Capítulo 45

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Aún seguían llegando más personas y parecía que jamás terminaría de saludarlos. Tony era muy popular entre la gente, muchos se le acercaban para proponerle trabajar juntos, o simplemente que él viera los trabajos de ellos y diera una crítica, y otros también aprovechaban para hacer negocios, aunque Tony les aclaró que por el momento no estaba interesado en ningún tipo de negocios, y que no estaba fabricando armas nuevas. Pero la gente insistía demasiado.
Eran muy pocos los que se acercaban a saludar y felicitarlo por su relación.

—Había olvidado lo fastidioso que eran estas fiestas.—soltó Tony irritante.—perdón por traerte, tú no debes estar acostumbradas a estas cosas, sé que son muy irritante pero créeme que también tienen su parte divertida.

Elisse solo asintió con una sonrisa pero no contesto nada. Ya que se detuvo a recordar las fiestas en Asgard. A ella siempre le habían gustado las fiesta que daba su reino, siempre creyó que eran increíbles, pero una vez con la ayuda de Loki logró camuflarse y vivir una fiesta como un ciudadano más y no como princesa. Ese día se dio cuenta de realidades muy terribles, después de la fiesta ellos tenían que limpiar todo el desastre ocasionado, aunque no hayan asistido a la ceremonia. Y lo más horrible, es que lo guerreros se embriagan demasiado y las consecuencias para las mujeres suelen ser horribles.
Desde ese día no había asistido tan feliz como antes a las fiestas.

Mientras más tiempo pasaba en la Tierra, menos extrañaba Asgard. Era cruel pensando que estaba olvidando a su gente, a su propia familia, pero así era.
Se estaba dando cuenta de muchas cosas que no le gustaban y mientras más pensaba, más injusto le parecía su reino, ese que tanto adoraba de niña.

—Mira el sr. Presidente ya comenzará con su discurso.—le dijo Tony a Elisse que estaba ahogada en sus recuerdos.—prepárate para dormirte.

En la tarjeta de invitación había un número, que era el lugar asignado para las mesas, en la suya estaba el "27" por lo tanto, debían ir a la mesa 27.
Todos fueron a sus lugares asignados, y una vez estando todos sentados, el presidente comenzó su respectivo discurso.
Y como Tony lo había advertido era realmente aburrido. Por suerte, fue muy corto.
Otras personas también dieron discursos, incluido James Rhodes, que aprovecho la oportunidad para desearle felicidades a Tony.

—Últimamente habrán notado que mi amigo, Tony Stark, estos últimos meses casi no ha salido en los noticieros ni ha tenido problemas con el gobierno. Pues no se preocupen, él sigue con vida, solo que está un poco más calmado.—anunció Rhodey en un tono divertido y la gente soltó muchas risas, incluido el presidente y el mismo Tony.—y eso se lo debemos a la chica que esta sentada a su lado, Elisse, gracias en verdad por tener a este hombre fuera de conflictos, todo el país te lo agradece.—siguió diciendo Rhodes y la gente reía.

—Muchas felicidades amigo, tienes a una chica increíble a tu lado

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—Muchas felicidades amigo, tienes a una chica increíble a tu lado.—terminó de decir Rhodes.—¡Y que comience la fiesta!

Y dado terminado el discurso de James, fue que la fiesta finalmente empezaba.
Las mayoría de las personas comenzaron a acercarse a la pista de baile con sus parejas, algunos seguían en busca de negocios, y otros permanecieron sentados en las mesas. Tony invitó a Elisse a bailar, ya que le apetecía y además quería evitar los molesto negociantes. 
Ellos estaban apunto de ir, cuando ella recordó que tenía un regalo para hacerle. No era gran cosa, pero era importante para Tony, aunque él no lo admitiera.

  —Toma.—ella le extendió el regalo, el cual estaba envuelto en una caja cuadrada. Él la miro sin entender y lo tomo.

  —Yo no tengo ningún regalo para ti...—soltó él pensando que tal vez cumplían fecha de algo y no lo recordaba.—¿qué es?

  —Ábrelo.—respondió ella con una sonrisa.

Tony obedeció y abrió su regalo, al hacerlo se sorprendió ya que no lo esperaba. Le extrañaba que Elisse le haya regalado algo material, Tony era un hombre muy difícil de regalarle algo, ya que todo lo tiene, por eso ella siempre le costaba en pensar un regalo hacía él, algo que le fastidiaba mucho.
Pero había encontrado el modo de regalarme cosas que no fueran materiales... creo que no haya falta especificar. 

