Capítulo 27

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P.O.V. Tony.

No puedo seguir mintiéndome a mi mismo, esto me hace daño y si, estoy destrozado por dentro. Me aferré a la idea de que ella también sentía esto por mi, y aún creo que lo siente pero ella insiste en demostrar lo contrario, no tiene caso seguir luchando por una batalla que no desea ser ganada.
Soy un tonto por no escucharla, soy un tonto por seguir creyendo que puedo lograrlo, supongo que es mi naturaleza. Siempre he sido así, cuando me dicen que no, cuando algo no se da como lo esperaba, me rehusó a creerlo y sigo intentándolo hasta satisfacerme. Pero no creo que ella sea otro capricho mio, no es como lo demás, ya lo he intentado todo, y sin embargo no puedo hacerla cambiar de parecer..
Tomo su decisión y aunque me cueste debo aceptarlo, tal vez si sea hora de dejarla ir...

Esa noche soñé con ella, un sueño increíble por cierto, no entrare en detalles porque creo que no es necesario, pero les diré que desperté con una sonrisa en mi rostro enorme, y comprendí que no era de ese tipo de hombres que dejan ir a las personas que aman, al contrario, soy de los que luchan por ese amor.
Elisse dice que los sueños son señales del destino, y este era una de esas señales.
Quizás aún no lo haya intentado todo.

Me levanté con la misma esperanza de ayer, pero más decidido aún. Eran las 8:00 am, y en este pueblo ya deben estar todo despiertos, más hoy que es día de feria.
A ella le encantaban las ferias, así que puedo encontrármela por aquí a la vuelta, solo espero que no este con el idiota de Ian.

Le pregunte a cada feriante que veía por Elisse pero todos respondían lo mismo, nadie la había visto y para colmo, a Ian tampoco.
Si, si, esperanza, ¿de qué te sirve la esperanza en esto momentos? ¡joder! ¿por qué debía ser tan persistente ?

—Jamás hubiera dicho que eres un tipo al que le gustan las ferias.—digo una voz femenina a mis espaldas, voltee solo para confirmas mis sospechas; Norah...—¿puedo acompañarte?

—Da igual.—respondí seco.

Ella entrelazo su brazo con el mio y me miro sonriente, así solían caminar las parejas por aquí pero creo que ella tenía bastante claro, que nosotros apenas eramos amigos.

—Tony, creo que lo que buscas no lo encontraras en esta feria.—soltó ella en un tono cálido y sincero, por un momento juraría que es otra persona.—cometí un grave error, te he ocultado algo grandisimo.

—Lo siento, no estoy de humor para tus tonterías.—dije juzgándola de ante mano, había caído varias veces en sus juegos para seguir creyendo que quiere ayudarme.

—Solo respondeme algo, Tony, y hazlo con la mayor sinceridad del mundo.—ella se paro firme y me miro a los ojos, en cuestión de segundo comprendí que no era la Norah infantil y egoísta, esta era diferente.—¿Tú en verdad la quieres?

—¿Qué si la quiero?—reí irónico.—no soy un buen tipo, nunca he querido a alguien más que a mi mismo, pero cuando la vi por primera vez sentí cosas muy extrañas y aunque no lo supe esa vez, ahora si lo sé. Y sé, que no tengo idea de dónde salió esta mujer pero si puedo saber que es la mujer de mi vida, sé que no podría soportar perderla y sobretodo sé que la amo. Estoy perdidamente enamorado, Norah, y no sé que hacer.

—Supongo que con esto bastara.—soltó a medida que guardaba algo, no llegue a ver lo que era pero tenía forma de grabadora.—vamos, es tiempo de que la recuperes.

—¿Qué...qué haces?—pregunté confundido, ella no respondió.—¿por qué confiaría en ti?

—Porque soy lo único que tienes ahora, puedes confiar o no, esa es tu decisión. Pero decídete rápido, porque tú princesa esta navegando por mar abierto con mi ex novio.

Ordinary World. (Tony Stark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora