Ordinary World. (Tony Stark y tu)

Capítulo 6 ''¿Otra vez tú?''

P. O. V. Tony

Tenía las dos direcciones en la mano, iba conduciendo hacía una de ellas. De camino practicaba que iba a decirle una vez que la tuviera en frente.
No quería decir una idiotez como la ultima vez, pero no tenía mucha experiencia en conquistar a una chica, por lo general las chicas me aman incluso ante de conocerme, mi tarea se basa en elegir a la más linda, tener sexo con ella, y al otro día olvidarme. Y esta historia se repite así sucesivamente. 

Elisse es un misterio, ella no tiene idea de quién carajos soy. Y no solo eso, la primera vez que la cruce ella... ella parecía haber caído del mismo cielo. 
Y tenía sentido, solo desvíe la vista por un momento y ahí ocurrió todo. Podría haberme demandado, y no lo hizo. Aunque si lo hubiera echo no hubiera ganado ella el caso.
1- No habían testigos del accidente.
2- Soy Tony Stark.

Llegue a la dirección número uno de la pequeña lista que llevaba; nada. No había que preocuparse, ahora estaba seguro que era la otra.

Otra vez subí al auto, esta vez si iría al lugar correcto.
Iba conduciendo despacio mientras leía los números de la casas, y confirmaba con la dirección que llevaba en la mano.
Estacione el auto, decidí seguir a pie. No quería llegar en auto, eso daría mala impresión...bueno, ya tiene mala impresión mía pero, ¿por qué seguir arruinándola?

Una vez más confirme la dirección y si, era esa. Respire profundo antes de entrar.
¿nervioso? no... ¿ansioso? definitivamente.

Entré y la vi, ella estaba desconcentrada pero cuando sintió ruido enseguida puso la vista al frente, haciéndonos cruzar nuestra miradas. Sonreí inmediatamente al verla, y una vez más entendí que si era un ángel aquello que vi hace un mes en una carretera, un hermoso ángel de rostro celestial.

P.O.V. Elisse

Hoy no tenía mucho trabajo así que me puse a limpiar las estanterías para pasar el tiempo. Había sido un día tranquilo con poco trabajo, cuando terminara aquí tal vez iría a caminar un rato o no sé... la verdad es que estaba aburrida de la misma rutina.

En Asgard siempre tenía algo que hacer, por lo general entrenaba con los amigos de Thor. A veces Loki me enseñaba algún truco de magia, aunque nunca me salían... él decía que yo no le ponía atención.
También me encantaba escuchar las historias de Thor, incluso hasta las de mi padre. 

En fin, siempre había algo en que concentrarme, y aquí siempre hago lo mismo. No me quejo, podría ser peor. A lo que voy es que, Rosa no me deja salir mucho, dice que afuera es peligroso para un chica que esta sola y no conoce nada, a veces me hace acordar mucho a mi padre. Siempre esta tratándome de ''ingenua'' era exactamente lo que hacía él, no creí en mi, siempre estaba subestimandome.

Mi madre decía que él no pensaba así, sino que me protegía. Y a mi siempre me fastidio que me ''protegieran''. Thor lo sabía muy bien, por eso me dejaba actuar sola, sin embargo Loki era todo lo contrario.

Estaba limpiando concentrada en mis pensamiento que me sobresalte al ver movimiento en la entrada, deje de limpiar cuando vi que entro alguien. Vaya si es él. 

Sentí cierta alegría al ver de quien se trataba, deje escapar una sonrisa. No podría creer que al final si había encontrado la panadería.

—¿Qué va a llevar, señor?— dije con un tono indiferente pero a la vez simpático

—¿Por qué haz entrado a tantas, acaso buscabas algo?—bromee

—De hecho si, estaba buscando a una chica. — dijo él siguiéndome la broma

—¿Una chica? oh, soy nueva en el pueblo, pero tal vez pueda ayudarte. ¿Recuerdas cómo era? —pregunté

—Por supuesto, su rostro es inolvidable.—dijo él—¿Así qué... me ayudaras con mi búsqueda a mi chica especial?— no pude evitar sonrojarme al escuchar eso, él lo noto y también sonrió

—Claro, el pueblo es bastante pequeño, no sera difícil entrar a tu chica. —solté con seguridad

—Me alegra escuchar eso, tengo muchas ansias de conocerla.— dijo él recostándose el la vitrina

Mientras esperábamos la hora de cerrar estuvimos hablando de cosas que surgían en el momento. Ya estaba apunto de cumplir el horario, pero entraron unos niños a los que por supuesto iba atender.

—Señora, ¿necesita que le tiremos la basura?—dijo uno de los niños que había entrado.
Negué con la cabeza extrañada, no suelo tener basura aquí por lo general la saco de mañana. Tony los miraba con atención, al escuchar mi respuesta ellos se pusieron a contar entre todos las monedas que tenían.

—Esto para que nos alcanza.—dijo el mismo que hablo al principio, poniendo todas las monedas arriba del mostrador.
Tony se acerco a uno de los niños y le preguntó.

—¿Qué te gustaría llevar?— Tony se agacho para estar a su altura y le susurro.
Él niño le señalo unas de las tartas.

—No, nos alcanza para eso Martín.—dijo en un tono no muy agradable el niño que seguía contando las monedas. Tony se acerco a él y le dijo.

—Guarda eso, y elige lo que quieras llevarte.—le sonrió y le guiño el ojo.

—No tengo suficiente dinero señor.—se volvió a lamento el niño.

—Por eso no te preocupes. Venga anda.—soltó Tony revolviéndole el cabello.

Los niños eligieron lo que querían llevar y Tony y pago. Ellos le agradecieron antes de irse y se salieron muy contentos.

—Eso fue... eres increíble.-le dije y él sonrió.
El tipo que me había cruzado hace unos días en el mercado no era ni parecido al que acabo de ver ahora.

—No, solo lo hice para impresionarte.- dijo él con cierta sinceridad

Si lo que quería era eso, lo logro. Pero no se lo diría, eso le aumentaría más el ego.

No paraba de mirarme y me ponía muy... ¿nerviosa? Yo trataba de esquivar su mirada, pero siempre se terminaban encontrando.

Finalmente se hizo la hora y le dije a Tony que me esperara afuera. Yo cerré el negocio, y le tendría que avisar a Rosa que iba a salir con Tony.

Ella me sugirió que tuviera cuidado con Tony, que no me confiara de él. No es un tipo peligroso, para nada. Pero si me dijo que ''no cayera en su juego''.

Ella me hacía acordar a Loki cuando se entero de lo mió con Fandral, él actuaba así de preocupado, tenía miedo a que saliera lastimada. Pero era más comprendible de él, es mi hermano, pero Rosa no, y sin embargo me ha tomado mucho cariño estos meses.

Por fin salí para afuera, y allá estaba él, se veía adorable pateando piedritas... no me tarde tanto, ¿o si?

—¿Estás listo para encontrar a tu ch...—él me interrumpió

—Ya la encontré. Estoy listo para conocerla.—dijo él y sonreí

—Entonces no perdamos más tiempo.—dije esta vez tratando de controlar mis emociones, no quería volver a sonrojarme. Él sonrió y asintió dulcemente, había que admitir que se veía muy tierno