Capítulo Trece

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Después de recibir esa terrible llamada, el señor Beoriegui decidió salir a buscar a su hija él mismo, acompañado de mas de sus hombres.

-La encontraré y la traeré de regreso, querida, lo juro -Besó la frente de su esposa y salió de casa escoltado por más hombres-

Las autoridades ya habían intervenido, demasiados hombres se encargaban de la búsqueda, por lo cual, Martin planeaba hacer algo rápido antes de ser descubierto.

...

Narra Milagros:

-Lo siento mucho, preciosa, tardé mas de lo que imaginaba, pero ya estoy aquí, listo para divertirnos -Me dedicó una mirada pervertida-

Yo aún me encontraba atada y con la boca cubierta, no podía moverme ni emitir sonido alguno, las lagrimas no paraban, estaba realmente espantada, no comprendía porqué ese hombre quería hacerme tanto daño, al principio creí que solo lo hacia para pedir rescate, pues sabiendo que venía de una familia con dinero aprovecharía la oportunidad, pero cuando llamo a mi padre supe que no era así.

...

Narra Agustín:

Ya era casi media noche, una noche más que no dormiría, no descansaría hasta dar con ella. Desde el día anterior no había comido nada, no tenia ni apetito, el solo pensar lo que Milagros estaba sufriendo, hacía que pensará solo en ella olvidándome completamente de mi.

-Agustín, casi es media noche, tenemos que descansar un poco, llevamos más de un día buscando, sin comer nada, en estas condiciones no podremos hacer mucho cuando la encontremos -Dijo Tom deteniendo el auto-

-Tienes razón, necesito recuperar fuerzas para cuando tenga a ese tipo frente a mi

-Conozco un buen lugar para descansar, esta aquí cerca, pasaremos esta noche ahí y mañana a primera hora continuaremos

-Esta bien -Dije sin muchos ánimos, la idea de detener la búsqueda no me agradaba nada, pero Tom tenia razón, necesitábamos descansar.

Encendió el auto nuevamente y condujo hasta el lugar que había mencionado hace un momento. Era un pequeño motel. Bajamos del auto y nos dirigimos directo al bar del lugar, teníamos que comer algo.
Antes de que pudiéramos ordenar algo, le pedí a Tom que me disculpará y me alejé de él.

Entré al baño del lugar, me encontraba lavando mis manos cuando escuché algunas voces que se acercaban.

-Asegúrate de que no haya nadie -Dijo una de las voces, inmediatamente entré a uno de los cubículos y me encerré para escuchar su conversión, si no querían que hubiera nadie, tenían que estar metidos en algo raro-

-Esta vacío -Avisó su compañero. Ambos hombres entraron-

-Asegúrate de que nadie entré -Ordenó el que parecía ser el líder-

Mientras su compañero vigilaba, el hombre vaciaba su saco, portaba algunas armas, varias fajas de billetes y dos teléfonos celulares.

-Tenemos que tener todo listo, en el camino llamaré al tipo ese pidiéndole una gran cantidad de dinero a cambio por su hija, como ordenó el jefe -Dijo el mismo hombre- En lo que llegamos el jefe ya se habrá divertido con la chica, iremos por el dinero y el jefe se encargara de que la bella señorita no vuelva a ver la luz del día nunca más -Rió-

-Excelente -Agregó su compañero- La familia Beoriegui quedará en la ruina además de perder a su querida hija -Ambos rieron, tomaron todo y salieron de ahí-

Esos tipos, esos malditos tienen a Milagros, tengo que hacer algo antes de que sea demasiado tarde.

Salí inmediatamente de mi escondite y me dirigí con Tom, quién me esperaba para ordenar algo que comer.

-Por fin llegas Agustín, muero de hambre -Dijo al verme-

-No hay tiempo para eso -Respondí inmediatamente- Debemos irnos ¡Ahora! -Salí del lugar mientras Tom me seguía. Subimos al auto-

-¿Qué ocurre?-

-Esos hombres -Dije apuntándolos mientras subían a su auto- Ellos tienen a Milagros los escuché hablando, pedirán recompensa para después...-No pude continuar-

-Esos desgraciados -Dijo furioso-

-Tenemos que seguirlos, ¡Vamos! -Dije mientras ellos se alejaban-

Tom encendió el auto y comenzó a conducir detrás de ellos, pero a una distancia segura para que no nos descubrieran. Casi una hora después, llegamos a una colonia horrorosa, de verdad estaba alejada de todo. Esperamos un momento hasta que detuvieron el auto frente a una de las casas del lugar y vigilando que nadie los viera, entraron.

...

Narra Milagros:

El hombre que me tenía ahí, Martin, según había escuchado que lo llamaban, se sentó frente a mi mirándome de una forma demasiado desagradable.

-No aguantó más, ¿¡Dónde están esos idiotas que no llegan!? Me muero de ganas de hacerte mía -Me decía mirándome de pies a cabeza-

En ese momento dos hombres entraron a la habitación.

-Todo listo jefe -Dijo uno de ellos-

-¿Están seguros?

-Así es, él muy imbécil acepto dar esa cantidad tan alta con tal de salvar a su hijita -Todos rieron, Martin me miró-

-Que ingenuo, si supiera que no volverá a verla. Después de tener ese dinero y dejarlo en la calle me desharé de esta hermosura y así vengaré todo lo que David me hizo.

-Bien hecho jefe

-¿Que hacemos ahora?

-Vayan afuera, esperen algunos minutos y vuelvan a marcar para presionarlos con el dinero. Cuando les confirmen que ya esta dónde les dijimos avísenme para ir a recogerlos y a cambio dejarles el lindo cuerpo que su querida niña

-Muy bien, jefe.

-¡Lárguense ya! -Gritó- No ven que ya no aguantó las ganas de disfrutar un poco de este hermoso cuerpo -Me miró de nuevo-

Ambos hombres salieron de la habitación a hacer lo que se les había ordenado. Martin cerró la puerta colocándole llave mientras me decía:

-No queremos que nadie nos interrumpa, linda.

Guardó la llave en su bolso y se giró hacia mí. Me miró.

-Ahora si, tendré la suerte de ser el primero, no puedo dejar que mueras siendo virgen, sería un gran desperdicio -Me dedicó una sonrisa pervertida y se acercó más a mí- Hora de divertirnos -Dijo antes de comenzar a besar a mi cuello-

"Amor Verdadero." -Agustín Casanova Donde viven las historias. Descúbrelo ahora