—Lamento llegarr tarrde —dice intentando entrar—, estaba ocupado con... fans —soltó cansado, le sonreí.
—No te preocupes, yo también andaba ocupada —le comenté con una sonrisa—, ya sabes, arrancando cabezas.
E hice la simulación con mi mano derecha izquierda y con la derecha haciendo que quitaba algo, Viktor sonrió ante mi rareza. Y yo me lleve mis manos detrás de mi espalda.
—¿Quieres conocer Hogsmeade? —le pregunte timida, pensando en la idea de Hermione.
—Contigo, si —responde—, perro crreí que tendrríamos una cita.
—Esta es la cita —le explique—, eres extranjero y te gustara conocer Hogsmeade, ¿no?
—Si —responde.
—Sera divertido.
Lo pensé durante nuestra corta caminata, si entrar a Honeydukes, por lo que veía había bastante gente, más de lo normal, y pensé seriamente si entrar, pero le estoy mostrando el lugar, ese es el disfraz, de esta cita.
—Me encanta el chocolate que vende aquí —le comenté con confianza, pero echa un manojo de nervios, cuando abrí la puerta creí que se me cerraría en la cara, pero Viktor puso su mano, para abrir por completo la puerta—, y tienen dulces muy graciosos, y asquerosos —comente por lo bajo, viendo un dulce de cucaracha, que en verdad sabe a cucaracha—. Cómo este
—¿De qué es? —pregunta tomándolo y llevándoselo a la boca, no pude detenerlo cuando se lo comía, y tampoco para partirme de la risa, ante que lo comía y después lo intentaba escupir.
—De... cucaracha —reía fuertemente, mientras se limpiaba la lengua con su mano enguantada de negro.
—Otvratitelen (asqueroso) —dijo mirando a los lados, pero todos le miraban, es una celebridad, que acaba de probar un dulce de cucharas—. ¿Por qué no me adverrtiste?
—Porque no me dejaste terminar —reía entre palabras. Pero me miro severamente—. Bien, no dio risa... —dije quedándome seria viendo los terrones de dulces, pero se me escapo una risita.
Compramos dulces tranquilos, para que no se volviera a preocupar por los dulces de cucaracha o los turrones de sangre. Aunque podría ser vampiro, ya que le gusto el sabor de este. Estaba teniendo un buen rato.
En la tienda de Bromas Zonko, tan solo entramos a ver, ya que a Viktor pareció no querer arriesgarse a comprar ninguna broma o me dejo comprarla, creyendo que sería capaz de usarlo en su contra. Y no se equivocaba.
—¿Qué es eso? —pregunta Viktor señalando un callejón, donde había un letrero, Madame Pudipie.
—Es un salón de té —le responde una chica que pasaba a lado de nosotros, Viktor la miro y asintió en agradecimiento, y ella echo un chillido de emoción, lo cual hizo a Viktor tomarme de la mano y jalarme a Madame Pudipie, mientras miraba a la chica que se encontraba con otra y murmuraban alegremente por su hazaña de hablarle.
—Tomemos algo —señala—, todavía no se me ha quitado el horrrible saborr del dulce de cucarracha.
Le sonreí.
—Graciosa —dijo a mala gana.
Entramos a Madame Pudipie, el cual parecía estancarse en San Valentín, y las mesas eran para dos, donde podía distinguir algunos conocidos, entre ellos, estaba Olivia y George, que parecían estar teniendo un buen rato.
—¿Entonces mesa para... —se quedó a media frase cuando miraba a Viktor, le miré y este tenía la mirada en mí, le sonreí, pero el momento se rompe cuando grita la señora—? ¡Viktor Krum! ¡Viktor Krum está en mi establecimiento! ¡No puedo creerlo!
Todos quitaron la mirada de sus parejas, y se dirigieron a Viktor, yo me separe poquito, esto se supone que seria discretito. Pensaba tapándome la cara con las manos.
Pero me las bajaban por mi hermana, Aceite, perdón, Olivia.
—Des, ¿Qué haces saliendo con Viktor Krum? —me pregunta Olivia, apartándome de él, y de espaldas.
—Le enseño el dedo —dije ingenua, Olivia me mira desconcertada—, le estoy enseñando Hogsmeade.
—Sabes que Ophelia y Laura te tienen en la mira —me replica rápidamente—, te estas exponiendo, y mucho.
—Lo sé, Oliv, lo sé, me alegro que te preocupes por mí, y salgas con alguien que valga la pena —le señale a George que parecía un poco inquieto, por el hecho de que ambas lo veíamos—, y... sabes... Hermione tiene razón, a mí nunca me empezaron a importar lo que los demás dijeran o dirán de mí.
—Lo sé, pero tus amigos...
—Si son mis amigos, me creerán —le interrumpí, entonces me jalan.
Por la señora de cabello oscuro y ojos negros, tenía una túnica roja, que se acentuaba con el lugar, y parecía emocionada, cuando Viktor y yo, quedamos muy pegados del uno del otro, nos miramos por un momento.
—Ayudevmense —dije en una sonrisa.
—Esa palabrra no existe en búlgarro —sonríe abiertamente, cuando me miraba.
—Una mesa para dos —dijo Olivia, haciendo romper el encanto visual, mire a Olivia, y Madame Pudipie, también la miraba no muy animada, por el hecho de que había arruinado un perfecto momento.
Entre Viktor y yo, ordenamos dos cafés y panes, para comer en silencio, ya que por alguna razón, no hacía falta hablar entre nosotros, tan solo con el simple hecho de andarnos viendo era suficiente, pudo haber sido la mejor ida que tuve en Hogsmeade, hasta que... salimos de ahí y caminamos un poco más.
—Si no fuerra porrque había mucha gente, te hubierra besado —dijo Viktor, le mire sorprendida—, sabes lo harre ahorra.
—¿Qué? —pregunté sorprendida, pero este me tomaba de la cintura y me acercaba a su cuerpo para poner sus labios sobre los míos, respondí, a su beso, y cuando estaba poniendo su mano en mi rostro, el beso se interrumpió.
Me jalaron con brusquedad, y solo pude ver, que se le tiraban encima a Viktor.
—Eliot —dije desconcertada—. ¡Eliot! —exclame para que dejara en paz a Viktor, pero este, le devolvió el golpe a Eliot, que yo misma me sobresalte.
Me mire impotente ante la situación, saque mi varita, que la traía sujetada en el elástico del pantalón.
—Petrificus Totalus —logre hechizar a ambos, que se cayeron uno sobre otro y los separe con los ojos cristalizados—. Les quitare el hechizo, y me marchare, esto fue suficiente. Finite incantatem.
—¡Des! —me interrumpe Viktor.
—Aléjate de ella, Krum —dijo Eliot con una mirada envenenada.
—Me gusto salir contigo, Viktor, practica hechizos de fuego —le digo con una sonrisa y me marchaba al castillo.
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Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]
FanfictionDestiny Wright es una chica de catorce años de edad, bastante peculiar y única, ya que supuestamente, pertenece a una raza casi extinta llamada Ruddians; y después de dejar a un lado todos los problemas que le deparaban durante sus primeros tres año...