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Las semanas pasaron y se acercaba el comeback de los chicos. Ensayaban duro, día tras día. _______________ y Taehyung se habían hecho más cercanos. _______________ había encontrado un trabajo de medio tiempo. Nada pretencioso, atendía una tienda de refrescos por las mañanas y en la tarde casi siempre se reunían en la sala de ensayos con los chicos y Sundeuk. A ___________ le gustaba practicar con los chicos; sentía que ellos de alguna forma habían aportado mucho a su mejora emocional. Poco a poco había ido sanando su corazón de los malos recuerdos, del dolor de la separación, de su desamor. Era realista eso sí. Mantenía su promesa de jamás volver a estar en esa posición donde un hombre pudiera hacerle daño. Nunca más se entregaría de la forma que hizo con Felipe. Solo pasarlo bien, se repetía constantemente.

Ese día lunes terminó su trabajo y voló a la sala de ensayos. Necesitaba soltar cierta tensión contenida hace días. La noche anterior había soñado con una sonrisa muy dentada y unos labios carnosos y apetecibles. Eso la tenía tensa, nerviosa. Nada que una intensa sesión de baile no pudiera eliminar. Llegó al edificio de la Big Hit y entró a la sala de ensayos. La música retumbaba...

Wonhae manhi manhi...

Los chicos estaban en pleno ensayo. Era una coreografía que __________ no había visto. Se sentó en el suelo a observar, fascinada.

Nae pi ttam nunmul

Nae majimak chumeul

Da gayeoga ga

Nae pi ttam nunmul

Nae chagaun sumeul

Da gayeoga ga

La canción era intensa. Los rostros concentrados de los chicos emanaban sensualidad, el concepto justo de la canción.

De pronto sintió un calor sobre ella. Alguien la miraba de forma intensa mientras bailaba.

Era Taehyung.

_____________ se volteó, mirando a su alrededor; tal vez no era a ella a quien dirigía su mirada. No había nadie más en ese rincón.

Se volteó y miró a Taehyung. Sus mejillas se encendieron de inmediato. ¿Qué le pasa a este niño? Entonces sintió que el calor de esa mirada la envolvía de alguna forma. Taehyung parecía saber realmente la coreografía de memoria, no dejaba de bailar a la perfección ni de mirarla. Y qué mirada.

Su mente no pudo más. Observó sus rasgos faciales, delineados perfectamente: los ojos rasgados, intensos, su nariz angulada y su boca que cerraba el conjunto perfectamente. Miró su espalda ancha, sus hombros firmes, su pecho masculinamente delineado en su sudadera humedecida por las largas horas de práctica. Pero había algo que la descolocaba. Había una sensualidad latente en él que no había notado antes. Se sintió acalorada de pronto. Lo imaginó tomándola sensualmente y besándola ardientemente. Se arrepintió de todas las veces que lo había llamado un niño.

Volvió a la realidad, alguien le hablaba.

- ______________! ¿Te gustó?

Era Sundeuk quien le hablaba.

- Sí...muy...bonita...- respondió ___________ sintiéndose una idiota. Tenía que salir de ahí o todos se iban a dar cuenta. – Sundeuk te veo en la casa, adiós.

Tendría que aliviar su tensión en otro momento, sobretodo considerando cuánto había crecido.

______________ se fue a casa y se dio una ducha de agua fría. Se estaba secando el cuerpo cuando notó su reflejo en el espejo. Se miró atenta. Le gustó el cambio de mirada que denotaba su rostro. Su cuerpo también parecía más vital. Las prácticas de seguro, pensó.

De pronto se encontró pensando si su cuerpo sería del agrado de Taehyung. ¿Tal vez le gustaría más el tipo local? Ella sabía que su cuerpo era completamente diferente a las chicas coreanas. Sus caderas anchas y piel bronceada llamaban la atención por donde iba, incluso cuando atendía la tienda; siempre le preguntaban de dónde era. Se sorprendió de sus pensamientos.

"____________________, no. Para ya. NO"

El vibrador de su móvil la sacó de sus pensamientos. El mensaje era de Taehyung.

-Taehyung-

¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste tan de repente, noona? T.T

________________ suspiró. Mierda. Taehyung se había dado cuenta. Decidió no contestar. Se miró de nuevo al espejo.

"NO, _______________, NO!"


/// Nunca más ///Donde viven las historias. Descúbrelo ahora