Estaba con la bilis burbujeante, lista para incinerarlo, sentía mi mano chispear, cuando Eliot tenia una mirada de confusión, por la cachetada que recibió por mí, estaba lista para enfurecerme, y golpearle, gritar todos los insultos que estaban en mi cabeza, pero lo debía de pensar bien, después de todo, los ojos del colegio estaban en nosotros.
—Ahora vienes conmigo gruñí agarrándolo de su muñeca y jalándolo hacia mi, fuera de la cancha, estaba controlándome, porque sentía como mis manos estaban ardiendo, y Eliot se daba cuenta de ello.
—Creo que andas apretando muy fuerte —señalaba su muñeca, le miraba con enfado cuando por fin entrabamos para tener algo de privacidad, le solte con brusquedad y le miraba con el entrecejo fruncido, mientras este se sobaba sus muñecas—. Las ganas para lanzarte la maldición asesina, no me hacen falta, pero como es un delito y no tengo la menor idea de como realizarla, te has salvado.
Aunque podría incinerarlo, con un hechizo o con mis propios poderes, las ganas no me hacen falta.
—¿Qué quieres saber? —pregunta barriéndome con la mirada—. Me deje llevar, es algo que debi haber hecho hace mucho tiempo.
Escuche una risa fuera de esta conversación, vi por un lado del cuerpo de Eliot, a Viktor entrando, dando aplausos sordos, le miraba con desconcierto, mientras este caminaba algo lento, con el ritmo de los aplausos que daba.
—Viktor, ahora no podemos hablar contigo —dije un poco desesperada por la interrupción.
—Lo lamento, Des, perro lo que tengo que decirr es imporrtante —comentó Viktor con su acento, le miraba no muy animada y le di la palabra—. Tu sabes que estoy enamorrado de ti, Des.
—Ahorita no estoy de humor, para esto Viktor —además muy enamorado de mi, no creo, se beso con Hermione, y eso dice mucho de sus sentimientos traicioneros.
—Esperra, Des, no tarrdo, la rrazón de todo esto fue porr mi —le mire con el ceño fruncido.
—No te creas el centro del universo, Vicky —dijo en tono despectivo lo último, le mire con desconcierto, y pensé que Eliot ha estado cambiando dialogo con Ron, porque mi compañero pelirrojo es el único que le dice asi, a su ídolo, el único que conozco.
—En que platicamos aquella noche, sobrre tu rrelación con este duende —señalaba a Eliot, que estaba enfureciéndome—, le amenace que, aunque hayas decidido porr él, yo seguirría peleando porr ti, y parra ello necesitaba el camino librre.
—¿De que hablas? —pregunte confundida.
—En el juego de esta noche, jugamos por ti —respondió con una mirada seria y queda.
Ensanchaba los ojos en el proceso de dirigir la información, mi mirada, viajaba de los dos chicos, hasta quedar con ella en el medio.
—¿Cómo una clase de apuesta? —pregunte con el estomago apretado—. ¿Cómo un objeto?
—Destiny, escúchame —se acercaba Eliot a mi poniendo sus manos en mis hombro, le miraba con horror.
—No se ni como has tenido la cara para hablarme Eliot —logre decir con la garganta echa un nudo, quite sus manos de mis hombros, y estaba yéndome.
—Me amenazo con separarte de mi —habló Eliot con rapidez, intentando detener mi huida.
—El no necesitaba hacer nada, Eliot, tu lo hacias solo —salí de donde estábamos, y veía ese cabello pelirrojo, que tanto reconocia, era Fred, y se apoyaba en sus talones para girarse a verme con una sonrisa.
—Des, buen... —pero no hablo más.
Estaba herida, de ser tratada como un objeto, de lo que Eliot es capaz de hacer. La sonrisa de Fred se desvanecia, y su boca estaba fruncida de preocupación.
—No deberías estar llorando, Des, acabamos de ganar un partido contra Drumstrang —dijo Fred, intentando ver mi rostro, empapándose de lagrimas.
—Son... son lagrimas de felicidad, Fred —fingia una sonrisa alzándola hasta ver su rostro entre mis ojos entrecerrados, este parecio no poder seguirme la corriente.
—Si, si, y yo soy Dumbledore —dice este desvaneciendo suavemente mis lagrimas de mi rostro—. No llores, ¿si? Mi reina.
Le miraba con otra sonrisa, dibujándose en mi rostro, y asentí.
~*~
Suponía que la escena de ayer iba a estar en boca de todos, y que como que adivino, porque todos en cada momento, me miraban, con las copias de Gosswarts, ocultas entre sus libretas, señalándome y balbuceando cosas horribles junto a mi nombre.
Laurel estará hirviendo de furia por la cachetada que le propine a su adorado hermano, pero si me llega a reclamar, de la idiotez, que elaboro conmigo, no responderé a mis actos. Y otro que estaba hirviendo, era Harry, estaba ofendido porque no le escogí para jugar con nosotros en el partido de quidditch, de Durmstrang vs Hogwarts.
—¿Me vas a hacer caso? —le preguntaba por lo bajo cuando estábamos en la biblioteca, este giraba los ojos, e intentaba dejarme atrás—. Por favor, Harry, no te molestes conmigo otra vez —pedía haciendo una cara de súplica.
—¡¿Cómo no quieres que me enoje contigo cuando escogiste a Malfoy, por encima de mi?! —gruñe lleno de enojo en mi dirección—. Soy mejor jugador que él.
—Lo sé —dije suavemente, sin interrumpir mucho la frustración que tenia sobre Draco.
—Gracias a mi, Gryffindor a ganado múltiples partidos de quidditch —yo le estaba dando la atención asintiendo, porque era mejor estar dándole la razón, y hacer que su ego crezca, a que sepa, que no le quería tener ahí, porque serian tres de mis chicos en una misma cancha—. Espera —se detuvo en medio de su propio narcisismo—, has dicho que lo sabes.
—Si, como hace veinte minutos —asentí mordiéndome el labio inferior, y Harry hacia contacto visual conmigo, buscando si me estaba riendo de él, pero sabia que Harry es el mejor buscador que he conocido, aparte de Viktor, claro—, si, juegas mucho mejor que Lynch.
—¿El buscador irlandés? —pregunta sorprendido—. ¿El que jugaba contigo?
—Si, el mismo, Aidan Lynch, un bueno para nada déjame decirte —le explicaba, cuando nos sentábamos a platicar en una mesa de la biblioteca—, y aun asi, estaba en la selección irlandesa, era sorprendentemente imbécil.
Harry rio por lo bajo, yo también lo hice, a pesar de que quise mantenerme seria, pero nos reímos por un momento, hasta que la señora Pince llego a hacernos callar. Compartimos por unos segundos una mirada.
—¿Entonces porque no me escogiste a mi, Destiny? —preguntaba Harry herido.
—Me hubiese gustado escogerte —respondí jugando con mis manos—, pero sentía que tenias mucho de por medio con eso del torneo.
Me incline hacia a él, e inconscientemente, colocaba mi mano sobre la suya, propinándole una inofensiva caricia a la espalda de su mano.
—Te prometo que cuando el torneo acabe, podremos hacer un partido de quidditch —le comentaba dedicándole una sonrisa, y sentí un agarre de en mi mano, cuando Harry sonreía, este lo había hecho, y yo también dí pie a esta situación.
Ruborizada, aleje mi mano apartando la mirada a otro lado.
Un poco incomoda, decidía correr.
—Ya se me hizo tarde para mis lecciones —comentaba viendo mi reloj de muñeca, que estaba completamente detenido por culpa de la segunda prueba—. Ya no seguiras molesto conmigo, ¿verdad, Harry?
—Ya no —responde suavizando la mirada—, pero Des, tan solo no vuelvas a escoger a Malfoy antes que a mí.
—De acuerdo.
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Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]
FanfictionDestiny Wright es una chica de catorce años de edad, bastante peculiar y única, ya que supuestamente, pertenece a una raza casi extinta llamada Ruddians; y después de dejar a un lado todos los problemas que le deparaban durante sus primeros tres año...