, estos últimos días pude darme cuenta de algo 'Lo que sientes por Mili es más que amistad' así que, ahora que ya no puedo estar con ella, te pido que la cuides y la quieras tanto como yo lo hice, sé que esto no te corresponde, pero si ella te lo permite, hazte cargo de mi hijo, no la dejes sola con ese cargo de ser madre y padre a la vez, sé que ella te lo agradecerá, y tal vez sea de la mejor manera, con su amor.
Gracias por apoyarme en todo momento y estar conmigo siempre, tu madre y tu siempre serán mi familia, la mejor que pude tener.
Te quiero, hermano. Gracias por todo.

Agustín."

¿Qué? Esto prácticamente era una carta de despedida, ¿Por qué Agustín se despediría? ¿A dónde se había ido? Y lo mas importante, ¿Por qué ahora que su hijo acababa de nacer?
Todas esas dudas me invadieron, hasta que comprendí y créanme, preferiría no haberlo hecho.

-Dios mio, no, Agustín no, por favor...-Susurré-

Me puse de pie e inmediatamente salí de la oficina dirigiéndome hacia la habitación de Milagros, no sabia como se lo iba a decir, pero tenia que hacerlo.
Me encontraba fuera de la habitación, dudoso de girar la manija, hasta que tome fuerzas y lo hice. Abrí solo un poco la puerta y mire hacia adentro, ahí se encontraban Tom, Milagros, su padre y ahora el pequeño.

-¡Pablo! -Exclamó ella al verme- Pasa

Así lo hice, aunque mi mente en esos momentos vagaba entre miles de dudas.

-Acércate, por favor...-Me pidió ella-

Me coloqué a su lado y le sonreí, ella me correspondió.

-¡Felicidades! Es un hermoso niño, se parece a ti -Le dije acariciando la cabeza del pequeño-

-Gracias -Le respondió-

-¿Tienes pensado algún nombre? -Le preguntó su padre-

-No, aún no. Lo decidiremos entre ambos, por cierto, ¿Dónde esta Agustín? -Preguntó mirando a su bebe-

Escucharla preguntar eso hizo que un escalofrió me recorriera todo el cuerpo.

-¿Por qué no me responden? ¿¡Donde está Agustín!? ¡Quiero verlo! -Volvió a decir-

Su padre y Tom solo se miraron, ellos también se preguntaban lo mismo. Sentí sus miradas sobre mi y así era, los 3 me observaban esperando que yo tuviera alguna respuesta.

-¿Pablo...? -Dijo ella- ¿Dónde está Agustín? ¿Por qué no está aquí? -Preguntó ya un poco preocupada-

Levanté mi mirada hacia ella, quién no quitaba sus ojos de mi esperando que le respondiera.

-¿Agustín? Oh si, me pidió que te entregara esto -Respondí entregándole el sobre-

Ella lo tomó y me miro extrañada.

-¿Qué es esto? -Pregunto confundida-

-Ábrelo y entenderás -Respondí-

Tomó el sobre, lo abrió y sacó el papel que este contenía para leerlo.

Narra Milagros:

Nadie tenía respuesta a mis preguntas y yo comenzaba a desesperarme, pero cuando Pablo me entrego esa carta, fue cuando la preocupación me invadió.
Tomé el sobre, lo abrí, saqué la hoja que contenía desdoblandola y comencé a leer.

"Milagros:
Amor, si estas leyendo esto es porque la operación salió bien, lo cual agradezco a Dios.
Perdón por no estar contigo en este momento, pero, aunque no este ahí físicamente, sé que estoy dentro de ti. Te he dejado mi corazón para que puedas continuar con tu vida, porque sé que lo harás, saldrás adelante, encontrarás a un hombre que te ame y serás feliz.
Gracias por todos los momentos que vivimos juntos, por cada beso, cada caricia, cada abrazo, cada sonrisa. Gracias por llegar a mi vida y darme el gran regalo de ser padre de un angelito tan hermoso que, gracias a Dios, pude conocer. Te amo y siempre lo haré. Te prometo que desde aquí donde estoy ahora, los cuidaré a ambos. Los amo. Gracias por alegrar y darle sentido a mi vida. Porque gracias a ti fue que aprendí lo que es el "Amor Verdadero".

FIN.

"Amor Verdadero." -Agustín Casanova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora