Ordinary World. (Tony Stark y tu)

Capítulo 8 ''No es mi tipo...''

Llegamos a la casa de Rosa, Tony tiene entendido que ella es mi tía, por lo tanto su casa es la mía. Estábamos parados enfrente la puerta, yo me voltee a él para despedirme, le sonreí y él bajo la mirada hasta mi...  

—Oh, otra vez tú, ¿cómo te ha ido con tu chica especial?—volví a bromear con lo de antes, él estaba serio y sentía que debía cambiar eso, al final había sido mi culpa.

—No me quejo, descubrí que es muy seria, aunque adorable en el fondo, aún no logro entenderla, es muy misteriosa, pero eso me gusta.—dijo él siguiéndome la broma

—No te ha ido muy mal, ¿el propósito era conocerla, no? y lo haz echo.—solté

—Así es, pero tú debes conocerme y no me conformo con solo eso, a diferencia de otras chicas, ella me interesa.—admitió 

—¿Y qué piensa hacer ahora, Sr. Stark? —pregunté y él bajo la mirada 

—No lo sé, es que siento que ella me rechaza ¿y por qué debería seguir insistiendo?—pregunto con un tono... ¿triste?

—Puede que esto sea muy rápido para ella, debe estar confundida —confesé, era estúpido hablar en tercera persona pero se hacía más fácil así

—¿Qué me recomiendas hacer?—volvió a preguntar él

—Dale un tiempo, ella necesita ordenar las cosas en su mente... sé porque te lo digo —le guiñe el ojo y él asintió

—Entonces, ¿nos volveremos a ver?—siguió preguntando, esta vez subió ambas cejas de una manera muy tierna

  —Tú mismo dijiste que el destino nos unía, confiemos en el.—yo me dí la vuelta para abrir la puerta pero el me detuvo

  —Oh no, señorita. Así comenzaremos muy mal —me pegue la vuelta nuevamente, no comprendía que estaba diciendo—¿no te han enseñado a despedirte de alguien?—bromeo él y yo reí.

Las costumbres de Asgard eran muy diferentes a la de las Tierra, sobre todo en el momento de despedirse o soludarse. Aquí se suele estrechar la mano, los hombre se golpean los hombros, si tienes confianza puedes dar un beso en la mejilla, y las parejas se besan.

En Asgard esto no se aplica, solo pedimos permiso para retirarnos y con un simple asentimiento de cabeza nos vamos, lo mismo a la hora de saludar. Claro que si tienes mucha confianza con la personas puedes besarle la mejilla y tal.

—De donde vengo nos despedimos diferente, lo siento —aclaré

—No tengo idea donde vivías antes, pero eran muy raros —dijo él y haciéndome reír, no debe ni imaginarse que esta hablando con una chica de otro mundo

—Ha sido un día increíble, entonces... nos vemos luego.— dije despidiéndome bien esta vez

Siento que cada vez que hablaba él no me ponía atención, estaba ahí con su mirada fija en mis labios, ¡joder, eso me encantaba! cuando tenía oportunidad también miraba lo suyo.

—No, Liss, lo sigues haciendo mal. Te enseñare como despedirte correctamente, pero con una condición —soltó él

—¿Liss?—pregunte ignorando el resto de lo que dijo, mi madre solía llamarme así en ciertas ocasiones 

Él no contesto mi pregunta, se acerco hacia mi tanto que choqué contra la pared, apoyo una mano sobre esta y la otra en mi cintura, yo lo miraba mientras el me sonreía, tenía una sonrisa digna de apreciar, y sus ojos reflejaban cierta lujuria que hacía ponerme nerviosa.

Nuestras miradas estaban a centímetros de distancia, él se quedo quieto observándome con esa sonrisita, yo deseaba besarlo pero él parecía no tener intención de hacerlo, me hacía dudar.

—Besame —pedí y él sonrió de inmediato mordiéndose el labio inferior

Subió su mano que descansaba en mi cintura hacía mi mejilla acariciándola, yo me acerqué a él tomadolo por la nuca, y finalmente sus labios y los míos se juntaron para intercambiar saliva, era un beso perfecto, el sabor de sus labios era único, nuestra lenguas danzaban al ritmo de nuestros labios, el me atraía hacía a él cada vez con más fuerza, estábamos tan juntos que podría jurar que en ese momento eramos uno solo. Nos separamos por obvias razones, como la falta necesaria de oxigeno.

—Y así es como se debe despedirse correctamente —bromeo él con una sonrisa perfecta

—Dijiste que me ensañarías con una condición, ¿cuál?—pregunté