Dos extremos, un puente, un abismo. Cada uno en un extremo distinto. El puente es lo único que nos une. El abismo es lo que nos invade de miedo y nos impide continuar. Por circunstancias de la vida no estamos en el mismo lado. Yo misma te empujé porque el temor me invadió. El puente no era fácil de cruzar pero sin embargo me acompañaste hasta el final sin importar cuantas veces caí, sin importar las veces que te alejé, sin importar que pensaba que no lo superaría. Así lo hice y fue gracias a ti. Pero ahora yo estoy aquí y tu estas allá. No te culpo, nadie está obligado a soportar tanto. Pero no sabes cuanto quisiera que estés en este lado conmigo y que me abrases. Que me digas que todo va a estar bien, que me levantes, que me des de tu soporte, tu apoyo y me contagies de tu fuerza. Así como cuando solías hacerlo. Literalmente estas justo al frente de mi pero al mismo tiempo estás tan lejos. Se que me amas porque sigues allí. Yo también te amo y por eso sigo aquí. Te daré tu tiempo y esperaré por ti. El puente ahora mismo agoniza. Un paso en falso y el acantilado nos consumirá a ambos. Por eso hay que ser pacientes y dar cada paso con seguridad. No hay prisa, tenemos toda una vida. Hagamos las cosas bien y ambos ayudémonos a superarlo. Sin embargo, existe otra posibilidad y esa es que nada pase. Que el puente se termine derrumbando y ambos quedemos separados eternamente. Si eso pasa, aunque me duela seré feliz porque me acompañaste hasta aquí y has hecho cosas por mi que nadie más ha hecho. Y siempre me sentiré orgullosa de poder decir que fuiste parte de mi vida. Con todo mi corazón te desearía lo mejor y si en algún momento me necesitas, tiraría una cuerda, la pasaría y como fuera llego a donde ti. Solo nos cuesta esperar y nunca dejarlo de intentar. Que el tiempo decida nuestro destino. Que el abismo no nos consuma y que el puente resista. Eso es lo que quiero. Se que lo que sea que pase, será lo mejor para ambos. Esto no es una despedida, solo una pausa y muchas intenciones de que la siguiente reproducción nos salve en vez de destruirnos.
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Desahogos Internos
RandomTe invito a que me acompañes en mi camino. Toma asiento y deléitate. Se testigo de cada risa, cada agonía, cada lagrima, cada tristeza, cada alegría, cada momento de mi caótica vida. De lo que viene y lo que va, de lo que duele y destroza y de lo qu...