No eres el más guapo de la escuela. No eres el más inteligente. Entonces, por qué tu? Se supone que solo somos amigos. Nada más. Se supone que no te piense, que no te busque, que no te mire como lo hago. Al principio intentaba engañarme a mi misma creyendo que era algo pasajero. Pero no fué asi. Me fijé en alguien más y ni a una amistad llegué con él. Tuve que sufrir esa decepción para darme cuenta de que lo que siento por tí es algo real. Que no es pasajero como pensé. Y no sabes lo duro que fue para mi aceptarlo. No estaba en mis planes. Y si así hubiera sido, tu serias de las últimas personas de mi lista. Pero el corazón no elige cuando, como o de quien fijarse. No, no quiero decir enamorarse. Porque me niego a aceptarlo. Jamás me he enamorado, pero sé que es un sentimiento muy fuerte. Tan fuerte que ni siquiera me atrevo a decir que estoy enamorada de ti. Simplemente me gustas, me gustas mucho. Pero esta manera extraña de gustarme es muy fuerte. Tan fuerte que jamás lo habia sentido. No duermo, no como y no dejo de pensar en ti. A veces solo quiero arrancarne de raíz todo esto que siento. Asi terminaria de lastimarme y de correr el riesgo de perderte. Porque eso es lo último que quiero. No lo soportaría. Por eso es que he intentado tantas veces de que, de alguna manera mi corazón deje de latir por ti. Dejar de sentir como se acelera cada vez que te miro, cada vez que te acercas, cada vez que me hablas, cada vez que me tocas. Pero es imposible. Te metiste en mi corazón y de ahí no puedo sacarte. Ya me rendí. Mi corazón me venció. Perdí esta batalla y mi condena es sentir esto por ti en silencio. Al menos así podre tenerte y no perderte. Al menos asi no me tratarás indiferente y te alejarás de mi. No lo soportaria. Creeme que no. Prefiero callar y sentir que hablar y sufrir. Porque no soportaria otra decepción más. Otra quiebra en mi corazón terminaría de romperlo y acabaria con mi humanidad. Creo que en parte me gusta esta condena, porque aunque odio sentir esto por ti, de alguna manera me siento viva, me siento humana.
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Desahogos Internos
RastgeleTe invito a que me acompañes en mi camino. Toma asiento y deléitate. Se testigo de cada risa, cada agonía, cada lagrima, cada tristeza, cada alegría, cada momento de mi caótica vida. De lo que viene y lo que va, de lo que duele y destroza y de lo qu...