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El día siguiente fue mejor de lo que _____________ esperaba. Son Sundeuk pasó temprano a buscar a __________. La llevó a muchos lugares. Comieron, compraron ropa, hasta tuvieron tiempo de ver una película. Ya anochecía y Sundeuk manejaba de vuelta a casa.

- Antes de ir a casa, necesito pasar al estudio a buscar unos documentos.

- Wooow, ¿vamos a tu trabajo?

- Sí, será breve.

- Quiero bajar contigo.

- ¿Para qué?

- Quiero conocer donde trabajas. Por lo que sé, trabajas con gente famosa... ¿Y si me encuentro a uno de tus chicos?

- ¿De verdad te emociona ver a los chicos?

- Jajajaja Naaaaa, solo quiero curiosear.

Llegaron al frontis del edificio. Aunque era tarde, todas las luces estaban encendidas y resonaba música amortiguada. Debían estar trabajando.

/Narra ___________/

Entramos y noté que todo el mundo saludaba a Sundeuk. Subimos por un ascensor y entramos en una sala de prácticas. Allí habían varias personas. Como no conocía a nadie, me quedé en el marco de la puerta, un poco intimidada por la situación. Por lo que podía ver, allí solo habían hombres. O mejor dicho, niños. El desorden y el alboroto me hizo pensar en un kindergarten.

- ¡Sundeuk hyung! – gritó uno de los que se veía más joven al ver entrar a Sundeuk. Era apuesto y al sonreír sus ojos desaparecían en dos ranuras.- Por fin apareces, bribón...

- Ya, mídete, Park... recuerda que soy mayor que tú...- respondió Sundeuk, medio en broma, medio enserio.

- Hyung, estábamos preocupados, pensábamos que no venías hoy porque estabas enfermo – señaló otro tipo alto y con gorro. Tenía los ojos muy marcadamente rasgados y unos labios gruesos, como si tuviera una ascendencia mestiza. Tenía una postura fuerte, se notaba que era el líder - ¿Estás bien?

- Yo creo que Sundeuk-hyung está más que bien... - dijo uno más bajito, de mala gana, mientras gesticulaba hacia el lugar donde yo estaba. – Enfermo claramente no está... - declaró, insinuante. Me alejé un poco del marco de la puerta. Mejor esperaba más afuera, no quería que vieran mi cara de vergüenza.

- Ya, Yoongi, déjalo... sólo vine a buscar unos documentos. Mañana retomamos los ensayos de manera normal. ¿Escucharon? Los quiero a primera hora listos para sudar hasta el alma. ¿Entendieron?

Los reclamos no se hicieron esperar. El único que parecía contento era el que se veía más joven, que se había parado y había comenzado a bailar de manera exagerada a modo de celebración. Tenía una sonrisa que destacaba sus grandes dientes de paleta.

- Pero ¡si ensayamos todo el día! – respondió otro chico alto y apuesto haciendo un baile que parecía más una dirección de tránsito que una coreografía bien ensayada. Disimuladamente me reí. Menuda tropa que tenía Sundeuk. ¿Se suponía que ellos eran una banda famosa?

- Ya! Mañana veré si eso es cierto... A propósito, hay algo que quiero contarles ahora porque no quiero que hayan malos entendidos – dijo Sundeuk, mirando ácidamente a ese tal Yoongi que insinuó varias veces mirando hacia mí- ____________, pasa por favor.

Debo reconocer que la invitación me pilló desprevenida y cuando reaccioné tenía la cara roja de vergüenza, más que nada porque tener 8 pares de ojos sobre mí, esperando que hiciera una entrada era capaz de intimidar al cualquiera.

Entré lentamente mirando alternadamente las caras que me miraban con atención.

- Ella es ____________. Es como mi hermana menor y vivirá desde hoy conmigo en mi apartamento.

Los saludos estallaron con amabilidad, muchas inclinaciones y manos estrechadas, algunas tímidas, otras más serias y otras más confianzudas. Sonreí ante su cortesía. Y ellos me sonrieron de vuelta.

- Ellos son Yoongi, Namjoon , Jin, Taehyung, Junkook, Hoseok y Jimin – indicó Sundeuk, indicando con el dedo.

- Uff, ¿No esperas que me los aprenda todos ahora verdad?

Los chicos rieron.

Sin embargo, hubo una sonrisa que me pareció la más brillante de todas. Una que parecía querer mostrar todos sus dientes.

Fue un buen comienzo.

/// Nunca más ///Donde viven las historias. Descúbrelo ahora