Desahogos Internos

Vuela Alto

¿Alguna vez has escuchado la historia de Icaro? Ícaro portaba unas hermosas alas de cera, podia volar el mundo entero. Su única condición era que no podia volar demasiado alto porque el sol derretiria sus alas, ni demasiado bajo porque el mar las dañaria. Un día, Ícaro sintió curiosidad por el sol que voló demasiado alto y sus alas se derritieron. ¿Triste no? Terminó estrellado y sin la posibilidad de poder volar otra vez. De eso quiero hablar. De las veces que volamos, que nos sentimos las personas más felices del mundo, que sentimos que la vida es perfecta, simplemente apoderandos del mundo. En algunas ocasiones, vienen tormentas que mojan muestras alas y bajamos el vuelo, otras veces nos cansamos y volvemos al suelo, otras nosotros mismos nos tiramos al agua pero muchas veces terminamos estrellados en el suelo. Asi como a Ícaro. Estamos tan debiles por la caída que sentimos que ya no podemos más, puede que hasta nos sintámos muertos. Y siempre habrá alguien esperando a decirnos "te lo dije" y nos duele porque en el fondo aunque sea muy profundo, sabias que tenia razón pero aun asi, decidiste volar. ¿Pero sabes que? Aunque la caida haya sido dolorosa, volaste alto y aunque sea por un segundo, fuiste feliz he hiciste lo que querias, el mundo fue tuyo por un instante, tuviste el sol de frente, fuiste libre y valiente. El dolor con el tiempo se va pero el recuerdo y la experiencia, vivirá por siempre en tu memoria. Y la diferencia entre Icaro y nosotros, es que Ícaro jamás volvió a volar y nosotros tenemos la posibilidad de hacerlo aunque sea una vez más. Asi que cuando emprendas tu vuelo, vuela más alto que nunca y no dejes que la lluvia te deje caer y disfruta cada nube de alegria y cada rayo de libertad.