Capítulo 19

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Del pueblo hasta la antigua casa de los padres de Tony no era mucho trayecto y el auto andaba increíble, el motor parecía como nuevo, así que llegar no fue un problema. Tony tenía miedo de no poder ubicar la casa, pero pudo hacerlo fácilmente.

La casa era más chica que la de Tony y mucho más chica que los palacios que esta costumbrada Elisse, pero aún así era bastante espaciosa para dos personas.

—Parecía ser más grande antes, creo que se ha encogido.—comento un divertido Tony.—¿Te gusta?

Elisse asintió emocionada, lo que más le gustaba era ver el mar, ver como el viento movía el agua, mientras creaba inmensas olas que pronto se chocarían y romperían contra las rocas, ver la espuma que dejaban las olas en la arena mojada, todo es para ella era una maravilla. Le fascinaba el mar.
Podría seguir toda la noche mirando las olas, pero Tony tenía frío y quiso entrar ya.

La casa por dentro tomaba más color a cabaña, a pesar del olor a humedad y polvo que había allí, aún se podía apreciar lo bonita que era.
Tony observaba a sus alrededores con profunda melancolía y tristeza al recordad los momentos vividos con sus padres, algo que jamás podría recuperar.

La mayoría de los muebles estaban cubiertos para evitar el polvo, pero habían algunos que no. Le llamo la atención los cuadros, permanecían colgados en la misma paredes, y no estaban cubiertos pero aún así ninguno de ellos tenía polvo.

Sin dudarlo fue a ver aquellos viejos recuerdos capturados en imagen, Elisse se acercó a él y lo tomo de la mano, ella podía notar la tristeza que le hacía sentir a Tony.

  —Él era mi padre, y ella...—él se detuvo con una triste sonrisa.—Ella era mi madre.

—Una mujer hermosa, Tony.—él asintió y suspiro con una leve sonrisa.—Vaya,y este eres tú... eras un niño lindo, ¿qué te paso?—bromeo ella para poder sacarle alguna otra risa.

  —Joder, no sé porque me dejaban usar esos pantalones.—bromeo él más tranquilo—¡y mira mi cabello! necesita urgente un buen corte.

Ellos siguieron viendo las fotografías de la infancia de Tony hasta la de su graduación, había una de Tony y Norah de niño juntos, esa no le hizo mucha gracia a Elisse. Pero si había una que le llamaba bastante la atención, era un cuadro que se destacaba de los demás debido a su tamaño. En la foto podía reconocer al padre de Tony aunque mucho más joven, y en ella salia otro sujeto, uno que hacía que Elisse no pudiera sacarle la mirada de encima. No pudo más con su curiosidad y le pregunto a Tony por aquel hombre.

  —Ya había olvidado ese cuadro, lo odie durante toda mi adolescencia.—soltó Tony con desagrado.—¿Puedes creer que esa foto es más grande que la que esta con mi madre y conmigo? es de no creer...

  —¿Quién es el otro hombre, Tony?—insistió ella.

—Steve Rogers, el glorioso héroe; el Capitán América.—respondió irónico.— Quién nos salvo de los nazis y volvió para liberarnos de los soviéticos, ¿no conoces la historia, de qué mundo vienes?

  —Si... claro que la conozco, pero nunca había visto a este hombre.—mintió ella para zafar, aunque lo último si era cierto.—Te sonara ridículo esto, pero de niña tenía una lista...—él la interrumpió.

—¿Una lista?—preguntó él curioso y ella asintió.—¿de qué se trataba esa lista?

—Soñaba con casarme con un príncipe, y en la lista estaban todas las características que tenía que tener mi futuro esposo, tantos físicos como morales.—Tony seguía sin entender el punto así que ella redondeo —Este hombre, Steve, cumple todos esos puntos. Es atractivo, es fuerte, alto, valiente...  es un guerrero.

Ordinary World. (Tony Stark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora