Mi teléfono sigue vibrando sobre la mesa y al parecer Royce no tiene intención de colgar. Jorge nota que hay una llamada entrante e intenta leer quién es pero rápidamente bloqueo el móvil.
—No es importante —digo para romper con el silencio.
Sonrió.
—Tenían mucha insistencia.
—Sí —añado nerviosa.
—Bueno... —suspira— sigues sin responder a mi pregunta, ¿aceptas volver a ser mi novia?
"Jorge es un chico simpático, te quiere con sinceridad y siempre ha estado presente para ti aunque lo hayas dejado."
"Es tu oportunidad"
Recuerdo lo que me ha dicho mi madre hace unas horas y observo al moreno que sonríe frente a mí esperando una respuesta.
Jorge se ha caracterizado por ser simpático, divertido, carismático y generoso; no sé si sea él el indicado o con quien quiero pasar el resto de mis días pero darme la oportunidad de intentarlo no estaría mal.
Le confirmo cuando me acerco lentamente y apenas rozo nuestros labios.
—Sí quiero, Jorge.
—No sabes lo mucho que me ha alegrado esa respuesta, Vane, prometo que esta vez no te dejaré ir sola, a donde vaya iremos juntos ¿ok? y si en algún momento no te sientes cómoda con lo nuestro podrás decírmelo y entenderé.
—Gracias, Jorge.
—Gracias a ti —acorta la distancia y me besa, despacio y con mucho amor de por medio de su parte.
Minutos después ordenamos algo de postre y lo comemos a la vez que conversamos cualquier cosa. Se ve muy emocionado y me hace sentir mal el hecho de que estoy con él para olvidar ciertas cosas.
De regreso, me quedo dormida y él me despierta con sutileza una vez que hemos llegado a casa. Me da un rápido beso antes de subir al auto, de reojo noto a mi madre en la ventana.
—Nos vemos mañana —se despide antes de alejarse de la calle.
Agito mi mano despidiéndome y busco la llave para poder entrar, pero antes mi mamá abre la puerta sonriendo.
—Me ha pedido que sea su novia —le cuento en voz baja para evitar despertar a mi papá—. He aceptado.
—Me alegra mucho hija, pero ¿te sientes bien con haber aceptado?
Desvío mi mirada a la cocina que es lo único con la luz encendida.
—Sí —hago una mueca.
—Espero y estés en lo correcto.
—También lo espero, mami.
Subo a mi habitación y comienzo a desvestirme para luego acomodarme entre las sábanas. Son más de las once y todavía no me ha dado sueño.
Publico las fotos del día de hoy en instagram, encontrándome la difícil decisión de qué filtro escoger pero decido dejarlas al natural.
¿Para qué me habrá llamado?
¿Qué querría decirme?
Estoy escribiéndole un mensaje a Jorge, cuando en notificaciones me llega un mensaje vía instagram.
