Hola. Espero que estés bien. No se tu nombre, no se si te conozco o no. ¿Acaso te he visto alguna vez? ¿Serás como te imagino o todo lo contrario? La verdad es que no lo se. No conozco las respuestas a esas preguntas. Pero si algo sé es que existes. Bueno, al menos eso espero. Porque sino eso significaría mi soledad eterna. Y no estoy preparada para eso. Por años he soñado con el día en conocerte. Sonará cursi pero siempre he sido como Ariel la sirenita, que espera impacientemente conocer al amor de su vida. Al menos ella conoció a Erick bastante rápido. Yo aun no. Y no me molesta pues espero que llegues en el momento indicado. Pero día a día, en las redes, la televisión, las series, los programas, videos, puedo ver como estas parejas son super felices juntos y comparten decenas de fotos y miles de videos, viajes juntos, detalles, risas, amor. Solo eso me recuerdan lo sola que estoy dándome quinientas puñaladas en el corazón y mil bofetadas. Mis intentos en el amor han sido fallidos. Siempre termino con el corazón destruido. Pero tampoco los culpo. Toda persona tiene su propósito al llegar a tu vida. Algunas veces para darnos felicidad y otras para destruirnos. Todos se quejan de la vida pero ya la entiendo. Todo es aprendizaje, aventura y superación. Si todo fuera felicidad todo sería monótono y sin propósito. Muchas películas románticas vistas solo me han aumentado el deseo de tener mi propia historia de amor. No se en donde estés. Pero aveces me haces falta. Aveces siento ese vacío, esa soledad, ese anhelo de sentirme amada por alguien, ese deseo de llenar de amor a una persona, de compartir momentos inolvidables, de dar cientos de pasos agarrados de la mano, sentir el latido de tu corazón en cada abrazo, ver las estrellas en cada beso que nos demos. Es como una niña pequeña esperando que sea navidad para abrir sus regalos. Así mismo me siento y tu eres ese regalo. ¿Crees en el hilo rojo? Porque yo si. Se que tu tienes el otro extremo y que cada día que pasa la distancia entre nosotros se acorta. Ojalá la vida sea como un cuento de hadas en donde con solo una varita mágica puedes cumplir todos tus deseos. Pero eso le quita lo interesante a la vida. Si acaso te sientes igual que yo, arropado por la soledad, solo recuerda que aquí estaré esperándote. Aunque la espera me desespere, me torture y me cueste, me sostendré de ese hilo rojo y no lo soltaré hasta tenerte frente a mis ojos.
ESTÁS LEYENDO
Desahogos Internos
RandomTe invito a que me acompañes en mi camino. Toma asiento y deléitate. Se testigo de cada risa, cada agonía, cada lagrima, cada tristeza, cada alegría, cada momento de mi caótica vida. De lo que viene y lo que va, de lo que duele y destroza y de lo qu...