Desahogos Internos

Si tan solo

Si tan solo me prestaras más atención y te dieras cuenta de lo que siento por ti. ¿Como no lo sabes? La forma en que te miro, esas veces que te busco con la mirada, ese momento en que no te veo y me pregunto: ¿donde estarás? Esas veces en la que hablo contigo y con solo escuchar tu voz y tener tu atención por unos minutos, ya me siento la mujer más feliz de mundo. Si tan solo me miraras con otros ojos. Con los mismos ojos que te veo yo. O si al menos me consideraras una parte importante en tu vida. Pero no soy más que una amiga. No sabes el dolor que siento cada día al verte, sentir que vuelo por unos segundos y luego estrellarme contra el suelo porque en el fondo sé que no te voy a tener. Que jamás seré la dueña de tus alegrias, tus pensamientos o de tu corazón. Si tan solo supieras esas noches en las que sueño contigo, esos días que te busco, los momentos que no dejo de pensar en tí. ¿Por que tú? No eres ni el más atractivo, ni el más inteligente, ni el más gracioso. Pero por alguna razón ilógica puedo ser yo misma cuando estoy contigo. ¿Que me hicistes? ¿Acaso me hechizaste? Porque esa es la única explicasión. No sabes cuantas veces he intentado luchar contra este sentimiento. Arrancarlo de mi ser. Pero es imposible. Se apodera de mi, es como un virus que lleva tu nombre y cada día me va matando más. Y me odio a mi misma. Odio sentir esto por ti. Odio que me mates de esta forma sin tan siquiera intentarlo. ¡Esta no soy yo! Mas bien, esa no era yo. La vida me ha dado tantas decepciones que ya no creo en el amor, simplemente no siento nada. Y tu cambiaste eso. No sé que me hicistes. Me haces feliz y me haces sufrir, me haces volar y me haces arrastrarme, me llenas de ilusiones y decepciones. Es inevitable. Eres mi agonía. Lo más lindo es que nisiquiera habias hecho el intento de gustarme. Se supone que solo seriamos amigos. Pero cometí la idiotez de fijarme en tí. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Cada día me torturo por eso. Porque es mi culpa. Yo misma me provoqué este sufriemiento. Jamás había sentido esto por nadie. No sé en que momento pasó. Pero así fué. Encendiste una llama en mi que llevaba mucho tiempo apagada. Pero lamentablemente tengo que conformarme con ser tu amiga. No una especial, solo una más en tu lista. ¿Y quien te culparía? No soy la más linda, ni la mas simpatica, ni la mas lista. Solo soy yo. Una persona más, que no es tan importante. Una gota en el medio del mar, una hoja en el medio del bosque, una estrella en el medio del cielo. Y una persona que cada día grita en silencio: "Si tan solo..."