Capítulo 36

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Después de una larga espera finalmente apareció Rhodey, Tony ya estaba demasiado impaciente y molesto, así que decidieron no demorar más.

—¿Por qué tardaste tanto?—preguntó Tony acercándose a dónde estaba su amigo, sin quitarle la mirada de encima.

Rodhey menciono que iría a buscar su auto, lo cuál no debería haber tardado más de cinco minutos pero se tardo media hora, motivo suficiente para molestar a Tony Stark. Él estaba tan concentrado cuestionando a su amigo que jamás se dio cuenta del auto que había traído el mismo.

—Dime que es un chiste, Rhodey, porque no pienso subir en ese auto.

El auto que había traído James era el de su trabajo, no era algo a lo que Tony estuviera acostumbrado pero no era la sencillez lo que le preocupaba, sino que era un coche del gobierno. Y era algo de desagradaba bastante a Tony, había tenido problemas hasta con el mismo presidente, subirse a un coche del gobierno era lo menos que le agradaría en estos momentos.

—Te lo iba a explicar ahora, Tony.—soltó su amigo al instante.—estoy en horario de trabajo, pedí unas horas libres pero debo regresar pronto.

—No viajaré en el mismo lugar donde llevas criminales, ni yo ni Elisse.—siguió reprochando él sin escuchar una palabra de lo que decía su amigo.

—Por mi no hay ningún problema...—dijo Elisse.

—Llamaré a Happy, pero no iré a ningún lado en ese auto.

—Mientras tu te decides yo iré subiendo... estoy perdiendo tiempo y tengo mucha hambre.—dijo James sin prestar atención a las quejas de Tony.

Tony ni se digno a contestar, era como un niño caprichoso después de que sus padres se negaran a comprarle un juguete.
Llamo a Happy más de cinco veces pero no le atendía el teléfono, así que se resigno y se sentó en un banco cruzado de brazos.
Elisse se quedo con él, y trató de hacerlo entrar en razón pero no había modo, se rehusaba a que lo vieran subir y bajar en un auto del gobierno.

—¿Esto es en serio, Tony?—preguntó ella sorprendida y él asintió sin mirarla, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados.—es increíble, ahora te comportas como un adolesc...–él la interrumpió.

—Te equivocas, solo estoy cuidando mi integridad. Algo que claramente tú no entiendes, porque siempre haces lo que quieres.—recriminó esta vez él subiendo su tono de voz.

—¿Tú integridad?—preguntó ella soltando una risa.—me parece que alguno de los dos no entiende el significado de la palabra.

—Oye... sabes que no quiero discutir contigo, Eliss.—suspiro él acercándose a ella más tranquilo.—Pero tienes que entender que soy uno de los multimillonarios más famosos del país, la gente, la prensa habla de toda acción que hago, ¿que dirían que si me vieran bajando de un coche del gobierno?

—Creí que eras como yo, que no te importaba lo que pensarán de ti... pero veo que me equivoqué.

—Si me importará tanto lo que pensarán de mi no estaría contigo.

Ella asintió con la cabeza sin dejar de mirarlo, pero no pudo decir nada, no quería hacerlo. Porque sabía que él lo había dicho por enojo, no estaba pensando y arruinarlo no era su idea.

—Bien, suficiente por hoy. Cuando estés mejor me hablas, ¿si?—respondió ella finalmente.

Sin pensar un segundo más, ella volteó decidida a irse pero como siempre él la detuvo.

Ordinary World. (Tony Stark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora