Capítulo 74

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Tony

No, no era fácil la decisión que acababa de tomar, pero comprendí que debía dejar de las cosas fluyan solas. No puedo acelerar el tiempo, ni cambiar el ritmo de lo que sucede. ¿La quiero? por supuesto, sé que aunque lo intente no será fácil olvidarla, y tal vez nunca lo llegué hacer, pero estar detrás de ella siempre cuando sé que no me recordará ni tampoco podré volver a enamorarla, era una pérdida de tiempo. Ella tomo su decisión, y yo la mía.
Me dijo que quería dejar todo atrás y no perderse de más nada, esta dispuesta a volver a empezar, entonces, ¿por qué yo no? no entendía las respuestas negativas de Steve constantemente, como si de verdad yo hubiera hecho algo terrible, ¿realmente soy malo por querer vivir mi vida también? como si yo no tuviera el mismo derecho que ella.
Hasta me tendría que agradecer, desde que decidí tomar distancia de Elisse él se acercó a ella muchísimo más.

Yo me encontraba en el laboratorio con Banner, mientras divisaba por la ventana a Steve y Elisse jugando, siempre muy unidos y con demasiado contacto. Era muy notable que aquello me molestaba hasta el punto de irritarme y ponerme de mal humor. Me queje varias veces porque lo que estaba haciendo me quedaba mal, y es algo rarísimo, pero siempre que estamos de mal humor las cosas nos salen mal, y eso es mucho más molesto, pareciera que el mundo esta en tu contra. Así que deje lo que estaba haciendo y me tumbe en el sillón a ver por la ventana mientras soltaba larguísimos suspiros.

—¿Estás seguro de que tomaste la mejor decisión?—preguntó Bruce mientras se ponía los lentes.

—¿Qué?—pregunté desprevenido, ya que me encontraba muy concentrado en la parejita.

—Es que no te veo muy feliz con tu decisión.—admitió él quién seguía arreglando lo que yo arruine por mi mal humor.—perdón que me incumba el tema pero trabajas muy mal cuando estás molesto.

—Si... es que me duele mucho la cabeza.—me excuse sin darme cuenta que le estaba mintiendo a un doctor.

—¿Ese dolor de cabeza se llama Elisse?—cuestionó él muy divertido.—¿o Steve?

—¿A dónde quieres llegar con esto?—respondí con otra pregunta.—¿me está psicoanalizando, Dr. Freud?

—Lejos de eso.—respondió él concretamente.—pero como doctor debo decirte que Elisse ha presentado una gran mejora estos últimos días, ella nunca ha dejado de intentarlo... pero tú si, ¿por qué, Tony?—yo me escogí de hombros y no respondí nada, no quería volver a tocar ese tema por décima vez.—¿por qué no puedes permitirte ser feliz?

—Me estás psicoanalizando.—solté mientras rodaba los ojos.—y si, soy feliz.

—No lo eres, solo mírate... —mencionó Banner mientras me hacía un caneo general de pie a cabezas.—mirándolos cuando sabes bien que tú tendrías que estar en el lugar de Steve.

Estoy cansado de que todo me salga mal, darme la oportunidad de ser feliz y fallar, volver a intentarlo y nuevamente fallar... no estoy destinado para esto por eso deje de insistir.
Lo pensé con intención de decirlo pero simplemente solté otro suspiro como respuesta, no me gustaba expresar mis sentimientos, y menos a un hombre que tiene mil problemas mayores que los míos.

—¿Crees que ella me recuerde?—pregunté por la voz temblorosa y con miedo de la respuesta.

—Creo firmemente que si...—afirmó Bruce y escucharlo me hizo realmente bien.

Yo le agradecí por habérmelo dicho, a pesar de que Thor le pidió discreción con el tema. Aunque sinceramente, era de lo único que me podía sostener ahora, ya que no me quedaba mucha esperanza por aferrarme.