En este caso era diferente, no era algo material, ya que no lo había comprado ella. Pero era algo significativo para Tony.
¿Recuerdan el reloj perdido de su familia que él encontró en el antiguo barco de su padre? Elisse lo vio y trató de arreglarlo, con un poco de astucia... y bueno, de magia también, logró hacerlo.

  —¿Lo arreglaste tú?—se sorprendió él.—ha quedado como nuevo... ¿cómo lo haz hecho?

  —Pues si, lo hice yo.—admitió ella con aires de grandeza.—¿me subestimas?

  —Un poco...—soltó él divertido. 

Tony había intentado arreglarlo él mismo, pero se había rendido en el proceso. Tal vez no le había puesto el entusiasmo debido, o simplemente que usando magia era todo más fácil.
Él finalmente le agradeció con un beso, y se colocó el reloj en la mano izquierda.  

 Sin más, y antes que se acercara alguien a hablarles o intentar hacer negocios con Stark. Ellos se pusieron de pie y se dirigieron a la pista de baile.
Entraron bailando tratando de disimular hasta llegar al medio de la pista, ya que a ninguno les gustaba quedarse en las puntas, se sentían excluidos.

—¿Recuerdas la primera vez que bailamos juntos?—recordó Tony con una sonrisa.—estabas muy nerviosa.

—Nerviosa no, estaba asustada. Esa noche no iba a ir, pero Rosa me insistió—reconoció ella.—tú apenas me agradabas, y ni siquiera eras mi tipo.

—¿Y ahora si?—preguntó él mordiéndose el labio.—¿soy tú tipo?

—No, pero digamos que ganaste por cansancio.—soltó ella divertida.

—Dices que no soy tu tipo, pero sabes que te encanto...—él fue acercándose más ella.—y no puedes negarlo, mira como se te eriza la piel cuando estoy cerca de ti.

—Supongo que siempre puede haber una excepción.—admitió ella para luego besarlo. 

Ellos siguieron bailando juntos y con otras parejas, por un rato largo, ya que a ambos le gustaba mucho bailar. Era una de las tantas pasiones que compartían. 
Toco cambiar de pareja y volvieron a reencontrarse,  Tony la tomo por detrás mientras bailaban una lenta.

—Dile a los otros idiotas con lo que bailaste que tú eres solo mía.—soltó él por detrás, ella sonrió al darse cuenta que era Tony.

—Descuida, tu amigo James ya se encargo de eso. —soltó ella decepcionada.—cuando los invitó a bailar lo hacen con miedo. Todos saben que eres mi pareja.

—Me quedaré más tranquilo entonces.—sonrió él orgulloso. 

Y así siguieron bailando, sin cambiar de pareja, ni nada. Pero de pronto Elisse comenzó a sentirse extraña, y no, no era por la fiesta, ni por gente.
Al principio creyó que esa molestia que sentía era porque sospechaba que Tony le pediría casamiento esta misma noche y antes que eso suceda ella sabía que tendría que contarle toda la verdad, y no sabía como hacerlo.
Pero eso lo había asimilado ya, y lo que sentía era otra cosa, más extraña aún.

Ella se sentía vigilada, como si alguien estuviera mirándola constantemente, ella trataba de saber de quién se trataba pero nadie estaba mirándola. Cada vez que sentía esa presencia se volteaba rápidamente pero no había nadie, solo parejas bailando. Decidió ignorar esa molestia por un tiempo hasta que no aguanto más. Se sintió tan cohibida que decidió contárselo a Tony.

—Es muy normal, hay mucha gente aquí.—soltó Tony sin tomarle mucha importancia.—aparte de que Rhodey logró hacernos el centro de atención de todos.

—Si tal vez...—soltó ella aunque sabía que lo que sentía no se limitaba a las mirada curiosas de las personas que bailaban al rededor, era más intenso que eso.—pero... no creo que sea solo eso.

—¿Qué dices, amor?—preguntó el confundido, miro a sus alrededores y como creyó nadie los estaba mirando.—no hay nadie.

—Tengo miedo, Tony.—se le escapo sin pensar.—lo siento.

—Oye, linda, me estás preocupando.—confesó él.—¿todo esta bien?—preguntó y ella negó con la cabeza.

Ella no aguantaba más la presión que sentía, y se sentía mal por a verlo engañado todo este tiempo. No quería esperar más, debía contarle toda la verdad ahora mismo, no importaba nada ya.

Ordinary World. (Tony Stark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora