Narra Joseph:
Me encontraba en mi habitacion. Me disponía a descansar después de una reunión con mi padre y algunos de sus socios, cuando escuché que llamaban a mi puerta.
-Adelante -Dije para que entrarán-
-Señor, disculpe que lo moleste, pero tiene una llamada -Dijo Carmen, una de las empleadas de la casa-
-Gracias Carmen, enseguida atiendo -Digo tomando el teléfono-
-Con permiso -Dijo ella antes de retirarse. Respondí la llamada-
Llamada:
-Hola
-Hola, Joseph soy Milagros -Dijo una voz del otro lado del auricular-
-Milagros, que gusto escucharte ¿A qué debo tu llamada?
-Necesito salir de aquí, Joseph y tu eres el único que puede ayudarme
-¿Salir? Pero ¿Por qué?
-Es largo de contar, por ahora no hay tiempo, lo único que te puedo decir es que debo irme lo antes posible
-¿Ocurrió algo con tus padres?-
-Joseph por favor, no me hagas mas preguntas ahora
-Lo siento, pero todo esto me parece muy extraño
-¿Entonces? ¿Me ayudarás?
-Sabes que por ti, lo que sea
-Gracias. Ahora, necesito que vengas a buscarme con alguna excusa, solo así podré salir. Y no te preocupes que despues no te daré más molestias
-¿A donde irás? No tienes a nadie mas aquí
-Si lo tengo, Agu...-Calló rápidamente-
-¿Quién?
-Nadie, olvidalo
-Milagros, dímelo, confía en mí. Es el chico en el que estas interesada, ¿Verdad?
-Solo es un amigo
-¿Donde vive? Puedo llevarte hasta ahí, me gustaría conocer a más personas de nuestra clase, la verdad, creí que eramos las únicas familias importantes del lugar
-Y así es Joseph, él no es de ese tipo de personas, él...
-¿¡Qué!? Piensas que te ayudaré a escaparte con un... Pobretón
-¡No lo llames así!
-Es lo que es, no hay alguna otra forma de llamar a las personas que no son de nuestro nivel
-¿Sabes? Tal vez sea eso que tu dices, pero al menos es mucho mejor persona que tu -Colgó-
Narra Milagros:
Me equivoqué con Joseph, es exactamente igual que mi madre, no debí confíar en él. Ahora de seguro le contará todo a mis padres, tengo que salir de aqui antes de que eso ocurra.
Sali de mi habitacion, por suerte mi madre se encontraba en la suya y mi padre en su despacho, los empleados se encontraban haciendo sus deberes, así que logre escabullirme hasta la puerta sin que nadie me viera, ahora, tendría que ver la manera de burlar a los dos guardias de seguridad que vigilaban la puerta principal.
-Señorita, ¿Se le ofrece algo? -Dijo uno de ellos al verme-
-Si -Respondi- En realidad es mi padre quien los necesita -Mentí-
-Oh, entonces no hagamos esperar al señor Beoriegui -Le dijo el otro guardia a su compañero-
-Si, no querran que se molesté -Los asuste un poco- Los espera en su despacho
Ambos se alejaron de ahí, apenas entraron a casa, no espere para salir de ahí lo más rapido que pude, la verdad no tenia idea de adonde me dirigia, pero cualquier lugar era mejor que estar en casa.
...
Narra Agustín:
Desperté. Aún no podía borrar esa gran sonrisa de mi rostro, sin duda el día anterior había sido uno de los mejores de mi vida. Me levanté y dirigí a la cocina por algo para desayunar, tomé solo un poco de leche y una rebanada de pastel del refrigerador, me senté en el sofá a mirar television mientras comía. Después de algunos minutos, vi la hora, seguramente Pablo se había ido ya, su trabajo como profesor de piano lo tenía contento, soñaba con abrir su propia escuela de música y el piano era su especialidad. Terminé mi desayuno, tomé mi chaqueta y salí rumbo a una tienda de ropa, tenía que conseguir algo mejor para mi primer presentación en vivo en unas semanas, quería estar completamente preparado.
Luego de caminar por un momento, por fin un traje en una tienda llamo mi atención, estaba tan distraído mirándolo por el cristal que no prestaba atención a mis pasos causando que tropezará con alguien.
-Lo siento -Dije reaccionando y mirando a la persona con la que habia tenido el incidente -¿Tú? -Dije sorprendido-
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"Amor Verdadero." -Agustín Casanova
FanfictionMilagros, una chica de 17 años de edad. Era la unica hija del señor y la señora Beoriegui, una importante familia y de las mas ricas del lugar. Los padres de Milagros tenian millones, por lo que la chica era la envidia de muchas otras chicas de su e...