Ya había pasado casi dos cuarto de horas desde que salí del laboratorio con destino directo a mi cuarto, me moría de sueño pero aún así no podía dormirme, otra vez estaba teniendo problemas con el reactor... lo cuál es raro porque lo cambie hace unos días.
Iba derecho hacía la cocina cuando la vi a ella, recostada en la baranda de la Torre observando hacía afuera, siempre le gustaba hacer eso, se veía tan dulce e inocente que no pude contenerme en observarla. Era mucho más linda cuando no estaba acompañada por Steve.

Desgraciadamente mi observación se termino cuando ella volteó y me vio, al hacerlo primero me miro fijamente pero su rostro cambio cuando le sonreí. Si, creo que hacía mucho que no me atrevía hacerlo, tenía miedo de despertar muchas emociones que estaba tratando de perder.

—¿Tampoco puedes dormir?—le pregunté buscando un tema de conversación y ella negó con la cabeza en respuesta a mi pregunta.—ya se nos esta haciendo costumbre...

Le volví a decir con una sonrisa, pero ella solo asintió como respuesta. Era mi culpa este intento fallido de llevar a cabo una conversación, pero estaba intentando arreglarlo. Ella volvió a voltearse, y yo decidí no volver a romper el silencio. Sino que me quede admirando la noche como ella, de lo alto se podía divisar todos los edificios y las luces de las calles, era precioso.

—Cuando llegué me dijeron que tú la construiste...—soltó ella con timidez refiriéndose a la torre.—¿eso es cierto?

—En realidad yo no la edifique, pero si hice los planos.—admití con orgullo.

—¿En que te inspiraste para hacerlo?—cuestiono ella mientras ahora dirigía su mirada hacía mi.

—En alguien muy especial...—solté mientras recordaba aquel momento.—le prometí que construiría la torre más alta de la ciudad, y nunca rompo mis promesas.

—Para poder ver la ciudad entera...—dijo ella confundida y sin entender bien lo que decía.

—Exacto.—sonrió él sin entender mucho tampoco.

Luego de eso ella entro en ese trance que siempre le ocurría cuando recordaba algo confuso, si bien eran imágenes extrañas y no se podía divisar mucho, algo podía notar. Y esta vez, finalmente, pudo verlo a él entre esos recuerdos.

Flashback

Ella parecía no escuchar lo que decía, observaba todo desde arriba como turista en las vegas. Seguía con la mirada a cada auto que pasaba, llevaba la mirada hacia arriba de cada edificio, todo para ella era increíble.

Él solo la miraba a ella, y lo hacía con la misma fascinación que ella observaba el paisaje.
Tony se acercó a ella pasando su mano por detrás de su cintura, abrazándola.

—Un día construiré la torre más alta de la ciudad y desde ahí podrás mirar la cuidad entera—dijo él emocionado mientras movía su mano libre.

—Recordaré eso, Stark—dijo con una sonrisa ella.

—Pero no creas que lo haré gratis, te costarán muchos besos y tal vez algo más...—decía él mientras la apoyaba contra la baranda, esta era gruesa y alta, no tenía que temer.

—Puedo pagarle por adelantado, claro, si usted lo desea—soltó ella

Él puso su mano izquierda en la cintura de ella y con otra en la cadera, bajando hasta su muslo para después sostenerlo.

—Te deseo a ti, Liss—le susurro al oído

Fin del Flashback

—No puede ser...—soltaba ella entre cortado una y otra vez.—¿Tony?

—¿Qué pasa, linda?—pregunté preocupada al notar lo extraña que estaba.—¿estás bien?

—Si... si...—soltó sin entender nada, ella aún seguía confundia y yo sin entender el motivo, solo sé que me miraba diferente a antes.—creo que me duele la cabeza, iré a dormir.

Yo asentí y le dije que también me iría acostar, la acompañe hasta su habitación ya que tenía miedo, la notaba algo mareada y me preocupaba que le pasara algo. Antes de despedirme ella me miro con una sonrisa y volvió a pronunciar mi nombre,

Ordinary World. (Tony Stark y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora